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Regresa Voca 12 a clases; analizarán en mesas de diálogo casos de acoso

Aunque los estudiantes volvieron a las aulas, un tendedero con denuncias de acoso sexual permanece en las instalaciones del CCCyT como recordatorio de las denuncias

Los alumnos de la Voca 12 regresaron este lunes a clases, tras 17 días de paro.
El caso.Los alumnos de la Voca 12 regresaron este lunes a clases, tras 17 días de paro. Créditos: Jonatan Amador
Escrito en METRÓPOLI el

Alumnos del Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos 12 (Voca 12) José María Morelos, del Instituto Politécnico Nacional, regresaron a clases este 24 de octubre, luego de 17 días de estar tomada la escuela por un grupo de paristas.

Fue el sábado 22 de octubre que el reducido grupo de paristas -una decena según dijeron algunos padres de familia a La Silla Rota- entregaron el plantel a Carlos García Jaime, director de la también conocida como Voca 12, y a Ulises Urbano, funcionario de la Dirección de Estudios Medios Superior del IPN, que fue enviado para dar solución al problema.

Los paristas entregaron el plantel a las 16:54 horas del sábado, tal como consta en un documento que redactaron a mano y con tinta azul, y donde ellos sólo firman como “Movimiento Estudiantil V12” y “Comunidad Estudiantil V12” y en el que exhortan al resto de la comunidad a retomar este 24 de octubre las actividades académicas y administrativas.

Todavía a mediados de la semana pasada los paristas habían asegurado que el paro iba a durar más, porque su pliego petitorio había cambiado. Pero Ulises Urbano había adelantado a los padres el 17 de octubre que si el jueves 20 los estudiantes no habían accedido a recibirlos y a aceptar una mesa de diálogo, entonces se llamaría a los representantes de grupo a decidir si continuaba el paro.

Como los paristas no accedieron a la mesa del diálogo, Urbano, que fue enviado por la dirección central del IPN, convocó a hacer elecciones el fin de semana, con mesa y reunión con alumnos del comité, el director y con la presencia de padres.

“Se llegó al acuerdo de que regresarían las instalaciones y se acordó con los muchachos que los papás iban a dar seguimiento de los puntos del pliego petitorio”, dijo una mamá a La Silla Rota.

Este lunes se realizó una mesa para ver el tema de darle mantenimiento a las instalaciones, lo que formaba parte de uno de los puntos del pliego petitorio, y este martes 25 habrá una mesa de equidad de género donde se abordarán los casos de acoso sexual.

En la reunión de la semana pasada Urbano había reconocido que sí había casos de acoso, tal como habían denunciado los paristas y por lo cual exigen investigación y en su caso sanciones.

Por su parte uno de los estudiantes paristas afirmó a La Silla Rota que aún existen “muchas irregularidades”, aunque al preguntarle a cuáles se refería, ya no respondió.

La matrícula de la Voca 12 es de alrededor de 4 mil estudiantes, divididos en dos turnos.

EN TENDEDERO EXPONEN QUEJAS

Mientras estuvo el paro y aún durante este primer día de regreso a clases, un tendedero colocado afuera del plantel, tiene colgados de manera escrita los presuntos abusos y acosos sexuales cometidos por parte de profesores en contra de alumnas y alumnos.

Como ha ocurrido en otras instituciones académicas, el IPN no está exento de quejas por el trato que dan sus docentes a sus alumnos, que en el caso de la Voca 12, en su mayoría son menores de edad.

“Abusa de su poder y te hace sentir tonta”, es uno de los reclamos; “me incomoda que me digas mi amor”, se queja alguien más; “tus miradas me incomodan, los ojos los tengo en el rostro, no en el busto”, se lee en otro escrito; “la mano en tu cuerpo no es parte de la evaluación”, le recuerdan a un profesor; “M manda solicitudes por FB sólo a niñas”, expone otro texto; “¿acaso es gracioso fotografiar a tus alumnas cuando traen falda?” y “por cómo se visten es por eso por lo que los hombres las miran: profe D”, reprochan otros mensajes escritos sobre cartulina u hojas de papel.

Algunos profesores acumulan acusaciones en el tendedero, colocado en la puerta y sobre las paredes aledañas, en la calle de Chopo, de la Voca 12, ubicada a unos pasos del Circuito Interior, del lado de la colonia Santa María Insurgentes, en la alcaldía Cuauhtémoc.

“Para J una falda es una invitación a acosar”; “J, no por traer escote me debes decir que soy una zorra”, son otros de los mensajes dirigidos a uno de ellos, de los que se pone su nombre completo, pero que La Silla Rota omite por el derecho a la presunción de inocencia.

Otras de las quejas son contra el maestro JL. “Cada que me ve siempre hace comentarios inapropiados por mi cuerpo y la ropa que visto. De igual manera me pide le envíe fotos y mensajes”; “maestro, no quiero que me enseñe a sexualizar a una niña”; “no quiero verte que me des la bienvenida a la escuela, acosador”; “confunde amistad con acoso” y “me ofreció llevarme en su coche, esperando que le mandara mensaje y me dio un beso en la frente”, se lee en escritos diferentes y con letra distinta.

JB es otro de los profesores que acumulan acusaciones. “Intenta tocarte con la excusa de ser viejo y no ver”; “dice no ver, pero todo el tiempo se la pasa incomodando”, “no da clase y exige como si tuviera poder sobre sus alumnas”.

Otros mensajes son para A, a quien le reclaman que no da clase y que cree que sus creencias son únicas.

TAMBIÉN SE QUEJAN DE PERSONAL DE LIMPIEZA Y ALUMNOS

A las quejas por acoso se suman otras por insultos hechos por profesores a alumnos.

“Llamarnos tontos no fomenta el aprendizaje”, le reclaman a un profesor. Otro es hecho a una profesora: “abusa de su poder y no sabe escuchar. Te discrimina” o “S, mi salud mental no es un chiste”.

“Ninguna escuela puede hablar de prestigio si tolera o encubre a los acosadores”, es uno más.

Incluso, hay quejas contra el personal de limpieza: “debe estar en su trabajo, no en mis piernas” y otro “deja de mirarme las piernas”.

Algunos alumnos también son acusados por cuestiones de acoso sexual.

“No intentes tomarle fotos a tus compañeros SIN CONSENTIMIENTO”, “E, ¿por qué te importa tanto el tamaño de mis senos”, “A es un acosador”, y “deja de morbosear a las maestras y compañeras”.

Son precisamente las acusaciones de acoso sexual y la falta de sanciones, por las cuales un grupo de alumnas y alumnos decidió tomar la escuela el 4 de octubre. 

MRV