En el asesinato de Eduardo Casañas Calzada, director jurídico del penal federal de Guanajuato, cometido ayer, la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de Ciudad de México tiene como línea de investigación la amenaza de muerte que lanzó contra el funcionario el capo Miguel Ángel Treviño, alias Z-40, fundador del Cártel de Los Zetas.
La esposa de la víctima narró a elementos policiales que Eduardo había sido advertido por "Z-40" -cuya extradición solicitó el gobierno de Estados Unidos a México-, que iba a matarlo, según se desprende de informes ministeriales consultados por La Silla Rota.
El alto funcionario del penal federal de Guanajuato fue asesinado este lunes 31 de julio de 2023 por un sicario profesional en calles de la alcaldía Iztapalapa, donde recibió balazos en cabeza y cuello que le causaron una muerte instantánea.
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El arma utilizada en el crimen que se realizó por encargo en la colonia El Rodeo, alcaldía Iztapalapa, es una pistola calibre nueve milímetros.
Eduardo Casañas Calzada fue ejecutado cuando abordó su vehículo, y su esposa reveló que había recibido amenazas del sanguinario ex líder de Los Zetas, Miguel Ángel Treviño.
Según reportes oficiales, la víctima recibió varios impactos de bala a bordo de un vehículo Chevrolet Tracker color rojo, en la calle Moyahua y Nautla, colonia El Rodeo, alcaldía Iztapalapa.
El servidor público aprovechó su descanso para regresar a su casa en Ciudad de México y pasar el tiempo con su familia; ni su domicilio ni su vehículo eran ostentosos.
Decidieron salir para ir a cenar, sin embargo él se adelantó y cuando subió a su vehículo un sicario ya lo esperaba y le disparó balazos certeros que acabaron con su vida.
Al lugar llegaron policías y paramédicos que únicamente confirmaron que el hombre ya había fallecido y hallarlo 4 casquillos calibre 9 milímetros.
Las primeras diligencias quedaron asentadas en la carpeta de investigación CI-FIEDH/2/UI-1CD/00286/07-2023 por el delito de homicidio por arma de fuego.
Una de las líneas de investigación es que el crimen pudo haber sido ordenado por “Z-40”, un narcotraficante conocido por su alto nivel de peligrosidad y de violencia, a quien se le atribuyen decenas de asesinatos de servidores públicos, policías, rivales y de los propios miembros de Los Zetas.