La Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), el Instituto de Servicios Periciales y Ciencias Forenses (INCIFO) y la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la Ciudad de México ofrecieron una disculpa pública en reconocimiento a las violaciones a los derechos humanos y la privación arbitraria de la vida del estudiante de medicina Josafat Hasam López Balderas, quien fue encontrado sin vida en una patrulla en diciembre de 2012.
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El jefe de la policía capitalina, Pablo Vázquez, ofreció "una disculpa pública a la profesora Guadalupe Josefina Balderas Barrios”, y añadió que "después de agotar los procesos administrativos internos correspondientes los servidores públicos involucrados fueron destituidos desde el año 2015”.
"La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México asume de manera pública su responsabilidad”, agregó.
Esto ocurre tras seis años desde que, en 2018, la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM) emitió la recomendación 11/2018. En la cual, se reconocieron la posible ejecución extrajudicial de Josafat, las deficiencias de la necropsia que se le realizó y la falta de una investigación diligente en su caso. Ante ello, recomendó reabrir la investigación, ofrecer una disculpa pública y adoptar medidas para prevenir que situaciones similares se repitan.
"Hoy, con el reconocimiento de responsabilidad, las autoridades aceptan que a Josafat se le privó arbitrariamente de la vida. El acto debe impulsar la sanción a los responsables, para que no prevalezca la impunidad", señaló el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez en un hilo de 'X'.
"El reconocimiento debe también impulsar la adopción de medidas de no repetición, como la actualización de la guía para realizar necropsias, con base en el Protocolo de Minnesota, y la publicación de un Protocolo de investigación de ejecuciones extralegales", agregó.
¿Cómo ocurrieron los hechos?
Desde la sede de la Comisión de Derechos Humanos, los titulares de la SSC, la FGJ y la directora del INCIFO ofrecieron una disculpa a Guadalupe Josefina Balderas Barrios, madre de la víctima, Josafat Hasam López Balderas. Reconocieron que el 28 de diciembre de 2012, los actos de los servidores públicos permitieron la violación de los derechos del joven de 28 años.
Los hechos ocurrieron cuando Josafat se encontraba en el Barrio de Tepito, donde fue confundido con un delincuente por comerciantes, quienes lo entregaron a la entonces Secretaría de Seguridad Pública (SSP). A pesar de ser llevado con vida a una agencia del Ministerio Público en Tlatelolco, fue asesinado mediante una maniobra indebida de sujeción que le rompió el cuello.
Los elementos de seguridad intentaron encubrir el crimen, trasladando el cuerpo del joven a la patrulla que lo había llevado y sin avisar a servicios de emergencia, permitiendo así que Josafat perdiera la vida. La necropsia realizada en el Instituto de Ciencias Forenses careció de los protocolos necesarios, lo que invisibilizó la agresión que había sufrido.
A pesar de estos sucesos, las circunstancias nunca se esclarecieron adecuadamente, y el caso fue archivado debido a una necropsia mal realizada. Además, algunos medios de comunicación criminalizaron a Josafat, presentándolo como delincuente y divulgando la imagen de su cuerpo en la patrulla.
Desde entonces, Guadalupe Balderas, madre de Josafat, ha luchado incansablemente durante 12 años por justicia para su hijo y por limpiar su nombre.
“Hoy sabemos que llegó bien al Ministerio Público, esposado, y (es) público que fueron las maniobras en su cuello las que lo mataron. Esa fractura en el cuello no deja a una persona más de tres minutos viva. Fue dentro de la agencia, los mismos policías lo sacaron y lo montaron a la patrulla. Recuerdo que el personal médico forense del Instituto de Ciencias Forenses, tardó en entregarnos los restos de mi hijo…para determinar la causa de su muerte en donde debe de llevar un protocolo muy especial porque es una muerte extrajudicial".
“En ese entonces yo no sabía nada, pensaba que lo peor ya había ocurrido, porque la pérdida de un hijo es algo indescriptible, tener que enterrarlo a causa de una injusticia es algo desgarrador como madre”, dijo la madre a medios de comunicación.