Terminó la temporada de lluvia y para María Guadalupe Orozco Corral, originaria de la comunidad de Agua Blanca, en el municipio de Zinacantepec, fueron tiempos benignos que le permitieron recolectar y vender hongos silvestres en el tianguis de la colonia El Seminario, en Toluca.
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A sus 70 años, María Guadalupe está orgullosa de ser campesina y sobre todo de mantener viva la tradición familiar de recolectar hongos en las faldas del Xinantécatl, desde los últimos días de mayo hasta principios de noviembre.
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La recolección y venta de hongos en el monte de Zinacantepec le permite cubrir los gastos familiares, hasta que llegue el nuevo ciclo de recolección.
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Cada año el trabajo de María Guadalupe, junto con su hija, nietos y marido, comienza desde las primeras lluvias, “desde mayo, el mes de mayo, junio, julio, agosto y hasta ahora, pero ya son mucho menos las lluvias que hacen brotar los hongos inician las aguas y empieza el hongo”, manifestó sobre una pequeña explanada de El Seminario.
La comunera recuerda que tiene al menos 15 años subiendo al monte a cortar diversas clases de hongos para mantener a su familia, pues aun cuando ya tiene hijos grandes, ella tiene que aportar para mantener la casa que está enclavada en la comunidad de Agua Blanca, en las inmediaciones del Xinantécatl.
¿Qué tipos de hongos corta allá en el monte?
Cuenta que, en el monte de Zinacantepec, la naturaleza es rica y le permite recolectar una gran variedad de hongos, “la oreja, el enchilado, la crema, pata de pájaro, el tejamanil y el clavo”.
Acude cuatro días a la semana a las faldas del volcán Xinantécatl para hacer la recolección de los hongos que vende en el mercado.
“Me voy desde las seis y media de la mañana y regreso a la casa hasta la una o dos de la tarde”, ¿qué días los recolecta?, “los lunes, martes, jueves y viernes, son cuatro días y los vengo a vender al tianguis los miércoles y sábados”, explicó la oriunda de Zinacantepec.
Explica que, al estar en el monte, en las inmediaciones del Nevado de Toluca, ella y sus nietos cortan de la tierra sus hongos y los meten en su ayate para regresar a su hogar. Dejó en claro que no lava los hongos, pues “el agua le quita el sabor”.
“Y ya aquí los empaco en medio kilo, un kilo o lo que quiera la gente, ¿y de las especies de hongo que me acaba de nombrar, cual es la que más le gusta a la gente?, la verdad todo, porque como yo traigo todo lo que le gusta a la gente”, sonrió.
Los hongos pueden prepararse de muchas maneras
Mucha gente sólo acostumbra a preparar los hongos en caldo o quesadillas, pero doña Guadalupe Orozco recomienda hacerlos en diversos platillos.
“Mole verde, en mole rojo, con carnita de puerco, con longaniza o con popocha, que le decimos al pescado seco, con flor de calabaza, nopales o papas, yo alcanzo a hacer todo eso”, citó la señora a un costado de su puesto de hongos.
Por cada tipo de hongo que la lugareña encuentra en el monte vende en la ciudad de Toluca, dos o tres kilos, pero este depende de la cantidad que le de la tierra.
“¿Y a como da el kilo?, a poco, en cincuenta pesos, cuarenta, sesenta pesos por kilo, no es mucho, el clavo solo son las primeras lluvias cuando llega a estar a 150 pesos el kilo”
Hongos venenosos
Señaló que entre la variedad de hongos que se dan en el monte, también existen los venosos, por eso es importante conocerlos y sus marchantas ya saben que ella hace su labor con cuidado.
“Sí hay, pero hay que saber separarlos, yo como les digo a mis marchantas, yo junto lo que conozco y mi familia ya sabe, aunque sea un niño de dos años ya va conociendo qué tipo de hongo es. ¿Entonces en el monte si hay hongos venenosos?, pues sí hay, pero para que los junto, para que los traigo, el color es diferente, el tamaño, hay unos amarillos, hay otros azules, rojos y morados, pero esos ni los agarro”, ahondó doña María Guadalupe.
Cada temporada ya le esperan sus primeras ventas
Llegando las lluvias empieza a vender en el tianguis de El Seminario, y la primera venta de hongos que realiza doña María Guadalupe Orozco Corral, es con los dueños de un puesto de “gorditas”, pues al conocerla de años le compran su producto de Agua Blanca para hacer sopes, quesadillas o tacos.
En este puesto de “gorditas” el hongo recién cortado del monte de Zinacantepec se convierte en un verdadero manjar, pues quienes atienden el negocio de fritangas lo guisan con sus hierbas de olor como es el epazote principalmente.