El sonido de la alerta sísmica causa sobresaltos a quienes viven en la Ciudad de México; a personas como don Juan Manuel Souza, vecino de la Unidad Habitacional Tlalpan, además, le trae malos recuerdos.
En esa unidad al menos nueve personas murieron a consecuencia del terremoto del 19 de septiembre de 2017.
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“Fue un caos tremendo, horrible, bueno, mejor ya ni acordarse”.
Hace siete años, Juan Manuel sintió el movimiento de tierra y salió tan pronto como pudo. Al llegar al estacionamiento notó que uno de los condominios se derrumbó y trató apoyar en las labores del rescate.
Según su testimonio, la cifra de muertes fue mucho mayor que las nueve personas reconocidas por las autoridades ya que sobre calzada de Tlalpan se acondicionó un sitio en el que se colocaban los cuerpos.
“Dicen que fueron tres, que 10, no es cierto, yo estuve viendo los cuerpos cuando los sacaron. Aquí enfrente se acondicionó un Semefo momentáneo y ahí se podían contar los cuerpos”.
Al sonar la alerta sísmica este jueves, alrededor de 20 personas salieron al estacionamiento que da acceso a calzada de Tlalpan, mientras trabajadores de Protección Civil detenían el tránsito.
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En ese momento, una vecina cerró su puño derecho y alzó el brazo, como hacían los rescatistas para pedir silencio cuando detectaban una señal de vida o sonidos entre los escombros, unos segundos después, se retiró.
Fallas atrasadas
Andrea Martínez no necesita de simulacro o aniversario del terremoto para recordar sus efectos. Vecina del edificio 4B de la unidad Tlalpan, su departamento sufrió daños a causa de ese sismo.
La Comisión de Reconstrucción del Gobierno de la Ciudad de México se encargó de las reparaciones, pero desde hace dos años aparecieron desperfectos en la vivienda: grietas en el balcón y problemas de humedad en el techo del baño que la hacen temer por su seguridad.
Aunque ha pedido a la empresa REM, encargada de la reconstrucción, y al personal de la Comisión para la Reconstrucción que reparen los desperfectos, ninguno ha atendido a sus solicitudes.
La señora Martínez teme que las cuarteaduras de unos 30 centímetros sean un síntoma de daños estructurales en su casa.
“A los de la reconstrucción les enseñé este muro y me dijeron que no me preocupara, que eran los cambios de clima. Ya tiene meses que se presentaron. A mi hija sí le da mucho pánico cuando tiembla y me dijo, mamá ya reporta esas grietas… le mandé fotos a Jabnely Maldonado (comisionada para la reconstrucción en la CDMX), pero no me ha respondido”.
Durante los dos años que duró la reconstrucción la señora acudió a visitar las obras en siete ocasiones porque detectó varias anomalías.
"Tuve conectado el boiler a la tasa del WC y como todavía estaba la compañía, que fue antes de la contingencia, hablé con ellos y sí nos arreglaron, al principio porque cuando vino la contingencia por Covid, se desaparecieron y ya no arreglaron algunas cosas”, indicó.
El día del temblor, Andrea Martínez estaba en el departamento en compañía de una de sus hijas, al ver que su casa se movía de un lado para el otro, bajaron corriendo cinco pisos de escaleras.
A excepción de un vecino, todos lograron salir de sus departamentos, pero cuando regresó a su vivienda notó que había grietas en las paredes de las recamaras.
La noche siguiente, elementos de la Marina llegaron a la unidad habitacional y ya no les permitieron ingresar a sus departamentos. Dos semanas después, les dejaron sacar algunas de sus pertenencias. Tuvieron que pasar varios meses para que las autoridades los apoyaran.
"Fueron juntas, juntas y juntas, hasta que, por fin, al cerrar calles, nos hicieron caso porque no nos querían escuchar", recordó.
Por las condiciones de su departamento, en la actualidad, Andrea Martínez no se siente completamente segura cuando suena la alerta sísmica.
Poco entusiasmo en el simulacro
Pocas personas participaron en el simulacro del 19 de septiembre en la Unidad Habitacional Tlalpan, en la que hace siete años se derrumbó el edificio 1C, lo que causó la muerte de nueve de sus residentes.
Al sonar la alerta sísmica, alrededor de 20 personas salieron al estacionamiento que da acceso a Calzada de Tlalpan, mientras automóviles de Protección Civil detenían el tránsito.