La tarde del miércoles pasado se registró un microsismo en la zona de Álvaro Obregón, el cual no se sintió en toda la Ciudad de México, pero que dejó diversas consecuencias para las personas que viven en la alcaldía.
Los habitantes de la demarcación de la alcaldía Álvaro Obregón reportaron caída de artículos, paredes agrietadas y presuntos daños estructurales. La señora Ana María, quien vive en la colonia Alpes, relató su experiencia durante el temblor, de acuerdo con información de El Heraldo.
"Empezó un tronidero, sentí que el techo se nos caía", dijo.
La familia de la mujer salió de la vivienda y al regresar se percataron de que había algunas grietas que se habían originado tras el temblor.
Por su parte, Alejandro Olvera, vecino de la alcaldía, contó que "de repente sentimos que se cimbró muy fuerte el suelo". El hombre espera que Protección Civil haga una revisión a su hogar para determinar si hubo algún daño que pueda poner en riesgo su patrimonio.
En el inmueble ubicado en el número 33 de la calle Vesubio, se pueden observar grietas en los muros. Los habitantes esperan la llegada de personal de Protección Civil y Seguridad Ciudadana para evaluar la situación. Al momento, desconocen si corren peligro al permanecer en sus casas y qué medidas tomar para resguardar su seguridad.
Ante este suceso, las autoridades recomiendan a la población estar alerta y seguir las medidas de prevención en caso de sismos, como contar con un kit de emergencia y mantenerse informado de las indicaciones de las autoridades.
¿Qué es un microsismo?
Expertos explican qué es un microsismo y cómo se produce, tras el reciente temblor que se registró en la zona de Álvaro Obregón en Ciudad de México. Según Raúl Valenzuela Wong, doctor en Sismología e investigador del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), las fallas debajo de la ciudad son las responsables de los microsismos, comúnmente percibidos como una sacudida repentina acompañada de un sonido similar al de una explosión, cuya intensidad aumenta conforme la cercanía al epicentro.
Además, la evidencia disponible hasta el momento, producto de un siglo de medición instrumental de los sismos en territorio nacional, caracteriza a los microsismos como temblores de baja magnitud y percepción breve, pero intensa en los puntos más próximos al epicentro. El Servicio Sismológico Nacional (SSN) ha existido desde 1910 y se tiene conocimiento de la ocurrencia de ese tipo de sismos con epicentro en la Ciudad de México desde 1928. Los registros indican que en los últimos 50 años, los microsismos más grandes han sido de alrededor de magnitud 4.
Aunque el sismo de magnitud 3 que sacudió el poniente de la capital la noche del 10 de mayo provocó molestias entre usuarios de redes sociales por la ausencia de la alerta sísmica, los microsismos no se pueden alertar debido a que el sistema está diseñado para detectar los temblores que se producen en la zona de subducción mexicana, a lo largo de la costa del Pacífico.