Naucalpan, Estado de México.- Dos citas ante el SAT, dos ante el Registro Nacional de Población y dos visitas al municipio de Almoloya del Río, es lo que tuvo que hacer Francisco una persona de 56 años, para poder lograr obtener su firma electrónica y así poder elaborar sus facturas por cobro de honorarios con la nueva versión de 4.0 que ahora exige Hacienda.
Para el hombre, un vendedor de una empresa papelera de Naucalpan, su “viacrucis” inició en el 3 de abril de 2023 cuando en la empresa para que la que trabaja le pidieron que debería entregar su factura para cobro por honorarios en la nueva versión 4.0 del SAT.
Sin embargo, el primer problema que encontró fue que no contaba con la firma electrónica que le permitiría realizar su factura correspondiente a su pago mensual de sus honorarios por ventas realizadas.
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La contadora Eva Lozano, es quien normalmente lleva los asuntos fiscales de don Francisco y le explicó “sólo tenemos su clave de acceso, pero para su trámite de elaboración de la factura en la versión que pide se necesita de la Firma Electrónica”.
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El mismo 3 de abril anterior trato de conseguir una cita ante el SAT en las oficinas de Administración Local de Naucalpan II ubicadas en la calle de Sor Juana Inés de la Cruz en Tlalnepantla, donde se le informó que sólo por el portal de esa institución se conseguían y tardaban unos 15 días, “debe esperar en una fila virtual y cuando haya espacio se le manda un aviso a su correo personal, que debe confirmar en menos de 24 horas”, es lo que le informaron en el lugar.
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Presionado por los tiempos Francisco se acercó a una persona adulta que en la calle de Francisco Villa esquina con Sor Juana, en Tlalnepantla, le ofreció conseguirle una cita a un costo de 500 pesos en los 7 días siguientes, pero en las oficinas de la Torre del Caballito en Reforma, en la Ciudad de México.
Para el 10 de abril tuvo su primera cita en las instalaciones del SAT en la Torre del Caballito antes del mediodía, hizo una primera fila bajo el sol ardiente en el exterior del edificio, luego de unos 20 minutos le dieron el acceso para llegar a otra fila en un área donde le proporcionaron una ficha con un número de atención.
Luego de allí a otra fila, según explicó don Panchito, para esperar en una sala a ser llamado por turno, “me llamaron en un módulo después de 20 minutos, para que se me informara que no podía actualizar mi firma electrónica, quesque porque tenía yo tres registros federales de causantes. Me regresó mi turno y me pidió que esperara nuevamente en la sala”.
Posteriormente el hombre fue llamado a otro módulo donde una joven pacientemente le explicó que para poder hacerle el trámite de E-Firma debía primero acudir ante el Registro Nacional de Población, “porque tenía dos CURP, uno de ellos fue tramitado de manera ilícita en mi nombre y sin mi consentimiento”.
En el Registro Nacional de Población en las cercanías de la Zona Rosa y del Metro Insurgentes, don Francisco esperó pacientemente el 11 de abril de 2023 en una larga fila, para que después de dos horas le informaran que el CURP que estaba a su nombre y que él no tramitó fue elaborado con base en un acta de nacimiento expedida en Almoloya del Río, a unos 120 kilómetros de la CDMX, en una comunidad relativamente pequeña en población y territorio.
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Explicó que para el 12 de abril salió de su domicilio temprano y se dirigió a las inmediaciones de Observatorio. Al preguntar por el transporte a Almoloya del Río, un joven se le acercó para guiarlo junto a otras dos personas, pasajeros que se dirigían a la misma zona. Detrás del paradero había tres vehículos particulares, uno de los cuales un Versa color gris iba con destino a Santiago Tianguistenco, Santa Cruz Atizapán y Almoloya del Río. Vehículos irregulares, sin seguro y que operan en la clandestinidad.
El hombre llegó en el vehículo a Almoloya del Río después de una hora y 15 minutos de viaje, se dirigió a la Presidencia Municipal y debajo del kiosco, llegó al Registro Civil donde la única empleada, después de explicarle la situación y mostrar los documentos, le dijo que buscaría en los libros para constatar la no existencia del acta de registro, dado que el documento no tenía ni folio, ni número de libro, y apenas una fecha de nacimiento de 1967 y del lugar de expedición de ese municipio, “venga el lunes, le dijo la empleada”.
El 17 de abril, al llegar a Almoloya del Río, la empleada le informó que efectivamente no había rastro alguno de un registró con su nombre similar, le expidieron la constancia de no registro, no sin antes pagar cerca de 300 pesos, por la búsqueda en libros de cinco años y por el documento.
Una nueva cita para el SAT, pero ahora con un costo de 350 pesos consiguió don Paco en Tlalnepantla, para acudir cuatro días después a la Torre del Caballito, previamente acudió a un módulo de Registro Nacional de Población en Atizapán, donde con base en el documento probatorio le eliminaron el CURP que no solicitó y dejaron el original con su nombre y fecha correcta.
Finalmente, su corrección de sus tres RFC fue realizada, y para el 28 de abril anterior, a dos días de que concluyera el mes, es como pudo al fin facturar usando su E-Firma electrónica, que consideró todo un triunfo personal, lograr ese propósito cuyos trámites duraron casi un mes.
VGB