Exaltada por la “incursión” de Sandra Cuevas, una de las figuras políticas más denostadas por la 4T, Marcela Villegas, directora del fideicomiso de la Central de Abasto (Ceda), la encaró y explotó: “¿Quieres que yo vaya a tu alcaldía a hacer un desmadre?”. “¡Te vas ahora mismo!”. “Aquí no es para querer ser jefa de gobierno”, decía con voz alzada y manotazos.
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Era la “cueva del lobo”; Marcela Villegas mostraba hostilidad desde el primer contacto con Sandra Cuevas, quien arribó a la Ceda acompañada de personas de uniforme y casco negro, a bordo de cuatrimotos, en una nada discreta caravana.
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En su primer día de recorridos por las 16 alcaldías de Ciudad de México para promover su proyecto #NuevaCapital, la alcaldesa de Cuauhtémoc con licencia temporal se fue a parar al “mercado más grande del mundo”, en Iztapalapa, bastión de Morena en Ciudad de México, gobernada hasta hace unas semanas por Claudia Brugada.
Desde ayer, su equipo envío una invitación a medios para cubrir una reunión programada con un grupo de comerciantes a fin de conversar con ellos e invitarlos a “sumarse al esfuerzo de seguir construyendo la Nueva Capital”.
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Difícil que los órganos de gobierno de Ciudad de México no estuvieran enterados de este recorrido.
En un video difundido por la gente que acompañó y resguardó a la política, se observa que la directora de la Central de Abasto se acerca y enfadada; con manos en la cintura y después con aspavientos, le dijo: “Tienes que solicitar permiso (…) esto no es para ser jefa de gobierno, ¡tienes que retirarte, te tienes que retirar de aquí...!”
Sandra Cuevas preguntó: “¿Por qué me grita?”; la respuesta de Marcela Villegas fue: “Porque sí, ustedes están cometiendo un delito porque esto es un fideicomiso privado…”.
El ánimo de la coordinadora de la Central de Abasto subió: “¿Quieres que yo vaya a tu alcaldía a hacer un desmadre?”.
-Vaya-, recibió por respuesta.
-No puedo ir porque yo sí respeto a la gente.
Enojada, Marcela Villegas, sin atender explicaciones, arengó a un grupo que la seguía: “A ver señores, la señora está cometiendo un delito, esto es un fideicomiso privado y no puede ingresar de esa manera, le solicitamos que se retire…”
La chispa estaba encendida. Sobrevino el acorralamiento a Sandra Cuevas y acompañantes, insultos, jaloneos y manotazos.
Un botón de muestra de la 4T hacia sus "adversarios, esta vez desde el “mercado más grande de mundo”, en Iztapalapa.
VGB