Las artesanías en hojalata, una de las tradiciones más emblemáticas del Valle de Toluca, tiende a desaparecer por la competencia de artículos chinos de plástico, y actualmente sólo quedan cinco talleres en Cacalomacán, al sur de la ciudad capital del Estado de México.
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Jonathan Aldair, artesano de hojalata, recordó que esta artesanía la ha trabajado su familia desde hace 64 años. Él, se inició cuando vivía con su bisabuelo paterno, representa la cuarta generación dedicada a este oficio.
Comenzó limpiando las piezas que elaboraban a mano sus antepasados, “ya después me enseñaron a trazar las plantillas, el repujado y hasta el terminado”.
Sólo quedan 5 talleres que trabajan la hojalata
En Cacalomacán sólo quedan cinco talleres, “somos hermanos dedicados a la artesanía de hoja de lata, en esta región de la capital mexiquense se pierde la elaboración de marcos de espejo de diferentes dimensiones, recuerdos enmarcados, estrellas, piñatas y nochebuenas”.
Junto con Cristian Romero, su ayudante, coinciden en señalar que ninguna dependencia les ayuda a promocionar sus artesanías de hoja de lata y mucho menos dan realce a su delegación de Cacalomacán.
“No es muy turístico, entonces nuestra artesanía se va perdiendo, por eso mejor vamos a las ferias de varios estados del centro de México, llevamos nuestros productos y nos conocen un poco más que estar aquí en el taller”.
¿Cómo se elaboran las artesanías de hojalata?
Para hacer un marco mediano para un cuadro o un espejo, lo primero que se hace es marcar sobre la lámina la figura deseada con un patrón, se corta el material de acero con tijeras especiales y se afina el corte con un tipo de punzón para luego volver con una regla y remarcar la figura a obtener, se hace el detalle.
Sobre una base de plomo, con la mano izquierda los artesanos toluqueños sostienen un tipo de punzón y con la izquierda golpean con un marro para ir haciendo los puntos o el repujado.
Sobre la misma mesa de trabajo y una vez que han terminado de puntear la lámina de acero, ésta se dobla sobre una varilla y con mucho cuidado y tacto se “aplastan” los puntos que se han dado.
Con una prensa hecha por ellos mismos, hacen los dobleces para obtener todos los lados del marco y con un cautín al rojo vivo, se sueldan con estaño las cuatro esquinas, sobre los ángulos cortados a precisión por las manos artesanas.
Con el mismo cautín y una pequeña varilla en forma de lápiz, se le quitan todas las rebabas o sobrantes al marco de hoja de lata para enmarcar una fotografía o un espejo que lucirá colgado en un baño, sobre un tocador o dar luz sobre un pasillo.
Falta de apoyo para artesanías mexicanas
A pesar del trabajo que representa la elaboración de las artesanías de la hoja de lata y el valor cultural que tiene, se está perdiendo esta tradición.
Aseguran que no es porque las nuevas generaciones se alejen de esta tradición, sino porque los invaden los productos chinos que generan una competencia desleal.
“Siento un poco feo porque, ora sí, lo bonito, lo tradicional de México son las artesanías, ahora sí que falta el apoyo al artesano, no solamente para nosotros, hay infinidad de artesanías que se están perdiendo”, argumentó Jonathan Aldair.
Explican que, al no contar con el apoyo de las autoridades para impulsar las artesanías mexiquenses, se van a otras plazas para promover sus productos en hoja de lata.
Cristian Romero, quien lleva 10 años aprendiendo, puntualizó que esta bonita artesanía va a la baja porque no hay ventas, “hace falta promoción, programas de apoyo y sobre todo acciones para frenar el incremento de artículos chinos que nos invaden”.
“Muchas veces el cliente trae opciones de figuras y nosotros vemos la manera de hacerlas con nuestro material y creatividad, pero muchos se van por los productos chinos de materiales como plástico”.
Ambos artesanos recuerdan que hace años sus ventas incrementaban previo a las temporadas de Navidad, primavera y Semana Santa, pero este año no ha sido así.
Las ventas van a la baja en Toluca, las nuevas generaciones han tenido que buscar otra forma de ganarse la vida, dejando la tradición familiar para salir adelante.