Yolanda Cruz Guerrero vive encima de una mina, en la calle de Mendívil 86, en la colonia Daniel Garza. Aunque sabía que antes de que se construyeran casas ahí había minas, no sabía que tenía una tan cerca, y no le gusta. Con 70 años de vivir ahí, apenas en 2023 supo que debajo de un cuarto había un tiro que afectó algunas paredes y provocó que su casa se inclinara siete centímetros.
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El cuarto era ocupado por un primo suyo. Como su familiar vivía solo, por mucho tiempo no pasó nada, ya que no tenía tanto peso en la habitación. Pero el suelo comenzó a hundirse, tanto, que su primo debió salir y pusieron una viga para evitar que, por el hundimiento, se quebraran las paredes.
Desde hace un año ese cuarto está desocupado. Poco a poco creció el hueco. Incluso, comenzaron a salir ratas. Entonces Yolanda lo tapó con una red metálica y llamó a las autoridades de la alcaldía Miguel Hidalgo para pedir su ayuda y saber si el hoyo de alrededor de un metro cuadrado y que deja ver tierra, ponía en riesgo su casa.
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Personal de Protección Civil de la alcaldía acudió y abrió más el hueco al suponer que había una oquedad mayor, explica a La Silla Rota el director del área, José Federico Piña. Con equipo especial revisaron el terreno para ver si el hueco era mayor. De haberla encontrado a 10 metros de profundidad, la evacuación de la casa era el siguiente paso.
La casa de Yolanda se encuentra en una de las cinco colonias de la alcaldía Miguel Hidalgo cercanas a la nueva línea 3 del Cablebús, donde hay registro de que había minas todavía a inicios del siglo pasado.
Eran minas de material para construcción. El crecimiento urbano absorbió esa zona que se convirtió en las colonias Daniel Garza, Ampliación Daniel Garza, América, 16 de septiembre y Observatorio. En el caso de Yolanda, quien tiene 70 años, fue su abuelita quien compró un terreno ahí, edificó una construcción, se la dejó a su mamá quien a su vez se lo pasó a ella.
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Incertidumbre
Pero ahora reconoce que siente incertidumbre por lo que ve en su propiedad. Una sensación que se hizo colectiva en la colonia cuando comenzaron las obras del Cablebús, pues el sistema de transporte elevado pasa por Constituyentes, aledaño a la colonia. Algunos incluso dijeron que los pilares fueron ubicados entre minas.
Las autoridades capitalinas hacían juntas cada cierto tiempo, para informar, pero después de la inauguración, el 24 de septiembre, ya no han sido convocadas. Escuchaban a los vecinos sobre los pequeños socavones que se ven en las esquinas o en medio de las calles. Incluso, hicieron algunos rellenos, uno de los cuales fue en Mendivil, frente a la casa de Yolanda, apenas el 21 de agosto pasado.
Pero como no hay estudios detallados de cómo son las minas, sus recorridos y distancias, en el caso de la casa Yolanda la distancia del punto donde se hizo al relleno a donde está la oquedad, unos 15 metros, no es garantía de que ayude a tapar lo que hay debajo del hoyo que ella mostró a La Silla Rota.
Además, tampoco es solo rellenar por rellenar, sino que debe ser un material acorde a lo que hay debajo. El relleno reacciona diferente si hay roca sólida abajo o si se está desmoronando. Se tienen que hacer estudios con el líquido que se pretende inyectar y saber su alcance, si es local o ver hasta donde se extiende. Puede incluso generar algún problema, y no hay estudios de laboratorio.
“Es incierto porque los ingenieros de campo dicen que no van a rellenar minas pero en gabinete del gobierno capitalino dicen que sí y que sí hay anomalías”, explica el geólogo e integrante también del área de Resiliencia de la alcaldía, Mario Montoya.
Estas anomalías o cavidades presentan diferente composición. Algunas están colapsadas, otras no tienen relleno o son de diferentes materiales, añade el técnico.
Minas llegaban a Chapultepec
Víctor, vecino de la calle Camino de Los Toros, tiene 80 años de vivir en la Daniel Garza. Recuerda que él siendo niño y otros amigos de entonces sí se metieron a las minas y algunas llegaban a lo que ahora es la segunda sección del Bosque de Chapultepec.
Al paso del tiempo y la urbanización, encima de las minas se construyeron casas. Aunque fueron rellenadas, se hizo con material diverso, sin mucho cuidado por los aspectos técnicos, reconoce Piña.
A ello se suma que hay muchas casas que al paso de los años han crecido de manera desordenada y entonces el peso comienza a hundir el piso y las paredes se agrietan. Eso es lo que pasa con la casa de Víctor, cuyo patio se observa hundido, agrietado, igual que algunas paredes.
Jorge Manzur vive en 8 de Septiembre, al lado de Constituyentes. Dice que el tema de las minas se sabe de años en la colonia. Pero falta un plan integral de parte del gobierno capitalino. Eso incluye a Constituyentes que además diariamente es usado por pesados camiones.
En su casa él no ha sufrido afectación porque se hizo un estudio de mecánica de suelos cuando fue construida, pero el asfalto de su calle sí se ha hundido. Dice que cuando inició la construcción del Cablebús, nadie les avisó y por eso los vecinos se quejaron del nuevo sistema de transporte.
Minas, una amenaza
De acuerdo con el Estudio Geofísico en la modalidad de Imagen de Resistividad Eléctrica y GPR, realizado por las Secretarías de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil y la Secretaría de Obras y Servicios del gobierno capitalino, la zona representa una potencial amenaza.
“La zona fue previamente explotada como mina y ha sido objeto de procesos de urbanización, lo cual ha resultado en una potencial amenaza para la integridad de las estructuras civiles y la seguridad de los habitantes que han ocupado dichos terrenos”, se lee en el estudio, hecho precisamente a partir de la obra del cablebús.
“Es importante señalar que las autoconstrucciones realizadas han contribuido significativamente al deterioro del entorno del estudio. Además, los sistemas de drenaje implementados desde las construcciones civiles muestran deficiencias al desembocar en cavidades existentes en el subsuelo, lo cual contribuye y agrava la situación encontrada”, se lee en las recomendaciones.
Sobre las colonias Daniel Garza, Ampliación Daniel Garza y América se han presentado asentamientos y hundimientos del subsuelo debido a la posible existencia de túneles de cavidades (minas) que fueron generados por la explotación de materiales para agregados a la construcción, en este caso, tepojal, que es de origen volcánico.
El estudio se realizó sobre esas colonias y la 16 de Septiembre y Observatorio, aledañas al Cablebús. Pero los hundimientos por minas también están en colonias con mejores edificaciones, como San Miguel Chapultepec, dice el director de Resiliencia y Protección Civil de la Miguel Hidalgo, José Piña.
En la cerrada de Ignacio Esteva, atrás del mercado de El Chorrito, hay un lote baldío, donde abajo hay una mina. Debido a ello, el zaguán parece ser engullido por el terreno y luce chueco. Una barda cercana a una case aledaña comienza a inclinarse hacia abajo. El piso está sumido.
Pero ahí la alcaldía no ha podido hacer mucho porque no han encontrado al dueño, pese a buscarlo en el Registro Público de la Propiedad, pero su nombre está protegido, concluye el funcionario.
VGB