MILITARIZACIÓN EN EL METRO

Entre el desconocimiento y la sorpresa, Guardia Nacional llega al Metro de CDMX

Usuarios no sabían de la determinación del gobierno de la Ciudad de México, otros dicen sentirse más seguros

No llegó a todas las estaciones del Metro, pero en las que estuvo hubo confusión o reconocimiento de los usuarios
Guardia Nacional.No llegó a todas las estaciones del Metro, pero en las que estuvo hubo confusión o reconocimiento de los usuariosCréditos: Gobierno de la Ciudad de México
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Sus rostros palidecieron apenas subieron el último peldaño de la escalinata. En el andén se toparon directamente con personal de la Guardia Nacional.

En la estación de la Línea 5 del Metro Autobuses Norte, los tres migrantes hondureños ignoraban que militares asignados a esta corporación también se hacen cargo de la seguridad en todas las líneas del Sistema de Transporte Colectivo (STC).

Pese a sus muecas nerviosas, nadie los molestó. Siguieron su camino.

“¡Qué pinche susto compa, en lo que esperamos jale para los yunaited, nos dijeron que fuéramos a la siguiente parada, (estación Instituto del Petróleo), de ahí a la línea roja, para jalar a la villita (Basílica de Guadalupe), no nos apañaron!”, relata Jeremías a La Silla Rota.

Entre el sinnúmero de migrantes que se encuentran afuera del Metro Autobuses Norte corrió el rumor de que “les iban a caer los militares”, en alusión a la incorporación de la Guardia Nacional a la vigilancia del STC.

“Pero, ps' el que nada debe nada teme, ¿o no compa?”, comenta Isidoro, amigo de Jeremías. Todo quedó en una anécdota más, en el primer día de la Guardia Nacional en funciones de vigilancia del STC.

Estación Instituto del Petróleo. Pasan las 14:00 horas de este jueves. Al caminar sobre el andén, un joven le dice a otro: “Métela, escóndela, a ver si no hay perros, ahí está la Guardia Nacional”. Aparentemente, se referían a una “bachicha” de marihuana.

En este mismo lugar, un grupo de jóvenes, estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN) espera abordar el tren con dirección a Pantitlán. Al percatarse que dos oficiales recorren el andén, una chica dice entre dientes: “¡Chále, operación mochila, no manchen!”.

Estación Politécnico. Una joven estudiante dice que ni siquiera se había dado cuenta de la presencia de los guardias nacionales, la cual no la intimida ni molesta. Responde que ojalá hagan su trabajo, “además de que ha habido muchas dificultades dentro del Metro y sería bueno que alguien dijera por donde ir a una ruta de evacuación”.

En esta misma estación, La Silla Rota presenció el momento en el que la señora María del Carmen intentó ingresar al tren justo cuando las puertas cerraban y su brazo quedó atrapado.

Enseguida, una mujer y dos hombres, todos elementos de la Guardia Nacional, lograron liberarla y certificaron que no hubiera sufrido lesiones. Solo fue el susto. “Todo por ir corriendo porque querer subirme rápido se me atoró mi mano (…) fueron rápidos, me siento segura de que estén aquí.

Les avisaron el mismo día

De acuerdo con testimonios de otros oficiales de la Guardia Nacional, recabados a lo largo de la Línea 5, sus superiores apenas les notificaron hoy que realizarán labores de vigilancia en todas las estaciones del STC.

“Era la hora del levante, cuando estábamos en nuestros cuarteles, entonces en ese momento nos avisaron que todos íbamos al Metro para hacer trabajo de proximidad social”, comentaron dos elementos de la Guardia Nacional, uno de la Sedena y otro de la Marina, quienes pidieron anonimato.

¿Cuándo se enlistaron pensaron que este sería su trabajo?

–No, la verdad, pero hay que cumplir con el deber–, comentaron.

Por la misma premura, la Guardia Nacional no se desplegó en su totalidad en las estaciones del Metro. En la zona oriente de la ciudad, un reducido grupo se presentó en la estación Santa Martha Acatitla de la línea A del metro y recorrió el resto de las estaciones viajando en diferentes trenes.

