Tan pronto como comienza a salir el sol, los jornaleros llegan a las hectáreas que brindan cilantro, perejil, lechuga, brócoli y coliflor, hortalizas que ayudaron a sacar adelante a un pueblo entero durante la pandemia; sin embargo, la crisis inflacionaria los ha puesto de nuevo a raya.
Los campos de San Francisco Putla, comunidad perteneciente al municipio de Tenango del Valle, se dedicaban en su mayoría para la siembra de flor de temporada, en febrero, mayo y noviembre, sus cultivos adornaban lo mismo mesas que tumbas pero la llegada de la covid-19 cambió todo, las celebraciones se cancelaron y sus ventas se desplomaron.
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Para sobrevivir comenzaron a reconvertir las parcelas y le dieron oportunidad a los productos hortícolas. Comer es una actividad básica y es esencial, festejar el amor, a la madre o decorar panteones, no. Lo que no esperaban es que, con la reapertura de actividades vendría otra crisis: la inflación.
Desde 2020 los fertilizantes, pesticidas y combustibles no han tenido estabilidad en los precios sino un aumento constante lo que pone contra la lona a los campesinos.
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“Para mí es como lo mucho o poca que invierta, es volverlo a recoger porque ya no se ve la ganancia con estos precios, todo ha subido mucho, la semilla, los fertilizantes, el abono, la gasolina, el diésel, el aceite, ha subido muchísimo y sin esos fertilizantes no podemos trabajar”, comentó don César, quien además de producir en su natal Jajalpa, comercializa los productos de Putla.
Por si fuera poco, el clima no ha ayudado. Por un lado batallaron con una de las épocas de estiaje más duras a inicios de año para culminar con una tromba que dañó la cosecha de flores de toda una temporada en mayo. Reponerse no ha sido sencillo.
Entonces se anunciaron el 3 de octubre las medidas de reforzamiento del Paquete contra la inflación y la carestía (PACIC), el plan del Presidente Andrés Manuel López Obrador contra la escalada de precios de la canasta básica pero en Putla, no lo ven factible.
“Nosotros ciertamente no se maneja un precio estable nosotros lo manejamos conforme haya producción, ya dentro del mercado o dentro de la plaza se ve la cantidad que entra, es conforme se va trabando el precio. No tenemos un precio estable que el gobierno nos pueda dar a nuestros favor, ayudar, realmente nos está afectando mucho la subida de los fertilizantes y el abono, este año subió al triple ¡al triple subió!”.
Pese a ello, buscar brindarle al consumidor final productos de calidad sin aumentar en demasía sus costos pues saben que la crisis le pega a todos los bolsillos.
En el Estado de México se estima una superficie hortícola sembrada de 32 mil 333 hectáreas, lo que representa 4.87% del total de la superficie hortícola nacional… esta actividad se desarrolla en 70 municipios de la entidad y la producción obtenida se destina, en su mayor parte, al mercado nacional, siendo los principales centros de distribución las Centrales de abasto del centro del país como Ciudad de México, Toluca, Ecatepec y Naucalpan.
Actualmente la pieza de brócoli se vende mínimo en 15 pesos en el Valle de Toluca, la coliflor en 30 pesos, el manojo de cilantro en 2 pesos y el kilo de lechuga en 15 pesos.
La inflación en el Edomex
Mientras en México la inflación ha alcanzado niveles que no se veían desde el año 200, en la entidad mexiquense la variación de precios se mantiene como una de las más estables en el país.
De acuerdo con un análisis realizado por TResearch, el Índice Nacional de Precios al Consumidor, la variación del edomex alcanza el 0.44 mientras que la inflación ha sido mayor en el municipio de Atlacomulco, donde alcanza 9.8%, por encima de la media nacional, que en la capital mexiquense donde se mantuvo hasta el 28 de septiembre en 7.4%.
El mismo estudio revela que entre los productos con mayor aumento de precio destaca el tomate verde tuvo un incremento del 12.7, el jitomate con 11.6 y la cebolla con 11.4. Mientras que los que más bajaron de costo durante el mes patrio son el aguacate, los servicios profesionales y la naranja.