Jilotzingo, Méx.- Este municipio cuenta con una extensión territorial de 120 kilómetros cuadrados, en su mayoría se trata de bosques de coníferas y encinos, con un clima templado propicio para generación de hasta 160 tipos de hongos silvestres, que vecinos de la localidad recolectan en esta temporada de lluvias y usan para su alimentación. Sin embargo, no todos los hongos son comestibles, algunos son tóxicos y llegan a causar la muerte.
Regularmente en grupos de amigos o en familias suelen recorrer los senderos de los bosques del municipio cuando inicia la recolecta de los hongos en este municipio, explica Arturo Rodríguez, vecino de esta comunidad, quien añade que la caída de lluvia favorece el surgimiento de estos.
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Los más comunes, dice Arturo, son champiñones, patitas de pájaro y setas silvestres, pero se debe tener cuidado con el hongo anaranjado o rojo porque es venenoso, el cual se conoce como falsa oronja, y su nombre científico es “amanita muscaria”.
"Tenemos hongos de temporada que regularmente son los silvestres, pero también los de cultivo como los setas y el huitlacoche (hongo del maíz), ambos sueles disfrutarse en quesadillas, sopas o en guisos", comenta.
Para Miguel Becerril, vecino del municipio de Isidro Fabela, otra de las alcaldías donde predominan los bosques de coníferas y de encinos, las mejores zonas de recolección es en los entornos de la Presa Iturbide, donde abunda la humedad.
Desde la zona de La Palma y hasta Las Palomas, que es parte de una cordillera boscosa que integra la Sierra Monte Alto, los bosques proveen de los hongos silvestres comestibles que no solo son recolectados por las familias para la venta a los paseantes de los fines de semana, sino para el consumo propio, señala Miguel de oficio taxista y vecino de la zona centro de Tlazala.
Con variedad y abundancia las variedades de hongos comestibles y silvestres se generan también en zonas boscosas de Jiquipilco, Temoaya, Nicolás Romero y Villa del Carbón, como lo explica Gerardo Moreno Carreto de la Cuarta Manzana en Jiquipilco.
Según demuestra en estudios de Tercer Coloquio de Hongos realizado en enero anterior, los setas silvestres se encuentran en abundancia en los estados de Tlaxcala, Puebla y en los bosques del Estado de México, pero es más propicio su recolección después de la temporada de lluvias. Se utiliza en sopas, quesadillas y platos con verduras.
Los hongos tienen cualidades terapéuticas. El investigador de la Universidad Autónoma del Estado de México, Moisés Tejocote Pérez, en su libro “Hongos de Temoaya con valor medicinal y social”, editado por la?UAEM, detalla que, contienen cualidades aplicables como medicina alternativa, en algunos casos sirven para abatir el dolor de cabeza, controlar la artritis reumatoide y funciones anticancerígenas. “Los hongos comestibles reportan amplios beneficios para el consumidor”.
Describe el investigador que registran más de 20 especies de hongos comestibles en la zona, de gran importancia biológica, medicinal y cultural para la población de Temoaya donde existen ciertos ecosistemas que favorecen la diversidad de especies de hongos.
Eliseete Ramírez Carbajal, es otra investigadora enfocada a la cultura de los grupos étnicos de los tlahuicas y en su estudio titulado “Los tlahuicas del Estado de México”, Arqueología Mexicana, en su edición especial, número 87, expone que el grupo distingue 160 especies de hongos comestibles silvestres, conociéndolos por sus caracteres y formas, color, sabor, olor, semejanza con animales y plantas locales y hábitat.
Dice que en general, los nombres que designan a los hongos se conforman por dos vocablos, una raíz, que casi siempre significa “hongo”, y un modificador que puede ser un adjetivo o sustantivo. Estos modificadores generalmente indican una cualidad o similitud del hongo con algún elemento del entorno o una relación ecológica de la especie en cuestión.
No obstante el consumo de hongos silvestres tiene sus riesgos si no se sabe diferenciar los comestibles de los venenosos. En un trabajo de investigación de Fernando Guzmán publicado por la UNAM en su gaceta del 27 de septiembre en 2018, se indica que la intoxicación por hongos silvestres es un problema de salud que puede ser de alto potencial en todo el país.
Destaca que la intoxicación por hongos silvestres no es nueva ni privativa de Chiapas. Ha ocurrido y sigue ocurriendo en comunidades de al menos otros siete estados del país: Tlaxcala, Puebla, Estado de México, Hidalgo, Oaxaca, Veracruz y Chihuahua”, señaló Felipe Ruan-Soto, quien cursa una estancia posdoctoral en el Centro de Investigaciones Multidisciplinarias sobre Chiapas y la Frontera Sur (CIMSUR).
Algunos estudios indican que 15 por ciento de los envenenamientos por hongos silvestres son fatales. El síndrome faloidiano (dolor abdominal, vómito y diarrea, así como ictericia, sangrados y finalmente coma hepático) es el más común, sobre todo por el consumo de la especie Amanita phalloides.
Agrega que en ciertos momentos, el seguimiento mediático a casos de intoxicación por hongos silvestres ha llevado a autoridades sanitarias locales a imponer acciones prohibitivas en relación al consumo de especies de determinados hongos.
La Comisión Estatal de Parques Naturales y de la Fauna, en su página web, señala que el grupo de organismos cuya presencia en Monte Alto es más notable en época de lluvias son los hongos. Estos tienen un papel determinante en la degradación y reincorporación de los materiales orgánicos a los suelos facilitando a las plantas la absorción de los nutrientes a través de sus raíces.
MRV