Nicolás Rocha inició a trabajar como perforador de pozos desde los 14 años, es nativo de Maravatío, Michoacán, desde donde emigró a la Ciudad de México porque consiguió empleo operando una enorme máquina en una empresa que se dedica a construir fuentes propias de abasto de agua.
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La crisis hídrica aumenta el trabajo para Nicolás Rocha, la fortuna en la perforación de pozos ha estado a su favor, actualmente trabaja en la obra del parque de Santa Mónica en Tlalnepantla, Estado de México.
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Al lado de la maquinaria, comentó que en toda su vida de perforador sólo ha fallado en tres casos, uno en Querétaro, otro en Guanajuato y uno en Michoacán.
Explicó que en este trabajo, lo primero es comenzar a perforar y checar los restos que extraen, porque si éstos les indican que el suelo es salitroso, entonces tienen que parar y desistir de continuar con la perforación, “para nosotros es indicativo de que el agua a la que llegamos es salitrosa y no sirve, no es agua buena”.
12 horas al día para perforar poco a poco
Indicó que en el caso del pozo que hacen en Santa Mónica, ya llevan un mes y tres semanas, sin embargo, sólo han avanzado unos 120 metros de profundidad, “hemos encontrado un suelo muy pedregoso y eso nos va retrasando, porque es más complicado perforar la piedra que la arenilla”.
En medio de un constante ruido del vaivén de la máquina que baja y sube de manera rítmica la enorme broca de más de 800 kilogramos, Nicolás dijo que prefiere llevar los trabajos con calma, “podemos acelerar el trabajo, estamos con la perforadora 12 horas al día. Sin embargo, corremos el riesgo de que se nos colapse y nos quedemos sin equipo, entonces así llevamos un paso constante. Por eso dicen que más vale paso que dure y no trote que canse”.
El trabajador, quien tiene 30 años de perforador, dice que en este lugar tiene la certeza de que encontrarán agua, “sólo espero que el agua sea buena y no sea salitrosa, porque eso sí nos llevaría a fallar”.
Mostró las arenillas que emergen a través del enorme taladro, “mire esta arenilla blanca es de material blando y esta oscura corresponde a piedra dura, que es la que por ahora nos está atrasando”.
Dijo que no se tiene una fecha para terminar de perforar los más de 350 metros, que, según el cálculo de una bióloga, es donde se encuentra el acuífero para poder extraer el agua, “por ahora he estado probando el agua que ha salido y tiene buen color y sabor, malo sería cuando encontráramos agua salada, o salitrosa”.
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Acabarán con las fuentes internas
En Tlalnepantla se realiza la perforación de otros seis pozos más, como lo anunciaron las autoridades municipales, con la finalidad de subsanar el faltante de agua que se tiene por el último recorte que realizó la Conagua a las dotaciones a este municipio.
Entrevistado sobre la perforación de pozos, el maestro Eduardo Espinosa Medel, urbanista y ex funcionario de Conagua, explicó que no está del todo de acuerdo con la perforación de pozos.
“Me gustaría que primero se encargaran de reparar las fugas, hace unos días conocí el dato de que en Naucalpan un 45% del abasto a la comunidad se desperdicia en fugas, primero que arreglen su desastre que tienen y luego que piensen en perforar”.
Agregó que el problema lo tienen varios municipios, ya que también hace un mes, en Tlalnepantla las autoridades locales informaron que tenían registradas 600 fugas en todo el territorio municipal, e incluso que contrataría a más personal para abatir este problema.
Dijo que desde hace varias décadas hay veda en el acuífero del Valle de México y otros como el de Cuautitlán-Tula, registra sobreexplotación, “entonces nos acabamos las fuentes de abasto externas y ahora vamos por las internas, y después, qué les va a tocar a las futuras generaciones”.
Perforar pozos en varias zonas
En el valle de México, ante la crisis hídrica que se registra, los ayuntamientos están implementando diversas acciones, principalmente la perforación de pozos y la rehabilitación de la infraestructura.
En Atizapán de Zaragoza, las autoridades locales informaron que en su plan emergente planean la perforación de seis nuevos pozos, la rehabilitación de 66 pozos existentes y la construcción de dos macrotanques.
En Tlalnepantla se anunció la perforación de 3 pozos nuevos, la rehabilitaron 25, además se construyó el Booster Cuauhtémoc y se rehabilitaron las plantas potabilizadoras de Valle Dorado y Reyes-Indeco.
En Naucalpan se perforan cinco pozos, tras la reducción en el caudal proveniente del Sistema Cutzamala, además del mantenimiento que realizan de manera permanente a los 69 existentes.
Además, se tiene la construcción de al menos 9 pozos nuevos en los bordos de la Laguna de Zumpango, pese a que ya no existe el cuerpo de agua que albergaba a más de 100 millones de metros cúbicos de agua.