Pablo Chávez es vecino de Xoco y ayudante del mayordomo de la iglesia de San Sebastián, perteneciente al pueblo. También es uno de los habitantes que cree que el conjunto inmobiliario Mitikah, enclavado a la orilla del pueblo, en la alcaldía Benito Juárez, tiene aspectos positivos, por la mitigación que ha hecho en sus calles, con la mejora de calles y pinta de fachadas.
Chávez, quien el pasado 28 de septiembre pidió retirarse a un grupo de vecinos que daban una entrevista a La Silla Rota en el atrio de la iglesia, se disculpó con este medio. Explicó que su conducta, en la que hubo gritos, fue porque hay vecinos que no dicen la verdad.
Pero coincide en algo con ellos: los constructores de Mitikah no consultaron al pueblo. Como tampoco los que hicieron en los 70 el edificio Bancomer, que ahora ocupa la Secretaría de Educación Pública, y luego los que hicieron Plaza Coyoacán, recuerda.
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-¿Qué ha sido lo bueno y malo de Mitikah? -se le pregunta, vía telefónica.
-Lo malo, como dicen los de la Asamblea de Xoco es que no pidieron permiso para hacer muchas cosas. Lo bueno es que parte de las mitigaciones lo metieron a la iglesia, que representa al pueblo. Ese dinero ellos lo tienen que dar, lo depositaron en una ocasión a la alcaldía Benito Juárez y esta lo metió en otras colonias. Fue cuando la calle Real de Mayorazgo tardaron mucho en repararla y en usarlo en Xoco, entonces mejor pedimos que lo usaran en la iglesia, la construcción ya está, lo que puedan dar para el pueblo está bien.
“Metieron adoquín y alumbrado en las calles y le dieron mucha vista, una parte la hizo Fibra Uno y otra la alcaldía. Ahí había puro asalto, ahora con el adoquín y la luminaria ya no. A la mayoría de la calle y callejón de San Felipe y el callejón de Xocotitla, hacia Eje 8 pintaron y arreglaron fachadas, ahí sí fue parejo, en anteriores ocasiones solo eran a 10 personas, era el disgusto que había”, continúa.
(Foto: Cuartoscuro)
TRÁFICO SIEMPRE HA HABIDO
Se le pregunta por la transformación de la calle Real de Mayorazgo, que comparten el pueblo y Mitikah y que algunos vecinos que están contra el conjunto inmobiliario creen que causará más tráfico.
“Tráfico siempre ha habido, como cuando empezó Plaza Coyoacán, luego sus ventas nocturnas sí era un caos porque todos desembocaban a Cuauhtémoc y a Churubusco, pero los que tenían negocios les ha ido mejor. No es lo mismo comer en una fondita que dentro de la plaza. Son varios que tuvieron la oportunidad para hacer un pequeño local y poner su negocio. Para todos sale el sol, es mucho trabajador el que sale a buscar comida”, contesta.
Su propia familia, que desde hace años tiene un puesto de huaraches y quesadillas, ha visto incrementar su número de clientes, compuesto de trabajadores de Mitikah, que, en lugar de ir a los restaurantes caros del centro comercial, van ahí o a otras fondas.
-¿Qué haya más carros y trabajadores les afecta?
-No mucho, de ahí salen nada más a comer. Y en la noche que es cuando se hacen las ventas nocturnas, pero ahora todos los carros desembocan a Churubusco, por dentro tiene salida hacia allá. Vamos a esperar luego de que terminen el Liverpool y los cines, ahí se va a haber la circulación -responde.
NO HAY AGUA TODO EL DÍA
Pero reconoce que sí ha habido afectaciones. Al inicio de las obras, la iglesia, que había sido afectada por el sismo del 85, resultó más dañada con la vibración emanada de las máquinas, aunque Fibra Uno, propietaria de Mitikah, ayudó a repararla.
También no hay agua en el pueblo durante unas horas al día. Dice que a partir de las 2:30pm la quitan y a las 8pm, regresa. En las horas cuando hay agua, el líquido sube a las casas de hasta dos pisos, pero la presión ya no es suficiente para las más altas.
“Pero todos se deben ir acoplando, poner su cisterna y tinaco”, sentencia.
Sobre el hecho de que uno de los edificios de City Towers debía comprar pipas, él supo que fue porque debían 20 millones de pesos en pagos por abasto de agua, que el anterior administrador evadió y por eso debían pedir carro-tanques.
A donde si no llega el agua es a Patio Universidad. “Quién sabe cómo estaría la red de agua”, añade.
NO SABÍAN IBA A SER TAN GRANDE
Otro tema es que los nuevos vecinos de City Towers no ven con agrado la procesión que hacen el 20 de enero de cada año. En una ocasión, de una de las torres les arrojaron huevos. Pidieron hablar con la administración para pedirles respeto. Desde entonces no ocurre.
En cuanto al Centro de Salud que se iba a remodelar este año, afirma que el 3 de octubre comenzaron los trabajos.
Al preguntarle si cuando empezó la obra de Mitikah, en 2008, creía que iba a ser tan grande, admite que no.
“Sabíamos que iba a ser la torre más alta, pero nadie le hacía caso, todos estábamos preocupados por el trabajo, incluso había otros proyectos, como hacer la calle de San Felipe más ancha e incluso a mis papás que viven ahí les pidieron dejar una zona libre de 4 metros a lo ancho, pero eso no se ha hecho”.
ALGUNOS DE LOS QUE SE QUEJAN NO SON DE XOCO
Chávez se queja de que no todos los que protestan en las calles por la presencia de Mitikah, son originarios de Xoco, como se vio el 23 de septiembre cuando se realizó una manifestación contra la apertura de la nueva plaza comercial y participaron colectivos de otras colonias.
Asegura que por ejemplo el activista René Rivas, que durante años convocaba a conferencias de prensa sobre el megaproyecto, no era de ahí y ahora su nueva protesta es contra el proyecto de hacer un centro turístico cerca del Estadio Azteca, con miras al mundial de futbol de 2025, del cual México será coanfitrión.
También ve incongruencia de gente que sí es de Xoco, pero que se queja de espacios estrechos, pero ellos cierran el paso. Ocurrió apenas en junio pasado, cuando gente de la Asamblea de Xoco intentó cerrar el cruce de Real de Mayorazgo y San Felipe. Cuestiona que critiquen que en Real de Mayorazgo haya una acera en la cual no pasa una silla de ruedas, pero con su cierre tampoco pasaba una.
“En Real de Mayorazgo y San Felipe pusieron su cadena, ahí no pasaba una silla de ruedas. Yo les corté el chicote y el tubo, y el señor Javier y el de la fonda lo pusieron y les dije ‘si yo paso lo voy a cortar’. Pasé con mi diablo y lo corté”.
El cierre ocasionó un conato de violencia, que fue grabado y posteado en Facebook por Javier Pérez Luna, quien responsabilizó a La Voz de Xoco, de romper “el derecho a la protesta” lo que además generó una riña.
A pregunta expresa, Chávez niega pertenecer a La Voz de Xoco, el grupo opositor a La Asamblea de Xoco y que ha criticado el megaproyecto de Mitikah.
Pese a sus diferencias, pide a la Asamblea de Xoco realizar una junta y hacer las paces con La Voz de Xoco.
“Al final del día todos estamos ahí y ni modo de estar siempre agrediendo. Al fin y al cabo, ya está hecho, lo que puedan dar para el pueblo es bienvenido”, concluye.
MRV