Este sábado, la Ciudad de México fue testigo de un fenómeno climático excepcional: una inusual caída de aguanieve y nieve en las zonas más altas de la metrópoli. Impulsado por el frente frío número 35, este evento sorprendió a los habitantes con un paisaje invernal atípico para esta época del año, marcando una jornada memorable.
Las alcaldías de Tláhuac, Tlalpan, Milpa Alta y Cuajimalpa, ubicadas en elevaciones mayores, experimentaron este fenómeno de cerca. Localidades como Acopiaxco y Cuautzin se vieron particularmente cubiertas de nieve o agua nieve, transformando el entorno en un escenario blanco y frío, más propio de latitudes nórdicas que de la capital mexicana.
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Ante la presencia de este fenómeno, las autoridades de Protección Civil activaron alertas amarillas, anticipando bajas temperaturas y posibles heladas que podrían representar un riesgo para la población. La recomendación fue clara: evitar desplazamientos innecesarios hacia estas áreas, vestir adecuadamente para el frío, conducir con precaución y estar atentos a las indicaciones oficiales para prevenir accidentes o situaciones de riesgo.
Este evento no solo ofreció un espectáculo visual a los ciudadanos, sino que también sirvió como un recordatorio de la importancia del Suelo de Conservación en la Ciudad de México. Este territorio, que abarca más del 59% de la ciudad, juega un rol crucial en la captación de agua, regulación del clima, conservación de la biodiversidad y sustento de actividades productivas.
La Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural (CORENADR), junto con la Secretaría del Medio Ambiente (SEDEMA), ha implementado diversas iniciativas para proteger y revitalizar el Suelo de Conservación. Desde la formación de brigadistas forestales hasta la vigilancia ambiental y la reforestación, estos esfuerzos buscan preservar este valioso recurso para las generaciones futuras.
La nevada del sábado en la Ciudad de México es un recordatorio de la belleza y la fragilidad de nuestro entorno natural. A medida que enfrentamos desafíos climáticos crecientes, la conservación del Suelo de Conservación se vuelve más relevante que nunca, subrayando la necesidad de acciones coordinadas para proteger nuestro patrimonio natural y garantizar un futuro sostenible para todos.