MIGRANTES EN CDMX

Plaza de la Soledad, el "hogar" de migrantes en la indigencia

Cientos de migrantes de Venezuela, Guatemala, Honduras, Colombia y África viven en campamentos improvisados, sin servicios, entre basura y acechados por extorsionadores, debido a la falta de atención de las autoridades

Personas que llegaron de Venezuela, Guatemala, Honduras, Colombia y África conviven en una pequeña colonia en la que las viviendas son tiendas de campaña maltrechas y pequeñas cabañas de madera.
Personas que llegaron de Venezuela, Guatemala, Honduras, Colombia y África conviven en una pequeña colonia en la que las viviendas son tiendas de campaña maltrechas y pequeñas cabañas de madera.Créditos: Raúl Estrella | LSR
Escrito en METRÓPOLI el

Desde hace cuatro años, la Plaza de la Soledad se convirtió en el refugio para cerca de miles de migrantes que esperan recibir asilo en Estados Unidos.

Personas que llegaron de Venezuela, Guatemala, Honduras, Colombia y África conviven en una pequeña colonia en la que las viviendas son tiendas de campaña maltrechas y pequeñas cabañas de madera.

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El alojamiento se ubica en medio de una alameda rodeada de basura, camiones que recorren la ruta Chiapas-Ciudad de México en la que no hay agua potable ni sanitarios. 

Por las tardes, cerca de 15 niños suelen jugar futbol entre la basura y las personas en condición de calle que duermen en la explanada. 

De acuerdo con el párroco de la iglesia de Santa Cruz y Soledad, Benito Javier Torres, los centroamericanos comenzaron a llegar porque ofrecía albergue a personas en situación de calle durante el invierno.

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En algunas noches, el templo llegó albergar hasta a 2 mil personas, la mayoría extranjeras. Debido a la presencia de familias, restringió el acceso a los indigentes cuando ocurrió una pelea dentro del templo.

Para que pasaran la noche, las bancas fueron acomodadas en una capilla. Cuando se ofrecía misa, el sacerdote colocaba sillas, pero, desde hace unos meses, dejó de brindar asilo por trabajos de mantenimiento en la iglesia.

Los días lunes, miércoles y viernes, el sacerdote ofrece desayunos a los extranjeros y cada 15 días regala comida y ropa.

Raúl Estrella | LSR

En ocasiones llegan Médicos sin Fronteras y personal de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), quienes los ayudan a solicitar la cita CBP ONE e integrantes de asociaciones civiles para hacer actividades recreativas con los niños.

Cuando necesitan ir al sanitario, los migrantes pagan entre cinco y 7 pesos en los baños públicos de la zona y 20 pesos por el servicio de regaderas.

De acuerdo con la jefa de la oficina de terreno en la Ciudad de México de la ACNUR, Alejandra Carrillo, los campamentos demuestran la falta de atención de las autoridades para ofrecer una estancia digna a la población en movilidad.

“Los retos que enfrentan en estos asentamientos irregulares son muy grandes en términos de seguridad, pero también de salud (…), falta de acceso a agua potable; además, los vecinos de estos espacios se han manifestado en contra de la presencia de estos campamentos que generan tensiones con la población en contexto de movilidad social”, indicó.

Además, piensa que debe implementarse una política pública que ayude a integrar a la sociedad a quienes solicitan refugio en el país.

Raúl Estrella | LSR

De paso por la Plaza de la Soledad 

Hace ocho meses, Giovanni de León, de 58 años, llegó a la Plaza de la Soledad; huyó de Guatemala porque extorsionadores lo amenazaron de muerte si no pagaba el “derecho de piso”.

“Puse un negocio, pero desgraciadamente nos extorsionaban mucho, decidimos salir del país. Allá cobran 300 diarios de extorsión, por el negocio que tengas (…) Vas al Ministerio Público y te hacen caso hasta después de un año, para ese tiempo ya estás muerto”, expresó.

El viaje no ha sido fácil porque en Arriaga, Chiapas, elementos del Instituto Nacional de Migración (INM) bajó a su esposa y dos hijos de un autobús.

Para subsistir vende cigarros que consigue en el mercado de La Merced y en Tepito.

Al día gana entre 100 y 200 pesos diarios, dinero que trata de ahorrar para enviar 800 pesos quincenales a su familia, que se encuentra en el refugio de la iglesia de San Francisco de Asís, en Tonalá, Chiapas.

El próximo 5 de octubre tendrá que estar en Tijuana, Baja California, donde solicitará asilo en Estados Unidos, para llegar a la cita espera que amistades lo ayuden a pagar un boleto de avión, cuyo costo aproximado es 3 mil pesos.

Raúl Estrella | LSR

En busca de un espacio para ser yo misma

Ante el temor de ser asesinada como sus amigas, Alejandra Hernández, mujer transexual de 26 años, abandonó Nicaragua.

Un mes antes de salir de su país, estuvo presa por su condición de género, al recuperar su libertad, la policía continuó acechándola.

Sin dinero y en compañía de su pareja cruzó Guatemala y El Salvador. Para sobrevivir comía mangos que arrancaba de los árboles.

En Tonalá, elementos del Instituto Nacional de Migración (INM) retuvieron la caravana en que viajaba y junto a tres mujeres transexuales la amenazaron con llevarla a un sitio en donde la iban a violar y matar, pero al verla defenderse, dejaron de molestarla.

A cuatro meses de llegar a la Plaza de la Soledad, trata de solventar sus gastos trabajando como estilista. Su deseo es llegar a Estados Unidos para trabajar y abrir un negocio.

Raúl Estrella | LSR

VGB