Septiembre es el mes patrio donde se hacen presentes los platillos de pozole, los chiles en nogada, las tostadas y los colores tricolores se encuentran en todos lados, incluso en los fuegos artificiales que se lanzan desde Palacio Nacional donde el presidente de México da el grito a las 23:00 horas.
La “tradición” de echar cohetes en México no es gracias al buen ánimo y el ambiente mexicano, esta tradición va más allá del siglo IX en China, donde se creó la pólvora.
El libro “La Ciudad Oculta” escrita por Héctor de Mauleón cuenta que, según Bernal Díaz del Castillo, un conquistador español, al desembarcar en Veracruz, Hernán Cortés mandó a sus artilleros a “que tuviesen muy cebadas las lumbreras con un buen golpe de pólvora para que hiciesen gran trueno cuando las soltasen” es decir, que se soltarán cohetes al por mayor al arribar.
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Mauleón lo llama como un “performance formidable” pues al desembarcar, Cortés bajó a caballo con docenas de españoles, mientras los artilleros retumbaban el cielo, los indígenas quedaban impresionados con la escena y a muchos de ellos les generaban un temor.
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Cabe destacar que según varios historiadores afirman que los indígenas veían a los españoles como dioses, pues eran personas nuevas a caballo, incluso con otro color de piel; el texto retoma la idea y menciona que se tenía la ilusión de que los conquistadores llegaban desde los cielos, de donde venía el dios del fuego.
“El tronar los cohetes recordaba a los indios lo sobrenatural y permitía establecer una suerte de conexión con lo divino” escribe Héctor.
Conforme avanzó la conquista española vinieron los problemas ya que al usar esto dejaba en claro que era algo peligroso, de hecho, la Corona española decidió regular la venta ya que generaban muchos incendios y accidentes a extremidades a personas.
Actualmente, la costumbre de tronar cohetes se extiende en fiestas patronales, navidad, año nuevo, bodas, 15 años y en muchas otras festividades, con un solo objetivo, anunciar a la gente que hay fiesta y que eso se debe de celebrar.
Hoy en día el mexicano no le tiene miedo a la pólvora, basta con ir a la Merced o Tepito, para comprar docenas de cohetes y reventarlos en las fiestas patrias, luces de colores, retumbantes y silbantes tronidos acompañan la madrugada del 16 de septiembre, para que un día después, se ponga en marcha la contingencia ambiental para “cuidar del medio ambiente”, mientras que desde Palacio Nacional un día antes se tronaron kilos de pólvora.