En estos puntos fue común encontrar a la policía a auxiliar desempeñando su trabajo cotidiano. Sin embargo, confirmaron que la GN ya había llegado a esta línea y que estaban realizando recorridos entre la estación Tepalcates y Cana San Juan.

–A nosotros no nos han dicho nada de si nos van a quitar; no sabemos si nos vamos o nos quedamos. Somos policías auxiliares. En todas las estaciones hay 2 elementos de la policía auxiliar, Relató uno de los policías auxiliares quien reservó su nombre.

¿Cuántos elementos de la Guardia Nacional se prevé que lleguen a esta estación u otras de la línea A? ¿Serán suficientes?

–Pues depende para qué, sabemos que ellos van a dar vigilancia igual que nosotros.

Dos estaciones adelante, en la terminal Pantitlán de la línea A no había personal de la Guardia Nacional; pero sí trabajando células de la Policía Auxiliar.

“La consigna de los mandos de Guardia Nacional es trabajar de la estación Agrícola Oriental a Pantitlán, nosotros seguimos trabajando normal”, dijo otro de los elementos entrevistados quien omitió dar su nombre.

¿Qué tan complicada es la estación Pantitlán en términos de seguridad?

–La afluencia de usuarios más que nada, nos abocamos a la prevención del delito y a hacer presencia. Los delitos principales son los carteristas, el tocamiento y robo de celular.

Issac Velázquez, integrada de la Guardia Nacional, con 22 años de edad, explicó qué funciones desempeñarán como policía de proximidad.

“Aprendes cómo tratar a la gente, que la gente confíe en ti. Haces sugerencias de dónde presentar una denuncia en caso necesario. Llegué aquí a las 14 horas y está ahorita todo tranquilo”.

¿Es nueva para usted esta experiencia de realizar actividades de seguridad en transporte público masivo?

–Sí para mí es nuevo porque nunca había estado en un Metro como elemento de proximidad. Estamos en apoyo de policías auxiliares.

Y hubo confusión...

A partir de las 14 horas del este 12 de enero, elementos de la Guardia Nacional llegaron a la estación Chabacano, en la Línea 2 del Metro, como parte de las medidas tomadas por la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, para cuidar las instalaciones del Sistema de Transporte Colectivo.

Afuera de los torniquetes se veía a 20 elementos en formación de tres por fila, y los primeros en ingresar fueron seis elementos que se dirigieron al anden con dirección a Tasqueña. Mientras subían las escaleras eléctricas, luego las bajaban, eran mirados con curiosidad por los usuarios que nunca habían visto a uniformados como ellos por ahí.

Llegaron al andén, se acercaron a la línea amarilla de seguridad y en cuanto llegó un tren, lo abordaron para irse a otra estación.

Hasta las 15 horas en Chabacano, que es transbordo para las líneas 8 y 9, no se vio a ningún elemento más de la Guardia. Según información del gobierno capitalino, la estación sería una de las 4 de la Línea 2 donde sí llegarían este 12 de enero, junto con San Antonio Abad, Pino Suárez e Hidalgo. Lo que sí se veía afuera era una camioneta con tres integrantes del Ejército Mexicano y en el interior de las instalaciones había otros dos.

En la misma estación, pero de la Línea 9, donde también se supone habría elementos de la Guardia Nacional a esa hora, tampoco había ninguno, y eran los policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana los que ponían orden entre los usuarios gritando el clásico “¡avance, avance!”.

En el primer día de la llegada de la Guardia Nacional, algunos usuarios evitaron opinar sobre su presencia. Uno que sí aceptó, lo hizo bajo la condición del anonimato.

Propuso checar la sistematización y el funcionamiento de todas las estaciones y líneas del Metro. Aunque expresó su conformidad con la forma en que la jefa de Gobierno ha administrado a la ciudad, consideró que en lugar de hacer conciertos en el Zócalo, es mejor supervisar al Metro.

“Es lo único que pido”.