La Unión Tepito al parecer reclamó 50% de las ganancias generadas en el “Dolls Drinks” y, al no obtenerlas, cobró con sangre. El asesinato de los dueños del local apunta a una venganza, más que a una extorsión, dijeron detectives a La Silla Rota.
Autoridades indagan, incluso, si la orden de asesinar a los propietarios del establecimiento -famoso por sus "licuachelas” y “reventones”- la dio desde prisión, Óscar Andrés Flores Ramírez, “El Lunares”, uno de los principales líderes del grupo criminal, quien, según versiones, invirtió dinero para la apertura del local.
El negocio inició en 2020 con un éxito inusitado. Los fines de semana, sólo por entrar a los conciertos, el costo del “cover” era de 100 pesos por persona, y se llegaban a reunir unas 500 por día, es decir los ingresos únicamente por este con concepto eran de al menos 50 mil pesos en sábado o domingo.
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Aunque la ganancia más importante estaba en la venta de alcohol, pues una “licuachela” costaba entre 200 y 280 pesos dependiendo de los ingredientes, y la Unión Tepito quería una parte.
El boom del establecimiento y una aparente “sociedad” fallida son investigados como posibles móviles del homicidio de Adrián Mendoza Bustamante y Diana Odely Rodríguez Martínez.
Los policías dan por hecho lo que todos saben en el barrio: solamente alguien poderoso pudo haber mandado ejecutar al que fuera socio de Óscar Andrés Flores Ramírez, “El Lunares”, así como a la sobrina de Francisco Javier Hernández Gómez, “Pancho Cayagua”, fundador de la vieja guardia de La Unión Tepito.
Comentaron que pese a que este pionero de la organización fue asesinado a balazos la tarde del 11 de octubre de 2017 en el estacionamiento de La Comercial Mexicana de avenida Insurgentes y Ticomán, alcaldía Gustavo A. Madero, “sus familiares todavía mantienen respeto e influencia en el barrio”.
El matrimonio de Adrián y Diana Odely también era respetado. “Era gente que pesaba, no cualquiera iba a llegar a extorsionarlos, él por sus nexos con ‘El Lunares’ y ella por ser sobrina de ‘Pancho Cayagua’, quien lo hizo es alguien de temerse”, comentaron agentes de la PDI.
Entre las líneas de investigación de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de Ciudad de México hay una que se basa en la versión de que supuestamente “El Lunares” aportó dinero para abrir las “licuachelas” del Dolls Drink.
Es decir que Óscar Andrés y Adrián eran socios en este negocio aparentemente lícito, como lo fueron en el ilegal mundo de las drogas. El dueño de Dolls Drinks estuvo dos veces preso por delitos contra la salud, y en una ocasión le hallaron dosis de droga con la “marca” de Óscar Andrés.
Según estos datos recabados en la indagatoria, “El Lunares” exigió a Adrián el pago de 50% del total de las ganancias del local de “licuachelas” -cervezas micheladas servidas en vaso de plástico con forma de licuadora-, que se ubica en Jesús Carranza 35, colonia Morelos.
Supuestamente Adrián y su esposa enviaban dinero a “El Lunares” desde que cayó preso -actualmente purga una sentencia de 27 años de cárcel por el homicidio de una mujer-, pero él les subió la cuota o “renta” para que le entregaran la mitad de lo recabado en la “chelería”.
Sin embargo, ambos se negaron a pagar más, lo que habría sido suficiente para que Óscar Andrés decidiera eliminar a su socio y a la mujer.
Esta información es contrastada con las primeras declaraciones de Angélica Martínez, “La Kika”, madre de Diana Odely y cuñada de “Pancho Cayagua”, quien aseguró que la pareja era víctima de extorsión y amenazas para que pagaran “derecho de piso” por el Dolls Drinks.
Los detectives de la FGJ comentaron que todo apunta, hasta el momento, a que se trata más de “un ajuste de cuentas que de una extorsión”.
El local de “licuachelas” abrió a finales de 2020 y tuvo un sorprendente éxito. Fue tal el boom que atrajo a famosos como el cantante Christian Nodal, Santa Fe Klan, Calibre 50 y la conductora Paola Rojas, entre otros.
Se trata de la chelería más renombrada de Tepito no solo por las “licuachelas” sino por otras bebidas con alcohol como “Los Pitufos” y las “Mimosas”. Cada fin de semana había música en vivo y DJ´s; el cover era de 100 pesos por persona y sólo en un día se reunían unas 500 personas, es decir solo por entrar se reunían mínimo 50 mil pesos.