Desde 2020, Nancy Valdés es víctima de la violencia vicaria en el Edomex, donde se han detectado -al menos- mil casos en los últimos dos años pero ninguno se ha judicializado, pues si bien está reconocida en la ley, no está tipificada como delito.
Tras sufrir violencia familiar, Nancy decidió separarse del padre de sus hijos; no se imaginó que un día se los llevaría y que la lucha por volver a verlos sería una de las batallas más crueles.
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Relató que, tras un año separada, el papá de los niños le dijo que ya no daría pensión y dejó de verlos, pero dos meses después, en agosto de 2020, fue a verla a su lugar de trabajo, le dijo a los menores que quería platicar con ellos y se los llevó.
“Fue una desesperación, no sabía nada de ellos, las autoridades no me ayudaban, caí en el Hospital varias veces porque no podía soportar el hecho de no estar con mis hijos”.
En ese momento, Nancy contaba con la custodia completa, por lo que inició una carpeta de investigación por el delito de extracción de menores ante la Fiscalía General de Justicia del Estado de México.
Antes de que se resolviera el caso, fue notificada de que tenía una denuncia en su contra por violencia, presentada cuando su expareja dejó de buscar a sus hijos.
La violencia vicaria en Edomex
La violencia vicaria es un término relativamente nuevo y Se trata de una forma de violencia de género y, en muchas ocasiones, los violentadores recurren a fabricar acusaciones penales.
“La violencia vicaria es una violencia ejercida por el hombre hacia la mujer, usando a los hijos como herramienta para causar daño de manera psicológica, emocional y hasta económica”, señaló la colectiva Aquí está mamá.
Pero no es un fenómeno nuevo, pues han rastreado casos de hasta 20 años de duración.
“Apenas se le está reconociendo, se le está poniendo un nombre, pero creo que, lejos de un aumento, porque sí lo hay, es el saber que yo como mamá, estoy sufriendo esto, el que se llevó a mis hijos, no sé cómo recuperarlos y saber que existe una violencia y que tienen nombre, y es violencia vicaria, es como levantar la mano y decir: yo estoy sufriendo esto. Lo que nos ha ayudado es el reconocimiento que apenas se está dando”, añadió Nancy.
En el Estado de México, la violencia vicaria fue reconocida en abril de 2022 en el artículo 8 de la Ley de acceso de las mujeres a una vida libre de violencia; sin embargo, no está tipificada en el Código Penal.
Desde la entrada en vigor de esta ley, se han detectado alrededor de mil casos de violencia vicaria en la entidad. En medio de su propia batalla legal por recuperar a sus hijos, Nancy se ha sumado a la exigencia para que se tipifique como delito la violencia vicaria.
Los efectos de la violencia vicaria pueden ser devastadores en los hijos e hijas de las víctimas, quienes son testigos de lo que se ejerce hacia su madre y pueden ser objeto directo de esta violencia.
Esta forma de violencia no solo afecta a las víctimas directas, sino que también tiene un impacto profundo en las familias y en la sociedad en general dado que desintegra núcleos familiares y deja secuelas psicológicas e incluso físicas en quienes la padecen.
DJC