EL CARRIZOS

El Carrizos, el ladrón que le robo a expresidentes y se volvió el rey de los zorreros

Inicio su carrera criminal como carterista y se profesionalizó en robo a casa habitación. Entre sus victimas más famosas están el exfutbolista Hugo Sánchez y los expresidentes Luis Echeverría y José López Portillo

El Carrizos, el rey de los zorreros: le robo a expresidentes
El Carrizos, el rey de los zorreros: le robo a expresidentes Créditos: Especial
Escrito en METRÓPOLI el

Famoso por haber robado a ex presidentes y gente adinerada sin haber realizado un disparo, ‘el Carrizos’ es un referente particular en la historia criminal de México. Han pasado 15 años desde la última detención del llamado ‘rey de los zorreros’ y no se ha vuelto a saber de él, acrecentando un poco el mito del ‘ladrón viejo’.

El 14 de octubre de 2008 se presentaba por última vez a Efraín Alcaraz Montes de Oca, alias ‘el Carrizos’, detenido por cometer el delito que le dio fama y también dinero, robo a casa habitación.

Luego de esta detención, junto a uno de sus compañeros de años atrás en el oficio de ser zorrero, Gustavo Aguilar Martel, alias ’el Mayer’, pareciera que ‘el Carrizos’ abandonó su carrera delincuencial y por lo mismo, no se volvió a saber de él.

El martes 14 de octubre la Procuraduría General de Justicia del entonces Distrito Federal (PGJDF) presentó al reconocido zorrero Alcaraz Montes de Oca, quien al ser detenido mintió obre su identidad.

“No obstante, a partir de ese momento, octubre de 2008, permanecieron recluidos alrededor de seis años cumpliendo condena; después de ‘el Carrizos’ poco o nada se sabe como si se lo hubiera tragado la tierra o alcanzado la paz interior. Desapareció.”, relata el libro Archivos Secretos de la Policía, editado por el 95 aniversario del periódico La Prensa, famoso por sus notas y crónicas de la nota roja durante décadas.

Entre las victimas más famosas del ‘Carrizos’ están el exfutbolista Hugo Sánchez y los expresidentes Luis Echeverría y José López Portillo.

“En tanto tiempo que tengo de ladrón, pues yo creo que he robado media Ciudad de México”, decía ‘el Carrizos’ en una entrevista en televisión en una de sus tantas detenciones.

Pero el comienzo delincuencial de Alcaraz Montes de Oca se remonta la década de los 60 en una familia muy humilde, sin conocer cosas que para otros niños serian comunes como un juguete o ropa, ni siquiera un pastel de cumpleaños.    

Primero fue la necesidad y posteriormente la ambición lo que lo llevó al mundo del robo, aseguraba, primero de bolsos de mujer y bicicletas, para pasar a hurtar mansiones de gente adinerada y de políticos.

“No es tanto la codicia, sino que desde muy chamaco pasé hambres y carencias, nunca supe lo que era un regalo o un pastel de cumpleaños, crecer de esa manera es duro”, decía el singular ladrón.

De robar a personas en su barrio y salir corriendo a toda velocidad, ayudado por su complexión delgada, la cual da origen al apodo del ‘Carrizos’, pasó a convertirse en un carterista o alguien que usaba el famoso ‘dos de bastos’ para robar a la gente sin que se diera cuenta, gracias a su amistad con Rafael Infante el ‘Cuatro vientos’ o el ‘Dedos de Seda’, carterista de profesión.

‘El Cuatro Vientos’ había pasado una estancia en los Estados Unidos usando y perfeccionando sus técnicas de carterista, las cuales mostró al ‘Carrizos’ a su regreso a la Ciudad de México.

Efraín Alcaraz hizo carrera de ladrón y carterista pero obtuvo su ‘maestría’ en robo a casa habitación de un sujeto al que apodaban ‘el Elotes’.

Fue a través de duelos de baile en un lugar llamado El Polvorín de la colonia Prohogar, en Azcapotzalco, que ‘el Carrizos’ ganó la amistad de ‘el Elotes’ y luego le aprendió sus técnicas o “artegios”, como ellos les llaman.

A partir de esa amistad, ‘el Carrizos’ ganó fama no sólo entre ladrones, sino a nivel general por haber robado a grandes políticos de la vida nacional.

Esa misma fama y hazañas delincuenciales lo llevaron a ser elegido como uno de los principales entrevistados por el productor cinematográfico mexicano Everardo González para el documental Los ladrones viejos.

Estrenado el año 2007, Los ladrones viejos cuenta la historia del ‘Carrizos’ y otros criminales que en décadas pasadas operaban sin violencia, con códigos de honor y usando sus mejores “artegios”.

‘El Carrizos’ narró con detalle en este documental cómo es que entró y robó al entonces presidente Luis Echeverría.

Fiel a su estilo, aquella mañana del robo salió con su cómplice y a bordo de su auto recorrieron el Periférico para evaluar donde dar su siguiente golpe. Las opciones eran Las Lomas, el Pedregal o Polanco, sin embargo, terminó en otro barrio en casa de un presidente.

“Me fui hasta San Jerónimo y me salgo por la lateral, y entonces vi una casa que estaba custodiada por, había gentes de civil y había soldados”, relató el zorrero, y de cómo luego de que su cómplice entrara a la casa y le abrió la puerta, encontró un enorme botín dentro.

“Abrí el closet y encontré un baúl así grande, y a la hora de que yo lo abro ¡cuál es mi sorpresa! ¡Lleno de alhajas, pero repleto de alhajas!”, recordaba para el documental sobre el robo al mandatario nacional.

También el que fuera regente del Departamento del Distrito Federal durante 14 años, Ernesto P. Uruchurtu cuenta entre las víctimas del ‘rey de los zorreros’.

“En el año de 1965, cuentan los expedientes policiacos del entonces Distrito federal, que Efraín Alcaraz Montes de Oca ingresó a la residencia de Ernesto P. Uruchurtu, conocido como ‘El regente de Hierro’”, asegura el libro Archivos Secretos de Policía.

Y a pesar de haber estado tras las rejas desde muy joven y haber hurtado millones, ‘el Carrizos’ presumía tener un código para trabajar.

“Nuestros códigos eran de que entre nosotros no hubiera ‘chivatazos’, no hubiera denuncias, que yo lo denunciara a usted o que usted me denunciara a mí. La otra regla que teníamos en mente era de no lastimar a nadie adentro de una casa”, decía en uno de los fragmentos de las entrevistas que dio para realizar el documental.

Por su participación en el documental, Efraín Alcaraz denunció en su momento que no había recibido las regalías acordadas con el documentalista.

Lo cual fue desmentido por el también realizador de documentales como La libertad del Diablo y La canción del pulque.

Fue así que a sus 67 años y luego de un robo frustrado a un taller mecánico en la colonia Pradera, hace 15 años se terminó la carrera de un cleptómano muy particular, alguien que llego a usar la frase “ladrón que roba a ladrón…”.

VGB