Este miércoles, con el arranque de la temporada de liturgia conocida como Cuaresma, con el miércoles de ceniza y que culminará con jueves y viernes santos, y el domingo de resurrección; el segundo mercado de pescados y mariscos más grande del mundo, La Nueva Viga, localizado en la alcaldía Iztapalapa en la Ciudad de México, ha iniciado una de sus mejores temporadas de venta del año.
Con la típica frase “llévele, llévele” que se puede escuchar desde que entras al bullicioso mercado y con las cartulinas florecientes, amarillas, naranjas, verdes o rosas en las que se aprecian ofertas como: mojarra a 85 pesos el kilo, jaiba a 100 pesos el kilo o almejas a 75 pesos el kilo, entre otras; los vendedores reciben a los visitantes que desde este miércoles acudirán a comprar pescado a lo largo de los 40 días de Cuaresma.
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Al respecto, las autoridades capitalinas han iniciado operativos de vigilancia para garantizar la seguridad de los compradores y comerciantes durante esta temporada, así como también para garantizar que los comerciantes respeten los precios y no abusen de los compradores, además de que los productos que se comercializan cumplen con estándares de calidad y sanidad y evitar que se vendan productos contaminados o caducados.
De acuerdo con información de la Secretaría de Desarrollo Económico capitalina, para esta labor en temporada de Cuaresma en la Ciudad de México se capacitó a más de 23 mil personas en manejo higiénico de alimentos, por lo que invitan a la gente a acudir al mercado La Nueva Viga a comprar con toda confianza los productos marinos que ahí se pueden encontrar.
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En el mercado La Nueva Viga, en la alcaldía Iztapalapa, los más de 18,000 trabajadores que se dedican a la comercialización de pescados y mariscos, distribuidos en 2,318 microempresas, 77 pequeñas empresas, 17 empresas medianas y 5 empresas grandes, ya se preparan para recibir una derrama económica que se espera supere los 1,602 millones de pesos.
No todo es positivo
Desde la semana pasada, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) inició operativos para monitorear a los comerciantes de La Nueva Viga y evitar que recurran a malas prácticas en perjuicio de los compradores. Esta semana la Secretaría de Salud de la Ciudad de México emprendió distintas acciones para fomentar las buenas prácticas e higiene entre la población y entre los manejadores y preparadores de pescados y mariscos, para evitar enfermedades causadas por alimentos en mal estado”.
Sin embargo durante estas labores de la Profeco y de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México no se anunciaron medidas para apoyar a los comerciantes, que desde hace un par de meses han denunciado la falta de agua que impide el manejo adecuado de los pescados, por lo que, aprovechando de las dependencias de gobierno anunciaron con bombo y platillo el arranque de la temporada de Cuaresma, hay quienes volvieron a poner sobre la mesa la falta de agua que padecen en el mercado.
Para obtener agua, vital para la conservación del pescado, así como para efectuar las prácticas adecuadas de sanidad y garantizar que los compradores no se lleven productos contaminados o en mal estado, los comerciantes de La Nueva Viga llevan meses acarreando agua desde domicilios aledaños al mercado o a través de la compra de pipas, pagando entre 80 y 200 pesos diarios para adquirir unos cuantos baldes de este líquido. Ello, mientras reclaman la indiferencia de las autoridades capitalinas para resolver el problema.
“Ojalá y la Profeco también documente la falta de agua que hay en La Nueva Viga desde hace TRES MESES.
Los comerciantes tienen que ir a casas aledañas al mercado para llenar sus tambos de agua por 80 pesos y mantener su producto fresco”, exigió una persona en X.
VGB