Al menos tres microsismos se registraron en la zona poniente de la Ciudad de México, afectado principalmente la alcaldía Benito Juárez.
El Servicio Sismológico Nacional (SSN) informó que el sismo fue de magnitud 1.5 con epicentro a 3 kilómetros al Suroeste de Coyoacán.
En su cuenta de Twitter, el alcalde Santiago Taboada, informó que se percibió un sismo en San José Insurgentes e Insurgentes Mixcoac, hasta el momento no se reportan daños.
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En tanto, la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil informó que se estableció comunicación con las unidades de Protección Civil de las alcaldías afectadas y al momento, no se tiene registro de afectaciones.
Usuarios en redes sociales, que viven en estas colonias reportaron el movimiento telúrico el cual se sintió con intensidad y de larga duración.
En tanto, la aplicación SkyAlert en sus redes sociales el sismo de este martes 7 de febrero se sintió en las colonias San Ángel, Nápoles y Mixcoac.
Microsismos en la Benito Juárez
Este sería el segundo sismo que se siente en la zona en menos de 15 días, el pasado 29 de enero se reportó un sismo de magnitud 1.3, con epicentro en la alcaldía Benito Juárez.
El Servicio Sismológico Nacional (SSN) informó que a las 12:49 horas se registró el movimiento sísmico en la escala de Richter, por su intensidad no requirió la activación de la alerta sísmica y el despliegue de los servicios de emergencia y Protección Civil en la capital.
En esa ocasión usuarios en redes sociales indicaron que pudieron percibir muy fuerte el sismo en algunos puntos de la capital metropolitana, como en la Ciudad de los Deportes, Nonoalco, colonia Del Valle, Insurgentes Sur, Mixcoac, Portales Sur.
Algunos usuarios indicaron que pudieron sentir un fuerte jalón, otros indicaron que el temblor generó movimiento en sus casas, mientras que otros mencionaron que pensaron que se trataba de una explosión, pues escucharon un fuerte estruendo.
De acuerdo con el Instituto de Geofísica de la UNAM y el SSN, los microsismos son pequeñas rupturas en el interior de la tierra, cercanas a la superficie, en este caso a unos cuatro o cinco kilómetros de profundidad y no son inusuales en la región de la cuenca del Valle de México.