Chilangos y mexiquenses han hecho de los autobuses y camiones RTP su segunda casa, pues pasan más tiempo en estos transportes que en su casa o en sus trabajos debido a la falta de Metro.
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La señora Lucero Sánchez pasa más tiempo en el transporte público que en su propia casa y es que desde que el Gobierno de la Ciudad de México cerró el tramo la Línea 1 del Metro que va de Observatorio a Salto del Agua, sus tiempos de traslado han aumentado a más de 8 horas diarias; 4 horas de su casa a su trabajo y 4 horas más de su trabajo a su casa.
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Este suplicio lo han padecido miles de personas desde noviembre de 2023, cuando el Gobierno de la Ciudad de México anunció el cierre del tramo de la Línea 1 del Metro que va de la estación Observatorio a Salto del Agua para realizar trabajos de remodelación y mantenimiento. Esto, después de haber concluido los trabajos de modernización del tramo de Pantitlán a Isabel la católica, los cuales tardaron más de 15 meses.
“Ojalá agilicen los trabajos, porque nos está afectando bastante, tanto en salud como económicamente”, se queja doña Lucero, quien duplicó sus tiempos de traslado con el cierre temporal de la Línea 1.
Previo a los trabajos de remodelación, Lucero salía de su domicilio en Santiago Tianguistenco, Estado de México, a las 7 de la mañana, para llegar a su trabajo en el Centro de la CDMX a las 9:00 horas; hoy tiene que salir antes de las 5:30 para llegar temprano a Metro Observatorio y tomar uno de los camiones RTP que el gobierno capitalino adaptó como servicio provincial para los usuarios.
Estos camiones son su única alternativa que tienen, pues la zona de Observatorio carece de más opciones de transporte como Metrobús o Ecobici.
Sin embargo, a diferencia del Metro, estos camiones se enfrentan al caos vial de la capital; además de manifestaciones, inundaciones, semáforos, cierres viales, socavones y demás imprevistos que hacen que un recorrido que el Metro hacía en 15 o 20 minutos, los autobuses lo hagan en una hora o más.
Lo mismo ocurre a su regreso a casa, pues de Balderas, donde toma el RTP de regreso, a Observatorio, los camiones pueden tardar hasta una hora y media en realizar el recorrido.
“Nos ha afectado porque el Metro avanzaba más rápido y ahorita por el tránsito o por las obras los camiones avanzan lento. Nos hacemos hasta una hora más”, señala el señor Reynaldo Martínez, quien también pasa entre 6 y 8 horas en el transporte público que lo lleva del Estado de México a la CDMX para trabajar.
Como Doña Lucero y Don Reynaldo, miles de mexiquenses utilizan de forma regular la Línea 1 del Metro, pues los camiones que salen de Toluca, Metepec, Lerma, Tenango del Valle, San Mateo Atenco y de otros municipios llegan a la terminal de autobuses de Observatorio y de ahí tomaban el Metro que los llevaba en minutos al centro de la CDMX, ya sea a sus trabajos, escuelas o a las tiendas ubicadas en el Centro y La Merced para surtirse de productos que venden en sus localidades.
Debido a esto, las filas para tomar los camiones RTP en Metro Observatorio están llenas de personas con diablitos, bolsas, cajas y hasta molcajetes gigantes, herramientas que son más difíciles de transportar en los autobuses que ofrecen el servicio provisional que en el Metro.
“Yo voy al Centro a comprar productos de papelería. Antes, me hacía 30 minutos de aquí (Observatorio) al Centro, ahora es como una hora, una hora y cuarto, depende del tráfico. Es muy tardado ahorita que no está el Metro, el Metro es indispensable, la verdad”, comenta a La Silla Rota, Guillermo Rosas, comerciante del Edomex.
Este “infierno” que día a día viven miles de personas podría extenderse por varios meses más debido a que el Metro continúa realizando labores de mantenimiento a la Línea más antigua de la CDMX. En su último comunicado, el gobierno capitalino solo destacó la rehabilitación de los cárcamos, los cuales permiten el rebombeo del agua que ingresa a las instalaciones, hacia la red de drenaje público.
Y aunque no hay una fecha confirmada para la reapertura de la Línea 1 del Metro, el jefe de Gobierno Martí Batres prometió concluir los trabajos antes de terminar su gestión. Aunque los usuarios no saben de tiempos políticos y exigen la reapertura de la Línea 1 lo antes posible.
“Cada día pierdo 2 horas en estos camiones. Urge que abran ya el Metro”, exclama Guillermo Rosas.
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VGB