Una llamada telefónica salvó la vida de Víctor, quien, de puro milagro, se salvó de morir aplastado por la dovela de concreto de 90 toneladas que cayó sobre dos vehículos en la Calzada Mina de Arenas, en la zona de obras del Tren Interurbano México-Toluca. El auto que quedó destrozado bajo la estructura pertenece a él. Víctor asegura que cotidianamente él o sus hijos están adentro de la camioneta, pero, por un “milagro”, cuando cayó la estructura, ni él, ni sus familiares, se encontraban en el lugar.
“Gracias a Dios estoy bien. Fue frustrante. No estuviera yo aquí, si no me mandan llamar a almorzar, sino, yo estuviera allá abajo atrapado”.
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Alrededor de las 10 de la mañana un estrepitoso estruendo y vibración en la tierra encendió las alertas entre vecinos de la colonia Acueducto, de la alcaldía Álvaro Obregón. Una nube de polvo cubrió momentáneamente la zona y, minutos después, los vecinos se percataron de que había dos autos bajo los escombros. Los habitantes creyeron que Víctor había quedado bajo la dovela, incluso, estuvieron a punto de notificarle a sus familiares que estaba prensado. -Venía yo bajando y todos los vecinos se sorprendieron. Yo bajo, veo mi camioneta hecha trizas, es algo frustrante, algo impactante-.
Los daños materiales, refiere Víctor, pasan a segundo plano, sin embargo, lamenta que su vehículo se haya perdido totalmente porque invirtió mucho esfuerzo en comprarlo. Él labora como checador de la Ruta 5 y su auto le servía para trasladarse a su zona laboral.
Este 17 de enero Víctor no pudo ir a trabajar y tampoco pudo llevar a su hija a la escuela debido a que debe estar pendiente de los trámites que le indiquen las autoridades para resarcir los daños causados. En la Fiscalía le notificaron que hasta que se lleven a cabo los peritajes correspondientes, se acordará si es la empresa italiana Rizzani de Eccher la que deberá pagarle el vehículo.
“En la Fiscalía nos dijeron que todo bien, que se van a hacer responsables. No se sabe bien quién se va a hacer responsable. El peritaje se va a determinar en máximo una semana. Puede pasar más de un mes (…) Tenemos que buscar la manera de traer otro sustento para la familia. Ellos me dicen –espérate-. Hoy mi hija no fue a la escuela por andar aquí, si yo no ando aquí, ¿quién más? ¿quién se va a ir a trabajar?”.
La obra del Tren Interurbano México-Toluca, que se inició oficialmente en 2014, en el sexenio de Peña Nieto, fue retomada en la administración de Andrés Manuel López Obrador. El subsecretario de Desarrollo Metropolitano, Pablo Basáñez, aseguró en su momento que el tramo Toluca- Santa Fe estaría listo a finales de 2022, sin embargo, las obras en esta zona aún están lejos de terminar.
Víctor señala que, desde que se reanudaron las obras en la zona, solicitaron a las autoridades de la alcaldía mayor seguridad en la zona debido a la maquinaria pesada y el flujo de vehículos que deben transitar por Calzada de las Minas como consecuencia de la restricción para automovilistas en las inmediaciones. Sin embargo, hasta este momento, sus demandas no han sido atendidas.
Vecinos se oponen a la construcción del tren por inseguridad y falta de agua
Gilberto Hernández López, quien vive y trabaja en una tienda de abarrotes que se encuentra a solo unos pasos de las obras, señala que apenas hace 15 días se cayó otra pieza de concreto junto con la máquina, sin embargo, no hubo afectaciones mayores porque el concreto cayó al interior del área que permanece acordonada.
Miguel Sebastián, otro vecino de la colonia Acueduecto, denuncia que desde que se reiniciaron las obras del tren, tienen cortes de agua los fines de semana, razón por la que han encabezado bloqueos en Avenida de las Torres.
"Nos cortan el agua por lo regular cada mes, sobre todo los fines de semana. Viernes, sábado y domingo (...) Las autoridades no reparan, para mí que abren las llaves y ya cae otra vez el agua. Ni Lía Limón, ni el secretario de Obras han hecho nada, ni los de la obra nos han dicho nada".
Sebastián refiere que los vecinos se oponen al Tren Interurbano porque existe el rumor de que los quieren desalojar para construir plazas y centros comerciales en el área. -Yo nací aquí, tengo 65 años de vida. imagínese que nos lleguen a desalojar-.
El ruido de la máquinas que trabajan durante la noche también ha afectado la vida de los habitantes de Acueducto.
"La grúa que tienen allá arriba hace mucho ruido, trae como una chicharra y toda la noche está en friega. Todos amanecemos de malas, no nos dejan dormir. Mi esposa se va a las 5 de la mañana porque no la dejan dormir".
Sebastián no ve ni para cuando vayan a terminar la obra. Señala que las autoridades se han 'echado la bolita', mientras los únicos afectados son ellos.
"Ya tienen seis o siete años con eso. Que ya terminen para que no nos den molestias, pero se ve que no hay voluntad de terminarlo. Uno a otro se echa la bolita, que Obrador, que Peña Nieto, que el de Obras. Lía Limón, que bueno que haya venido, pero vino a hacer política, porque si ella quisiera también ayudar pues ya hubiera mandado a Protección Civil".
José, quien trabaja en un taller mecánico de la zona, acusa que los trabajadores de la construcción siempre trabajan mal. Además señala que la obra afectó la llegada de clientes al taller debido a que los carros no pueden circular libremente por Calzada de las Minas.
"Ya llevan mucho rato con esa obra. Luego descansan, a lo mejor fue un descuido, luego andan tomados. La obra nos afecta en el trabajo porque no hay clientes. ¿Cómo se van a meter? ¿Caminando? Cuando hay desabasto de agua tenemos que hacer desastre en las avenidas para que el gobierno nos voltee a ver".
Dulce, habitante de la zona, señala que hasta les han cortado el servicio de internet debido a las obras.
"Hay falta de agua, falta de luz, lo de Total Play también lo han cortado. Hay mucho desastre. Las autoridades nunca nos han preguntado nada".