Ante las violaciones que sufren las mujeres a la dignidad de su cuerpo, en el Congreso de la Ciudad de México se discute la ley contra la violencia obstétrica, que busca sancionar con 15 años de prisión al personal médico de hospitales públicos y privados que dañen a mujeres embarazadas.
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De acuerdo con los legisladores, la reforma al Código Penal ayudará a terminar con la violencia física y psicológica que padecen las mujeres en periodo de gestación cuando acuden a consultas médicas.
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Para la diputada de Morena, Leticia Estrada, la iniciativa también conocida como “Ley Mildred” tiene objetivo reconocer el activismo de Mitzi Ramírez Jiménez, quien por una negligencia médica perdió a su hijo cuando estaba embarazada.
“Estos actos han afectado a generaciones de mujeres al no reconocer que se violaban los derechos humanos porque el maltrato se padece en instituciones de salud, tanto públicas como privadas, directamente de doctores, doctoras, enfermeras y enfermeros cuando reciben atención médica durante el embarazo, el parto y el posparto, debido a las prácticas machistas, disfrazadas de procedimientos de rutina”, declaró la legisladora.
¿Cómo distinguir la violencia obstétrica?
La violencia obstétrica está relacionado con golpes, maltrato psicológico, discriminación, acoso o abuso sexual. Uno de estos actos ocurre cuando a una mujer le practican una cesárea sin su consentimiento. También al ser obligada a dar a luz acostada o inmovilizada.
Tras el nacimiento del bebé, las mujeres pueden ser víctimas de violencia obstétrica porque le niegan o obstaculizan la posibilidad de cargar y amamantar a la criatura y cuando no cuenta con atención oportuna y eficaz para las emergencias vinculadas con el embarazo.
El caso de Mitzi
El 3 de mayo del 2018, Mitzi Ramírez perdió a su hijo el Hospital de la Raza porque el personal médico se negó a practicarle una cesárea.
Según el testimonio de Édgar Alisando Espino, esposo de Mitzi, ingresó al nosocomio el 28 de abril y tres días después se le rompió la fuente. Ante esta situación, los médicos se negaron a sacar al bebé, que se llamaría Mildred, por una cesárea.
Cerca de las 17:00 horas del 3 de mayo, el personal le informó que su hijo había muerto dentro del vientre de Mitzi, pero tres horas antes, los médicos le habían dicho que el corazón de Mildred latía de manera normal.
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