La falta de patrullajes en la zona de San Juan Atzingo, municipio de Ocuilan, en el Estado de México, incrementa la tala clandestina, denuncian pobladores. Aseguran que sobre la carretera Santiago Tianguistenco-Chalma circulan camionetas de tres y media toneladas y camiones “rabones” cargados de madera de desmonte.
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Eduardo González Gómez, presidente del Ayuntamiento Indígena Tlahuica de Atzingo, indicó que en la zona sur del Estado de México ya no hay presencia ni de la Guardia Nacional ni de seguridad estatal, por lo que los talamontes operan día y noche.
Tala clandestina se incrementa en los últimos días
“Sobre todo en los últimos días, en los últimos 15 o 20 días se ha disparado como nunca, lamentablemente en la zona de los bienes comunales que se encuentran colindando con el bosque del Parque Nacional Lagunas de Zempoala, La tala sigue sin atenderse”.
González Gómez denuncia que en la deforestación que se registra en Ocuilan hay complicidad entre organizaciones delictivas y algunas autoridades.
“Los delincuentes saben con tiempo cuando se despliegan los operativos y desaparecen, pero una vez que terminan las acciones de la autoridad federal o estatal, regresan para continuar con su actividad delictiva”.
Dijo que las unidades en las que transportan la madera no son revisadas. “La madera que se extrae ilegalmente de nuestros bosques se traslada en carros, como es posible que la Guardia Nacional, la policía estatal o la Sedena no detienen los camiones para revisar que no lleven madera y si llevan y no acreditan su legal procedencia pues que los castiguen, desafortunadamente hay corrupción”.
Notable a simple vista la devastación en Ocuilan
Acompañados de comuneros tlahuicas, La Silla Rota ingresó a la zona boscosa de San Juan Atzingo y sus alrededores. Desde la carretera que conduce al Parque Nacional Lagunas de Zempoala, es notable que el monte ha sido literalmente rapado y sólo quedan ramas y troncos tirados.
Los comuneros estiman que diariamente se talan en manera ilegal entre 500 y mil árboles, principalmente en una zona de 6 mil hectáreas en inmediaciones de las Lagunas de Zempoala.
Dónde predomina la tala ilegal
La tala ilegal en el municipio de Ocuilan predomina en los bosques de las comunidades de Agua Bendita, La Piedra y Quila. Para demandar acciones en contra de esta actividad ilícita, los comuneros no descartan volver a cerrar la carretera Santiago Tianguistenco-Chalma, como ocurrió el pasado 22 de marzo.
En esa ocasión hombres, mujeres y niños cerraron todo el día el tramo que conduce a las Lagunas de Zempoala. Decenas de pobladores se organizaron y en camionetas comenzaron a vigilar sus ejidos para disminuir la incidencia de la tala clandestina.
Para hacer sus recorridos se armaron con escopetas, palos y tubos para enfrentar a quienes cortan el arbolado adulto para llevarlo a aserraderos clandestinos que se ubican en comunidades como Santa Martha y Santa Lucía.
Por semanas, los comuneros recorrían sus montes y en la orilla de la carretera abrían brechas con maquinaria pesada para impedir el paso de unidades en las que se traslada la madera ilegal.
Sólo por una semana se hicieron patrullajes en zona boscosa
Tras su protesta, se implementaron operativos con elementos de la Guardia Nacional, “pero desde hace semanas ya no hay presencia de uniformados”.
“Yo ya tengo 74 años y antes todo eso era monte y ahora sólo son laderas, ya estamos hartos, somos ignorados totalmente, entran carros (a los montes), antes entraban carros chicos, ahora entran camiones día y noche a saquear al pueblo, no hay apoyo de operativos policíacos”, reprochó María Magdalena Jiménez Raymundo.
El comunero León Gómez Pichardo, explicó que “en los últimos días se ha disparado la tala clandestina, están trabajando sobre la carretera, siguen los aserraderos ilegales trabajando, no hay operativos, no hay seguridad, la carretera está totalmente abandonada, por más que ya hicimos manifestaciones seguimos sin ser escuchados”.