El abandono de animales de compañía se incrementó en el Valle de Toluca durante 2021 como consecuencia del desconfinamiento tras los picos más graves de la pandemia de covid-19. Así lo dio a conocer Alejandra quien, en los últimos ocho años, se ha dedicado a rescatar y colocar a perros y gatos sin hogar con la Fundación “Mil Oportunidades”.
Lamentó que muchas de las personas que se animaron a adoptar durante 2020, cuando debieron regresar a trabajar, optaron por solicitar regresar a los peludos, lo que va en contra de lo que establece la tenencia responsable.
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“Cuando terminó dijeron 'vamos a volver a nuestras actividades y ya no podemos tenerlos’ y sí, todos teníamos una vida normal antes de la pandemia, sí hubo mucha gente que no hizo la consciencia de que iban a contraer un compromiso de por vida, entonces como no se los aceptábamos, optaban por dejarlos en las calles. Eso fue devastador porque teníamos muchos animalejos rescatados de maltrato", cuenta Alejandra.
Hasta 2021 la población de perros en la capital mexiquense ascendía a 250 mil perros callejeros con una mayor densidad en la zona norte del municipio, según datos del Centro de Control y Bienestar Animal municipal, sin embargo, la cifra aumenta por la falta de esterilizaciones y el abandono.
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Ahí entra el trabajo de las protectoras, pero para Alejandra, los recursos con los que cuentan son simplemente insuficientes para generar acciones que reviertan la situación de abandono y maltrato, en especial porque, por la inflación, perdieron a sus donadores.
"La verdad es que sí, antes de la pandemia había un número más elevado de adopciones, el día de hoy no es tan común, digo, sí hay pero es muy poca la gente que está aportando, como que toda la dinámica social ha cambiado muchísimo y estamos teniendo mucha dificultad, el problema es que esos perritos que no son adoptados se siguen acumulando".
Mil Oportunidades ha concentrado sus esfuerzos en esterilizar a peludos callejeros y buscarle un hogar a los que más lo necesitan por lo que piden donaciones para lograr el objetivo y disminuir la cifra de los que están en vulnerabilidad, para ello, se necesita, asegura Ale, la intervención de toda la sociedad.
"Nadie hace nada, la realidad es que todo mundo espera que las protectoras hagamos todo pero las protectoras somos gente como tú, como cualquier otra personas, la única diferencia es que no nos volteamos para el otro lado, que hacemos el sacrificio de incluso empeñar lo que tenemos para poder atender y no es posible“.
Aunque en el refugio sólo cuenta con 14 peludos, debido a que no tiene capacidad para darle vida digna a más, en total atiende a 35 perros y se dedica a esterilizar a los que encuentra sin hogar para después reinsertarlos en la comunidad en la que los encuentra.
VGB