Naucalpan, Méx.- Tras varias semanas de pugnas entre estudiantes que venden dulces, brownies, galletas y botanas, con el personal del área jurídica para que les permitiera ofrecer sus productos en el interior del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) de Naucalpan, la negativa fue rotunda por parte de directivos del plantel con el supuesto de que los productos tenían contenido revuelto con marihuana.
Desde el inicio de las actividades académicas hace dos semanas, diversos estudiantes y algunas personas ajenas al CCH, comenzaron a vender dulces que en mochilas o cajas de zapatos introducían incluso en los salones de clases para ofrecerlos a los estudiantes.
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En consecuencia, el personal de jurídico de la institución inició una persecución contra los vendedores, a quienes quitaba sus productos con base en lo establecido en el Reglamento Interno de la UNAM y del CCH.
Los estudiantes convocaron a una asamblea en el interior del colegio para exponer a las autoridades escolares la petición de que se les deje vender.
"Lo hacemos por necesidad, muchos de nosotros sostenemos nuestros estudios con estas ventas, que incluso nos sirve para ayudar a nuestras familias” describió una joven de nombre Estefanía luego de conocer la negativa de los directivos a que sigan con esa actividad.
Sin embargo, la tarde el miércoles, las autoridades del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) anunciaron la prohibición del ambulantaje en el interior de sus instalaciones universitarias, tras detectar, “dentro del plantel dos situaciones: la venta de dulces y la venta de brownies, galletas y gomitas de marihuana, por parte de los estudiantes”.
Añadió la institución que con base en lo anterior la Comisión Local de Seguridad reformó el protocolo para que la entidad educativa ayude y vincule a los alumnos, que por necesidad venden estos productos, a obtener becas y apoyos institucionales.
Destacando que en el caso aplica el artículo 95 del Estatuto de la UNAM, que prohíbe la venta o consumo de bebidas y las sustancias consideradas por ley como estupefacientes o sicotrópicos, o cualquier otra que produzca efectos similares en la conducta del individuo que los utiliza, pues son perjudiciales para el proyecto educativo y el proyecto de vida de nuestros alumnas o alumnos.
Por lo anterior el personal de seguridad se mantendrá atento para detectar cualquier situación adversa a esa prohibición, y en caso contrario aplicarán el protocolo que corresponde con base en el reglamento de la institución.
MRV