PENSIÓN IMSS

Pensión IMSS: "Le debía a muchos bancos y pedí más créditos para jubilados para pagar"

La capitalización de los intereses en tarjetas de crédito es una práctica que asfixia a los mexicanos, pues crece tanto su deuda que se vuelve impagable, algo que tuvo que aprender Jorge Cienfuegos, adulto mayor que lleva más de 20 años saliendo de deudas

Créditos: Creada con IA, Midjourney
Escrito en METRÓPOLI el

El desconocimiento bancario, su mala administración financiera en el hogar y una racha de emergencias familiares fueron la mezcla perfecta para un anatocismo “infinito” que hoy le quita más de la mitad de su pensión de jubilación a Jorge Cienfuegos, un hombre de 69 años de edad que trabajó más de 40 años… para pagarle a los bancos.

Este es uno de muchos casos en México donde sacar una tarjeta de crédito es fácil, pero mantenerla sin deuda pasa de ser un desafío a un calvario, pues no saber manejar el pago de intereses puede generar que estos se incrementen al capital original, es decir, acumulando intereses sobre los intereses.

“El dinero siempre ha sido mi punto flaco, como que nunca lo he sabido administrar. Llegué a deber muchísimo dinero a Santander, Banamex, Suburbia, Inbursa… vaya, a muchos bancos y muchas tiendas”.

Jorge es parte de la estadística nacional, donde cerca del 60.2 por ciento de los hogares mexicanos tienen alguna deuda adquirida a través de tarjetas de crédito, y el 17 por ciento de sus ingresos mensuales se va en pagarla, de acuerdo con cifras de la Encuesta Nacional sobre las Finanzas de los Hogares (ENFIH).

 

Resignación de una “cartera vencida”

Para 2009 Jorge Cienfuegos ya debía casi medio millón de pesos en créditos bancarios, las llamadas eran constantes, amenazas de despachos jurídicos llegaban diariamente a su hogar y la deuda seguía creciendo.

“Para entonces, cuando me tuvieron que operar a corazón abierto, las deudas eran tantas y mi preocupación aumentaba, pero mi jefe me ayudó muchísimo, me pagó mi incapacidad, obviamente, y me siguió pagando después como si yo siguiera yendo a trabajar”.

“Cuando me pensioné, mi jefe fue tan generoso que me dio chance tres años más de seguir ahí, pero por honorarios y sólo como asesor. Ahí estuvo muy tranquilo porque iba nada más lunes, miércoles y viernes, un promedio de cuatro horas máximo; entonces, estaba súper, imagínate, mi pensión y el salario, pero ni así yo entendí y no pude pagar”, cuenta Jorge.

No obstante, su “beca”, como le llama, terminó en 2019 y fue ahí cuando se hizo a la idea real de que sólo viviría con su pensión de jubilación, pues el salario íntegro que recibía ya no seguiría sustentando a su familia y sus deudas.

Jorge Cienfuegos empezó a dar pagos más chicos a las tarjetas de crédito hasta que las dejó de pagar completamente; puso un puesto de discos en la calle de Sullivan, en la colonia San Rafael de la Alcaldía Cuauhtémoc, y siguió con su vida, ignorando los procesos de buró de crédito que lo acosaban diariamente.

“Eran deudas realmente impagables, por ejemplo, de un crédito que saqué por 50,000 pesos, de puros intereses ya me salía que tenía que pagar como 200,000, cosas así, hasta que un día les dije: ‘sabes qué, síganme hablando porque pues nunca te voy a poder pagar”.

Fue la pandemia de covid-19, a principios de 2020, cuando se despidió también del comercio informal y, por azares del destino, conoció a un hombre que había trabajado en el área de cobranza de distintos bancos y que, aunque le aseguraba que su caso no pasaría a procesos judiciales mayores, le recomendó una forma en la que se podrían negociar sus deudas, pagar y librarse de las instituciones para siempre, pues “quedas marcado en un historial negro de por vida”.

Jubilación subsana 20 años de deudas

Luego de dos décadas de deudas sobre deudas en muchos bancos y tiendas departamentales, Jorge Cienfuegos logró llegar a convenios de pago y, para poder subsanar los montos finales que lo sacarían de sus “listas negras”, volvió a endeudarse, pero esta vez con, al menos, cinco Créditos para Personas Pensionadas del IMSS en empresas diferentes, una de ellas Consubanco.

“Cuando ya estás pensionado te llueven las ofertas de créditos, entonces, pues, para salir de esas broncas, tomé esa opción y dije: ‘Ah, pues ya de una vez y ya no sigo generando tanta lata e interés, interés, interés’. Me ofrecieron buenos acuerdos, por ejemplo, de uno de 50,000 pesos que tenía que pagar ya como mínimo de convenio, terminé pagando nada más 15,000”, explica.

Este sistema, conocido como QUITA, se cobra directamente la mensualidad acordada del depósito que le hacen por su pensión de jubilación, pues son empresas coordinadas con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y con el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE)

“Sí te quitan mucha lana, pero tú ni la sientes, o sea, ni la sientes en el sentido en que no ves la acción de ir a pagar o depositar, sino que ya te lo quitan directo. Ahí ves también cuánto vas avanzado y cuando llevas, por ejemplo, hasta un 40 por ciento te ofrecen renegociar la deuda”.

A sus 69 años de edad, Jorge Cienfuegos debería recibir una pensión de jubilación de cerca de 45,000 pesos mensuales; sin embargo, los créditos con los que pagó múltiples deudas acumuladas por dos décadas lo dejan con menos de la mitad, por lo que hoy complementa este ingreso y la manutención de su familia siendo “cerillo” en un Walmart.