Desde el sábado en la mañana vecinos del barrio Endó en San Luis Ayucan intentaron excavar y retirar árboles, piedras y lodo para tratar de rescatar a don Raúl y su familia que habrían estado en su casa a la hora del desgajamiento ocurrido el pasado viernes, pero el personal de protección civil y militares se los impidieron por el riesgo que representaba, sin embargo este domingo los servicios de emergencia rescataron los cuerpos sin vida de tres mujeres, una adulta y dos niñas en ese lugar, lo que incrementa a 4 el número de víctimas, tres lesionados y al menos 9 desaparecidos.
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Los deslaves del pasado viernes afectaron a unas 20 viviendas en todo el municipio, de los cuales 11 se ubicaban en este paraje donde la afectación fue de unos 500 metros, iniciando en el paraje Cuandó y concluyendo en el de Nangó, en la parte baja donde alcanzó a sepultar una vecindad, pero antes se llevó otras viviendas, algunas las deshizo la tierra y otras fueron sepultadas por lodo.
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Vecinos desesperados buscan familiares y amigos
La desesperación llevó a los vecinos a usar motosierras, picos, palas, mazos y unas “quijadas” para romper las varillas, y tratar de llegar al sitio donde posiblemente estaría la familia de don Raúl, sin embargo, la mañana del sábado los retiraron y por la tarde 30 vecinos decidieron reanudar sus labores, “pero nuevamente nos quitaron”, reclamó Silvino uno de los vecinos.
Riesgo latente en Jilotzingo
El geólogo Rafael Pérez del Instituto de Geología de la UNAM, y el coordinador general de protección civil y gestión de riesgos del estado de México, Adrián Hernández Romero convencieron a los vecinos de retirarse en su intento por rescatar a la familia del señor Raúl que se quedó en el interior de su casa que fue devastada por el deslizamiento del cerro.
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Después de casi 48 horas de haber ocurrido diversos deslaves en el municipio de Jilotzingo, el más desastroso fue en el centro de San Luis, “fue por la noche del viernes que vimos desde atrás de la iglesia como una nube negra se postró encima de la Peña en lo alto del cerro, luego vimos al menos dos rayos caer. Fuimos varios vecinos a ver la peña y hay una abertura de unos seis metros de ancho en el centro de la enorme roca. Eso habría generado el deslave que cayó en esta calle de más de 400 metros”, como lo explicó Silvino.
Los vecinos señalan que esa calle donde ocurrió el desastre era un cauce natural, siempre bajaba escurrimiento de agua y llegaba donde están los comercios, y las palmeras, de hecho se hacía una pequeña laguna en ese sitio que rellenaron, también el punto donde era la vecindad, de hecho toda esa zona eran cuartos de renta, como lo confirmó Nancy Córdoba, quien renta una vivienda cerca de la iglesia.
"Fue una reacción por falta de cuidados a la naturaleza"
Los fenómenos naturales como el ocurrido en San Luis Ayucan no son tocados por un ser divino, es una reacción por la falta de cuidado de la naturaleza y en conjunto con el cambio climático”, dijo el padre Salvador Martínez, sacerdote de la iglesia de San Luis, donde se instaló uno de los albergues donde se atiende a una parte de las 150 personas desalojadas de las viviendas.
El sacerdote dijo que ese hecho ocurrido en San Luis Ayucan “nos pone a pensar, una vez que pase esta contingencia, en la atención que le debemos poner a la naturaleza, e incorporarnos en una dinámica de una vida diferente”, explicó el sacerdote.
Dijo que lo vivido en San Luis Ayucan debe servir para que reflexionemos con relación a lo que hacemos bien o mal con relación a la naturaleza.
Este domingo otro grupo de vecinos buscan a una persona que habría quedado sepultada en un nuevo deslave ocurrido en las inmediaciones de Las Manzanas frente a la gasolinería. En esa zona desde el pasado viernes se registran deslizamientos de tierra que han impedido que los vehículos puedan pasar por el lugar.
Sigue lloviendo en Jilotzingo
El director general de la Junta de Caminos del Estado de México, Mario Ariel Juárez Rodríguez, dijo en entrevista que por ahora el personal a su cargo trabaja en el deslave de San Luis Ayucan en Jilotzingo, contribuyen con maquinaria para la liberación de las calles y de la carretera Naucalpan-Ixtlahuaca.
Lo más complicado es que siga lloviendo y sigamos teniendo deslaves, “no podemos decir una fecha para terminar de limpiar la carretera Naucalpan Ixtlahuaca, porque depende de otros factores como las lluvias, porque cada que llueve continúan los deslizamientos de tierra”, dijo el funcionario.
Las intensas lluvias de la tarde de este domingo provocaron la suspensión de las labores de rescate en el deslave de San Luis Ayucan, en Jilotzingo, y se reanudarán una vez que las condiciones climatológicas lo permitan.
Los elementos del Ejército Mexicano, Protección Civil y demás corporaciones de apoyo, enfocan su trabajo en una vivienda de lo que era la vecindad, donde esperan rescatar a más personas, de ser posible con vida, como ocurrió el sábado en la madrugada al sacar a una mujer y sus dos hijos con vida.