“Ya no hay dinero en los cajeros automáticos”, “Fórmense para pasar directo a ventanilla, pero hasta donde alcancen a pagarles”, “Cerramos a las 4:30 P.M., si no llegan regresen otro día”, son los avisos que escuchan adultos mayores que intentan cobrar su pensión de 4 mil 800 pesos en sucursales del Banco del Bienestar.
Una mujer con vestimenta y chaleco color guinda, con la leyenda Secretaría del Bienestar, se acerca alrededor de las cuatro de la tarde a la fila de adultos mayores para darles a conocer que el banco cierra a las cuatro y media.
Dice que “los cajeros sí sirven, pero desde ayer a las dos de la tarde se acabó el dinero” y no ha acudido personal a reabastecerlos, por lo que deben pasar a ventanilla, donde únicamente hay dos personas que dejan de laborar a las cuatro y media.
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A una señora de 72 años de edad se le pregunta si no es preferible esperar algunos días más que tener que sufrir de pie largas horas y con altas temperaturas o lluvia, como lo que ha padecido desde la semana pasada que no ha podido cobrar.
“Mire, a mi me urge el dinero, el dinero se va muy rápido, yo no puedo estar para esperar más, así que a sacrificarse, ni modo”, señaló.
Dos mujeres adultas mayores le solicitan amablemente que pongan cartelones con información clara, sobre todo del requisito de presentar una copia de su credencial del Instituto Nacional Electoral (INE) o de otra identificación oficial, pues la mayoría no la llevan porque no se les avisa.
“Tiene que traer una copia…la pide el banco, es para su control, para ver cuánto dinero está saliendo de aquí”, responde la trabajadora de la Secretaría del Bienestar.
Le solicitan que intervenga para acelerar los cobros, particularmente para la gente de la tercera edad que va sola.
“Yo la comprendo porque yo atiendo a los adultos mayores, pero yo ya no puedo hacer nada porque yo no pertenezco al banco, yo pertenezco al Bienestar (secretaría)”.
Aunque las filas no son interminables como hace unos días, el problema es que no hay dinero suficiente en los cajeros automáticos. Uno de los testimonios da cuenta de este problema, es del señor Efrén, quien dijo que por tercer día consecutivo ha intentado cobrar su pensión del Bienestar.
Afuera de la sucursal que está en calzada Vallejo, casi esquina Coltongo, alcaldía Azcapotzalco, manifestó que ha ido a bancos que están en esa demarcación y en Parque Vía. “Las colas realmente están largas, todos están buscando cobrar, llega la hora de cerrar y ya no atienden a nadie, y los cajeros no funcionan”.
“Son dos pagos que están igual…ya son cuatro meses que no están funcionando los cajeros”, comentó.
La señora Leticia García, de 65 años de edad, se quejó de la falta de información sobre los requisitos para acceder a los 4 mil 800 pesos.
“Hay mucha gente, debe haber un poco de más información, poner cartelones de qué se necesita, ahorita que llego aquí me dicen que hay que traer una copia fotostática y además un teléfono, eso no está escrito en ninguna parte, si no trae las cosas pues ya no pasa, vamos a ver si puedo cobrar, sino a regresar mañana”.
Ella al igual que otras personas beneficiarias, algunas con bastón o dificultades para caminar, tuvieron que buscar un sitio donde sacar sus copias fotostáticas, “requisito indispensable” en el Banco del Bienestar. Es la banca mexicana en manos del gobierno: burocrática. Hay desinformación, falta de personal, deficiente atención y no existe empatía con los adultos mayores que hacen sacrificios para recibir su dinero.
En la sucursal que está entre Cerrada de los 100 Metros y Vallejo, en la colonia Magdalena de las Salinas, alcaldía Gustavo A. Madero, la situación es la misma.
Los cajeros automáticos tampoco tienen dinero en efectivo. “Me dijeron que no hay dinero en el cajero, que solamente en ventanilla, y depende de la gente que haya, hasta donde alcancen hacen el corte”, comentó el señor Moisés.
Algunos adultos mayores prefieren no quejarse de la situación que tienen que padecer para cobrar su pensión del Bienestar, pues temen que haya represalias del gobierno de la 4T y que les dejen de pagar.
“Ahora sí que qué hacemos, igual y nos están poniendo un ´cuatro’, yo cómo sé que usted es reportero, cómo sé que no está midiendo por quién voy a votar”, reclamó fuera de grabación un hombre que siguió en la fila con la esperanza de que lo atendieran en ventanilla.
DJC