Martha Arcos pasea a un perro por una zona verde. Lo lleva con una correa y ambos parecen conocerse de tiempo atrás. Pero en realidad hasta este viernes 24 de marzo nunca se habían visto. Caminar con él y pasearlo es parte de su castigo por haber violado la Ley Cívica de la Ciudad de México, al vender en instalaciones de la estación del Metro Santa Anita.
Martha reconoce que no es la primera vez que la sancionan, y también admite que esta es la sanción que les imponen que más le ha gustado.
“Estoy recibiendo de sanción hacer servicio comunitario. Yo vendo en vagones del Metro y eso es penado con 13 horas en el Torito, multa de mil y cachito pesos o esto”, dice, entrevistada por La Silla Rota en las instalaciones de la Brigada Animal de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, en Cuemanco.
Como no es la primera vez que la remiten al juez cívico, ya sabe que la multa por vender en el Metro la paga si lleva dinero, si no lleva ni tampoco la credencial de elector, se va castigada al Torito o cuando la lleva pero no lleva lo demás, puede pedir hacer trabajo comunitario.
Cuando el juez determinó sancionarla con trabajo comunitario, ella ignoraba que iba a acompañar a perritos, pues otras formas de pagar son limpiando el bosque de Tlalpan u otros parques.
Te podría interesar
Al saber que le tocaba acompañar lomitos, le dio gusto a la vecina de San Miguel Teotongo, sección Guadalupe, en Iztapalapa.
“Esta sanción sí me gustó puesto que me gustan mucho los perritos. Me gustó más esto que limpiar parques”, expresa con una sonrisa.
Ella es una de las 20 a 30 personas que acudió este viernes 24 de marzo a la Brigada Animal a hacer trabajo por los 194 perros que han llegado ahí, víctimas del abandono y maltrato de sus dueños.
Solo mujeres y personas mayores pasean a perros
En su caso llegó a pagar seis horas, en la que debe pasear a varios perros, durante 40 minutos cada uno.
“Me pusieron perros de más edad que son más tranquilos”, explica la vendedora, quien dice que tiene práctica porque en su casa tiene a dos pastores belgas.
Pero no todos los sancionados que llegaron este 24 de marzo pasean a perros, que es una tarea sólo destinada a algunas mujeres, como Martha, recientemente operada de la vesícula, y a personas mayores.
Los demás, hombres y mujeres más jóvenes, con escoba, cloro y jabón deben lavar los espacios de los 194 perros presentes en las instalaciones de la brigada.
Sancionado por beber
Oscar Flores, subdirector de Cultura Cívica, área que pertenece a la Consejería Jurídica capitalina, explica que las principales faltas cívicas son ingerir alcohol en la vía pública, pelearse u orinarse en la calle. Pero también son sancionados aquellos que hacen mucho ruido en sus casas y son acusados por sus vecinos.
Uno de los sancionados por beber en la vía pública es Héctor, quien vive cerca de la alcaldía Magdalena Contreras.
A diferencia de Martha, es la primera vez que lo llevan al juez. Le dieron la opción de ir al Torito o hacer trabajo comunitario. Sin dudarlo escogió la segunda. Fue citado a las 9:30am y al llegar le pidieron lavar los espacios donde están resguardados los perros, limpiar sus corrales y ponerles agua a los animales, que hay de distintas razas.
“Ya le tallamos allá adentro, no es pesado”, comenta Héctor sobre su chamba.
Debe cumplir seis horas, y por ello también le pidieron lavar las casas de los perros y doblarles las cobijas. Reconoce que es bonito lo que hace.
“Están bonitos, algunos están maltratados por el abandono”.
Acepta que le hubiera gustado pasear a un perro, pero ayudar a limpiar sus espacios también le parece útil e incluso no descarta adoptar a alguno.
Considera que es mejor cumplir su sanción con trabajo comunitario porque beneficia a los animales.
Otro sancionado es Ángel, quien machete en mano debe cortar el pasto que crece afuera de las jaulas. Él fue sancionado por fumar mota en la calle. Proveniente de la alcaldía Tláhuac, cerca de la brigada, pese al aniquilante calor, hace su labor con gusto. Comparte que luego de contarle a su primo lo que estaba haciendo, su familiar le pidió que preguntara los requisitos para adoptar a un perro.
Machete
Machete es un mastín gris que evita socializar con quienes no conoce. Ni siquiera los mira. Llegó hace tres meses a las instalaciones de la Brigada Animal y su vida pendía de un hilo. Lo encontraron macheteado en la calle, comparte su historia Daniel Garfias López, policía segundo del lugar.
“Fue macheteado por unas personas. Se hizo un reporte por el 911 o el 52089898, el cual es el centro de atención telefónica para ello. Nos avisaron y las unidades de la dirección general de Vigilancia y Brigada Animal acudieron al lugar. Llegó bastante lastimado. Luego de que lo trajeron, lo checó el médico veterinario y ya que lo curaron fue puesto en observación. Al estar rehabilitado, a él y los que llegan como él les asignamos un lugar y volvemos a socializarlos”, explica.
En caso de ser agresivo tratan de bajarle ese temperamento con presencia de los trabajadores, sacándolo a pasear para que socialice con los humanos y se de una posible adopción. Aclara que los trabajadores se encargan de pasearlos el resto de la semana, ya que quienes van a pagar su sanción por faltas cívicas, sólo van los viernes.
En el caso particular de Machete, trabajan para socializar con los demás perros.
“Les damos adiestramiento básico, que se sienten, que caminen junto a ti, cosas sencillas pero que a quienes los llegan a adoptar les va a servir bastante”.
Machete logró sobrevivir. Ahora parece recuperado, incluso su pelo se ve lustroso. Pero la desconfianza que muestra hacia quienes no conoce se le nota en su distanciamiento.
Se le pregunta al oficial si se va a castigar a quien dejó moribundo a Machete. Escueto, responde que sí. Evita dar más datos porque hay una investigación y recuerda que en la Ciudad de México ya se sanciona el maltrato animal.
Además del programa de trabajo comunitario, también se permite a voluntarios apadrinar a perros cada domingo. Se les pide llevar comida que debe ser para mascotas, y pueden pasearlos en las instalaciones en un horario de 10am a 2pm.
Al preguntarle a Garfas porque no hay perros chiquitos, responde que se debe a que son los primeros que la gente adopta.
VGB