La vocación de servicio se lleva en el corazón y no hay edad para ella, así lo dice con orgullo y satisfacción a sus 65 años de edad, Benjamín Herrera González, de profesión Ingeniero Geólogo y quien no ha dejado desde 1975 su pasión: ser voluntario de la Cruz Roja Mexicana.
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En 1975, inició sus primeras acciones en Cruz Roja, como voluntario en el programa juventud, sin percibir un salario o gratificación, entregando ayuda humanitaria, con labor comunitaria y, desde entonces, ahí se ha mantenido. Actualmente, es parte de la delegación Estado de México, en la sede de Naucalpan, donde brinda sus servicios como paramédico y rescatista, pero también como maestro de la Escuela de Técnicos en Urgencias Médicos y como Scooter en el grupo de Scouts 87.
“Llegué a la Cruz Roja, después de un periodo difícil por una enfermedad, enfrente y afortunadamente superé, fiebre reumática y un soplo en el corazón, fueron cuatro o cinco años sin poder hacer esfuerzo físico y cuando me dieron de alta, volvía a salir a la vida y se me cruzó la Cruz Roja, me invitaron a llenar una alcancía y cuando la fui a entregar me dije de aquí soy, la vida ya estaba marcada para mí”.
Sus actividades en Cruz Roja y Scouts las compaginó durante 38 años que trabajó en una empresa minera, pues su jubilación le permite poder seguir como voluntario sin remuneración, brindando sus servicios en rescates, ayuda humanitaria, mentor, ser paramédico y ayudar en los momentos precisos a quien lo necesita.
Papá de muchos a los que transmite sus enseñanzas
Benja, como le dicen sus amigos, dice tener muchas satisfacciones, biológicamente tiene dos hijos, pero en realidad dice que tiene decenas de hijos a los que su labor le ha permitido guiar y tener grandes recompensas. “Es poner un granito de arena, es una gran satisfacción ver cómo logran su éxito, escucharlos cuando cuentan sus éxitos, verlos que ya han formado sus familias y llevan en el corazón la vocación de servicio”.
Su esposa Mariana, reconoce, es su mejor aliada y compañera en cada servicio y atención, ya que también ha sido parte de todas las aventuras, con actividades de montaña o al escalar y practicar alpinismo.
“Ya no lo hago porque no es lo mismo tener una fractura a los 20 años, que a mi edad, aunque nunca me rompí ningún hueso, pero ya no tengo la condición y ahora sólo las camino y comparto mis experiencias”.
A lo largo de los años, Benja ha atendido a cientos de personas, en accidentes, incidentes y fenómenos naturales. Recuerda que recientemente fue parte de la delegación que asistió a las labores en Guerrero por el Huracán Otis; participó en rescates en desastres naturales como inundaciones en Tabasco, en Ecatepec, accidentes con personas prensadas y, sin importar las condiciones, da todo por ayudar.
“En cada paciente que trato, en cada accidente que atiendo, siempre pienso que, para ese paciente, es el peor día de su vida, entonces no importa si solo se rompió un dedo o está muy grave, para cada persona en lo individual es el peor día de su vida y nosotros estamos preparados para atender todo, cada paciente que trato es en ese momento el más importante para mí y así se le brinda la ayuda, hacer el mayor esfuerzo para brindar la primera atención”.
Benja, recuerda que una ocasión en una farmacia lo detuvo un hombre, solo para saludarlo y darle las gracias porque le salvó la vida en un accidente y lo recuerda como paramédico.
“Soy rescatista, soy paramédico, tengo dos trabajos, y en ninguno me pagan, pero son mis trabajos porque los hago cien por ciento profesional y estoy comprometido”.
Con dedicación, llegan las satisfacciones
Hoy en día, sigue preparándose, toma cursos y es instructor de la Escuela Nacional de Especialidades de la Cruz Roja Mexicana, incluso su dedicación y profesionalismo le permitió ser el creador de la especialidad de "Cartografía y orientación en operaciones de rescate", ya que tiene experiencia en planos, búsqueda y rescate de personas, que son fundamentales para tener mayor éxito en cada labor que prestan.
Benjamín, que es parte de un grupo de más de 500 personas que conforman la delegación de Naucalpan, reconoce la importancia de la participación ciudadana, así como la oportunidad que se tiene de ser parte indirectamente de esta loable labor, con las donaciones y contribuciones que se hacen en campañas como la Colecta Anual de la Cruz Roja, que este año se realiza del 21 de febrero al 31 de mayo.
Por ello, hace un llamado a ser parte de esta colecta anual, así como mantener el humanismo y la convicción de corazón. “Todos Somos Héroes”.