“Próxima estación...” algún punto de la Ciudad de México, si has viajado en el Metro de la capital mexicana, has escuchado este mensaje y si eres de los que usa este medio de transporte también ya estarás harto de los retrasos que ha registrado, sin embargo, es uno de los transportes más baratos y “efectivos” que hay para moverse en la caótica megalópolis.
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Escuelas, trabajo, casa, no importa hacía donde sea el destino, el Metro siempre te llevará con solo 5 pesitos, andarás de arriba hasta abajo, el costo tan bajo se debe a que tiene un subsidio del Gobierno de la Ciudad de México y por ello permite tener un bajo costo.
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Hasta el momento no se ha planeado algún aumento, el cambio más reciente fue la extinción de boleto por tarjetas de Movilidad Integrada. Se estima que en total el Gobierno de la CDMX da un subsidio del 70 por ciento al boleto, por lo que si esto se le quita el usuario estaría pagando 18 pesos.
Imagínate, si a la semana viajas 5 días, gastas un total de 50 pesos en Metro, eso sin contar los otros medios de transporte que puedas llegar a utilizar, ahora sí el costo fuera de 18 estarías pagando 180 pesos, esto sería un gran golpe a tu bolsillo.
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Este costo se toma como parte de las declaraciones que hizo el entonces director del Sistema de Transporte Colectivo (SCT), Jorge Gaviño, en ese momento costaría 14 pesos, pero refirió que lo que paga el usuario son 5 pesos, los otros 5.41 lo paga el Gobierno local y el 0.19 lo pone el gobierno federal.
Si te preguntabas como ha cambiado el precio del Metro con el paso del tiempo la respuesta es mucho, imagínate, en su inauguración, en 1969, cuando se echó a andar la primera Línea 1 (la rosa), se vendían unas plantillas con 5 boletos por la mínima cantidad de 1.2 pesos, aunque el boleto unitario era de 1 pesito.
Dato curioso: ¿De quién es la Limusina Naranja?
Teóricamente el “dueño” del Metro es el Gobierno de la Ciudad de México, pues ellos están encargados de realizar servicios, mantenimiento y más, sin embargo, existe otra persona quien afirmó que el metro le pertenecía, así que para que tengas tema de conversación pon atención.
En este caso, la dueña del metro es María Felix, o al menos así lo contó ella, lo que pasa es que, entre sus amoríos, que duro de 1956 a 1974, con el banquero francés Alexander Berger, le dijo un día a María:
“Él me dijo: ‘tú que quieres tanto que tu país progrese y sueñas con eso, y eres tan farolona, y te gusta lo fabuloso ahí te va un regalo’. Yo me reí cuando me lo dijo, pero Alex cuando prometía, cumplía”.
En 2014, el subsecretario del Sistema de Transporte Colectivo, José Alfonso Suárez afirmó que esto era verdad, dijo que Berger había participado en el proceso de construcción de las primeras tres líneas e incluso se llevaron reuniones de trabajo en su casa.