Toluca, México.- A Jesús Matamoros lo desaparecieron, asesinaron y enterraron en una bodega de la colonia La Joya, en el municipio de Tenango del Valle. Es una de las 12 víctimas del crimen organizado cuyos cuerpos fueron rescatados de la fosa clandestina; sin embargo, para su familia, las respuestas no han llegado y tampoco la justicia.
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Jesús vivía en casa de sus padres en Toluca, ahí, su recámara permanece intacta, aún conserva su aroma y quienes le querían en vida han decidido suspender el tiempo en ese espacio de la casa porque cada día durante los últimos 13 meses les han pesado y parecido un infierno.
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A 13 meses de que Ana Laura Velázquez, su madre, escuchara por última vez su voz, la sensación de vacío no aminora y, a veces, parece que lo sigue esperando, porque la realidad es muy dolorosa.
“No abrí yo su recámara para que, cuando él llegara, la encontrara intacta. El día que nos lo dieron, abrí las puertas y lloré, y dije ‘Por fin te encontré’. Yo creo en Dios y pensé que era un segundo regalo que él me daba porque en el colectivo me doy cuenta de las madres que siguen buscando a sus hijos y a sus hijas. Yo me sentía afortunada, por un lado, y desecha”.
Jesús quería ser guardaespaldas
El joven de 27 años desapareció el 16 de octubre de 2022 en las inmediaciones de la colonia Zaragoza de Guadalupe del municipio de Calimaya.
Le avisó a su madre que estaba en camino a casa, jamás llegó a su destino.
“Yo sabía que algo estaba mal porque él siempre estuvo comunicado conmigo en todo momento, nunca perdíamos la comunicación aunque sea para hacer bromas”.
Año y medio antes de desaparecer, Jesús se había dado de baja del Ejército, por lo que trabajaba como chofer de una doctora.
Estaba esperando a terminar sus trámites ante la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para convertirse en guardaespaldas. Su familia lo recuerda como un joven amoroso, trabajador, quien dejó un gran vacío en casa.
El hallazgo en la fosa clandestina de Tenango
El 13 de enero de este año, una fosa clandestina fue descubierta tras la detención de Jaime Luis N. (El Pozolero), en una bodega de la colonia La Joya, el cuerpo de Jesús estaba ahí enterrado, junto al de diez hombres y una mujer más, todos víctimas del Cártel Jalisco Nueva Generación.
El 18 de julio se le notificó a la familia tras un bloqueo que realizaron los familiares de víctimas de desaparición, homicidio y feminicidio del Colectivo Flores en el Corazón.
“Se me cayó el mundo, se me acabaron las ilusiones porque yo todavía tenía la esperanza de que él estuviera vivo, yo ese día me quería morir del dolor, pero conservaba la esperanza de que se hubieran equivocado. No fue así”.
Jesús regresó a casa en una caja
El septiembre Jesus regresó a casa, en una caja. Su cuerpo fue identificado por su madre, pero las condiciones en las que estaba, lamentó, le revictimizaron.
“Es algo inhumano lo que tienen ahí, para mí fue un gran dolor ver cómo estaba mi hijo, en una bolsa, yo tenía otra idea de cómo trabajaba la fiscalía porque a nosotros siempre nos dijeron que los cuerpos los tenían en refrigeración por los estudios que le estaban haciendo. Una mentira, no era así”.
“Muy groseramente abrieron la bolsa, mi hijo era una masa de carne echada a perder, con moscas y gusanos”.
De las víctimas localizadas en las fosas clandestinas descubiertas entre enero y febrero de este año en los municipios de Tenango Del Valle y los límites entre Lerma y Ocoyoacac, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México aseguró que se trataba de integrantes del crimen organizado.
Sin embargo, para la familia de Jesús Matamoros, no hay investigaciones que lo sustenten, por lo que exigen que se haga una disculpa pública a las familias afectadas, pero también justicia, porque no saben cómo o porqué, sus seres queridos fueron torturados, mutilados y enterrados con miras hacia el olvido.
Fosas clandestinas en el Edomex
De 2019 a abril de 2023, se localizaron 43 fosas clandestinas con un total de 66 cuerpos, de los cuales, la mayoría no están identificados.
Datos de la Fiscalía General de Justicia de la entidad señalan que los municipios con mayor incidencia en este tipo de hallazgos son Toluca con 15, Ocoyoacac con nueve; y Tecámac con tres.
Aunque también han sido ubicadas en Acambay, Chalco, Tenango del Valle, Temoaya, Ixtlahuaca, Apaxco, La Paz, Nicolás Romero, San José del Rincón, entre otros municipios.
En los primeros meses de 2023, se descubrieron 12 entierros clandestinos ligados al crimen organizado, incluido el de la colonia La Joya, en Tenango, en donde los vecinos hacían oídos sordos y ojos ciegos por miedo a los sujetos armados que enterraron ahí a 11 hombres y una mujer, entre ellos, Jesús Matamoros.