Cada mañana, luego de correr unos 10 kilómetros, José Luis Macías, mejor conocido como "Luiggy", toma sus herramienta y retoma sus trabajos por terminar una pista para corredores en el camellón de la avenida Eduardo Molina, al Norte de la Ciudad de México, en la alcaldía Gustavo A. Madero; la cual sería la segunda que el atleta de 71 años construye en ese lugar.
Fue en el año 1993 cuando el corredor inició los trabajos en el camellón de la avenida Eduardo Molina. Entre cascajo, animales muertos y hierba mala, comenzó a limpiar y dar forma a una pista de atletismo.
La intención era formar un espacio para que la gente de la zona realizara deporte y éste cambiara sus vidas como lo hizo en la de él.
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“Era un muladar, perros muertos, basura, todo lleno. Primero fui a comprar herramienta, tenía dinero, compré pico, pala, todo lo que necesitaba y empecé la labor. Lo primero fue limpiar, les paga a los de la basura para que se la llevaran, luego compré adoquines, árboles. Y de ahí… Me dije que así como me cambió el deporte, quiero que cambie a la mayoría”.
Y es que el corredor dio un giro de 180 grados a su vida cuando se dio cuenta que la vida que llevaba no lo satisfacía y abandonó el trabajo para dedicarse al atletismo de lleno. Fue así que ganó becas y patrocinios en estos 35 años de atletismo.
La carrera deportiva de Luiggy lo ha llevado a ganar decenas de medallas, conocer 26 países, correr miles de kilómetros durante 12,600 días ininterrumpidos, pero también alejarse de su familia y amigos por su estilo de vida.
Luego de tres años de trabajos en la pista en el camellón, la labor de Luiggy fue siendo reconocida en el barrio y posteriormente por autoridades, y así se construyó un gimnasio que actualmente lleva su nombre.
“La iba haciendo a detalle, tenía que medir, la hice de 400 metros. Ya luego aparecieron los boxeadores ya que vieron que todo estaba limpiecito y había planchas para hacer deporte, me pidieron permiso y yo les dije ‘no es nada mío, si es deporte adelante’ ya de ahí salieron 3 campeones mundiales que son Ana María Torres, Edgar Sosa y Jhonny González”.
Años después, cuando la obra ya había concluido, Luiggy fijó una nueva meta: construir una nueva pista y áreas deportivas pero que en esta ocasión fuera de un kilómetro de longitud.
Fue así, que sobre el mismo camellón que divide los sentidos de Eje 3 Oriente, Luiggy comenzó de nuevo con el pico, la pala y el rastrillo.
“Yo busqué el lugar idóneo para hacer una nueva pista que fuera de un kilómetro y aquí lo encontré, son bienvenidos todos y por eso me nació, porque quiero que agarren una vida bonita, que hagan deporte, que hagan ejercicio”.
Y a pesar de que los patrocinios para el deportista de la tercera edad se han terminado, e incluso ha sido víctima de robo de sus herramientas, José Luis sigue trabajando todas las mañanas para concluir el espacio para los deportistas.
Además de las marcas deportivas que el corredor posee, está la de trabajar en el área deportiva del camellón todos los días, lo cual le ha dado fama y el cariño entre los deportistas de la zona que lo saludan.
“Aquí estamos los siete días de la semana, sea festivo, sea mi cumpleaños, yo vengo a trabajar”.
Luiggy planea continuar su trabajo hasta que termine la segunda instalación deportiva para posteriormente dedicarse a entrenar a otras personas.
“Falta plantar árboles, el gimnasio, los juegos infantiles y ahora sí entrenar niños y jóvenes porque yo digo que para que haya un deportistas primero debe de haber instalaciones y así hasta que Dios me lo permita”, asegura.