Un día como hoy pero del año 1553 abre sus puertas la Real y Pontificia Universidad de México, la primer la primer institución de educación superior en toda América Latina y la encargada de dar formación profesional a los primeros estudiantes que ingresaron a dicha Universidad, la cual, cabe destacar que es el antecedente directo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Las cátedras creadas para iniciar el oficio educacional de la universidad fueron seis: Teología, Sagrada Escritura, Cánones, Leyes, Artes, Retórica y Gramática.
Vale la pena resaltar que los encargados de realizar todas las gestiones pertinentes para la fundación de la primera universidad en la Nueva España fueron Fray de Zumárraga y el Virrey Antonio de Mendoza.
Te podría interesar
Si bien, uno de los principales objetivos de la creación del instituto fue para educar académicamente a los nativos recién convertidos al catolicismo, y por medio de esta educación reforzar los pilares de dicha religión, sin embargo este objetivo no llegó a cumplirse ya que desde sus primero años de existencia la universidad educó en su mayoría a las clases privilegiadas.
Tanto su construcción como su esquema académico y religioso fueron organizados a imagen y semejanza de las grandes universidades europeas, basándose muy particularmente en la Universidad de Salamanca.
Su primer nombre fue solamente Real Universidad de México, poco tiempo después se le añadió la denominación de “pontificia” en reconocimiento a su orientación religiosa que se impartía dentro de sus aulas.
Durante sus primeros años de funcionamiento la universidad estuvo localizada en diferentes ubicaciones; sin embargo el primer lugar en donde abrió sus puertas para impartir sus cátedras fue del lado oriente de la actual Catedral metropolitana, sin embargo más tarde se trasladó al interior del Palacio Virreinal (hoy Nacional).
La Real y Pontifica Universidad de México estuvo en pleno funcionamiento a lo largo de poco más de 300 años hasta que diversas luchas políticas obligaron al cierre de sus puertas por un decreto del emperador Maximiliano el día 30 de noviembre de 1865.
Sin embargo, y a pesar de todos los problemas políticos que sufrió el país durante la primera mitad del siglo XIX la universidad fue por excelencia el alma científica más respetada que existió en el continente americano.
En nuestros días el legado de la Real y Pontificia Universidad de México es imborrable ya que en los últimos años de la dictadura porfirista dicha universidad quedó bajo la dirección de Justo Sierra Méndez, el portavoz oficial de los “científicos”, la camarilla intelectual de Porfirio Díaz y fue así como en 1910 justo Sierra fundó lo que hoy se conoce como la Universidad Nacional Autónoma de México.
Vale la pena resaltar que el edificio original en el que en 1522 la universidad abrió sus puertas está ocupado por el Museo UNAM Hoy y una de sus misiones más importantes, como lo fue en sus inicios la Real y Pontificia Universidad Mexicana en su nacimiento, es transmitir la importancia de las dos facetas de dicha casa de estudios en la historia de la CDMX y del país entero; el museo forma parte del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la UNAM.
Asimismo partes de la Real y Pontifica Universidad de México, aunque no forman parte del Museo Hoy se pueden observar en el Palacio de la autonomía UNAM, ubicado en la misma calle de moneda.
AJA