HUASCA.- La leyenda de la Atlántida, una ciudad que fue tragada por el mar, es conocida en todo el mundo, pero mientras es descubierta o no, en el estado hay una versión “a la hidalguense” y se trata de una hacienda entera que igual quedó bajo el agua y que puedes conocer este fin de semana.
De acuerdo con historiadores, el lugar le perteneció al hombre considerado como uno de los más rico quien vivió en el estado de Hidalgo durante la época virreinal y fue muy exitosa en la producción de plata, aunque luego tuvo una serie de eventos que la llevaron a su fatal destino que ha intrigado a muchos.
Sin embargo, actualmente es uno de los atractivos turísticos estrella del hermoso pueblo mágico de Huasca y lo mejor es que disfrutar de él es completamente gratis, además de que ofrece muchas actividades para pasar un agradable momento, todas ellas relacionadas con la frondosa naturaleza al rededor.
Te podría interesar
Pero por mucho, quienes ya llegaron hasta la “Atlántida a la hidalguense” aseveraron que la mejor de todas es poder acercarse hasta uno de los vestigios de la hacienda que sobresalen desde el agua y si se mira con atención hay algunos detalles que sorprenderán, además de que es obligado fotografiarse.
Así es la “Atlántida a la hidalguense”: una hacienda bajo el agua
La llamada “Atlántida a la hidalguense” se trata de una de las haciendas que fueron propiedad de Pedro Romero de Terreros, mejor conocido como el Conde Regla, y fue utilizada para la producción de plata que era tratada y luego exportada desde el estado de Hidalgo principalmente hacia Europa.
El lugar formaba parte de un sistema de cuatro beneficios del mismo dueño, todos en Huasca: Francisco Javier, San Miguel Regla, Santa María Regla y San Antonio Regla, siendo los primeros tres los únicos que todavía siguen en pie e incluso dos fueron convertidos en atractivos turísticos y hoteles.
Sin embargo, San Antonio Regla tuvo un destino que lo marcaría para siempre, pues luego de la muerte del Conde Regla en 1781, el predio fue expropiado por el gobierno quien decidió donarlo a la extinta Compañía de Luz y Fuerza del Centro, empresa que vislumbraba un ambicioso proyecto eléctrico.
Pues la zona donde queda la hacienda San Antonio Regla es uno de los puntos más bajos del municipio de Huasca, por lo que era ideal para acumular de manera natural el agua de los ríos o proveniente de la lluvia y así fue más fácil construir una presa hidroeléctrica que permitió generar luz por primera vez.
Sin embargo, no fue desmantelada prácticamente ninguna parte del sitio y cuando se hizo la inundación, todo quedó intacto y así sigue desde que fue fundado en el año de 1760, aunque actualmente hay una capa de más de 50 metros de agua y lo único que sobresale desde el fondo es una chimenea de tabique.
Abajo, quedó lo que es descrito como una “Atlántida a la hidalguense”, pues había casonas que antes eran ocupadas por Pedro Romero de Terreros junto a sus trabajadores, quienes comían y dormían en ellas, además de caballerizas, bodegas y sitios para hortalizas, aunque con el agua la madera se pudrió.
Todo esto puedes hacer en un fin de semana
La actividad principal en la “Atlántida a la hidalguense” es dar un paseo en lancha para llegar hasta la las ruinas y la chimenea que todavía sigue en pie y se debe retratar la ocasión con una fotografía, además de analizar la pared de tabique en busca de curiosidades, como una placa de fundación.
Alrededor de la presa, que pasó a llamarse como la hacienda inundada, San Antonio Regla, es posible hacer paseos en bicicleta o cuatrimoto, estas de renta, así como a caballo; igual, se pueden hacer rutas de senderismo por el bosque contiguo y lo mejor es lanzarse por la tirolesa que cruza todo el afluente.
Así llegas a Huasca
Para llegar al primer pueblo mágico de Hidalgo, Huasca, es necesario recorrer una distancia de solo 36.6 kilómetros (km) desde la ciudad de Pachuca, lo que en promedio tarda un tiempo de 50 minutos en automóvil particular; para hacer lo mismo desde la CDMX, las cifras suben a 143 km o 2.30 horas.
cem