CHILCUAUTLA.- Hidalgo posee muchos cerros míticos como El Tecajete o el de San Pedro, pero hay uno aún más increíble por su forma y de lo que se tomó inspiración para su nombre: Elefante, del cual te decimos qué es lo que esconde para que te enamores de ese lugar para que sea tu próximo destino favorito este fin de semana.
El cerro se localiza en la localidad de Tunititlán, en el municipio de Chilcuautla, y está enclavado en el corazón del Valle del Mezquital, y debido a su larga extensión cobre a otras demarcaciones como Mixquiahuala, desde donde se pueden tener increíbles vistas desde el suelo, pero si se escala el panorama se multiplica.
ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP. EL PODER DE LA INFORMACIÓN EN LA PALMA DE TU MANO
Te podría interesar
Para llegar a la cima, se puede hacer senderismo y contemplar la flora y fauna del lugar, como aves que resuenan en cada rincón, aunque se debe tener paciencia, ya que la travesía dura 4 kilómetros de subida que se recorren en aproximadamente una hora, o más, pero vale la pena al tener vistas de 360 grados de hermosas panorámicas.
Incluso, cada 11 y 12 de febrero hay una tradición religiosa que consiste en subir el cerro del Elefante para ofrecer una misa en honor a la virgen de Guadalupe y luego se ofrece un convivio con algunas amenidades, actividad que no te debes perder para pasar un agradable rato; pero, si vas en un fin de semana, es igual de entretenido.
Esto esconde el cerro del Elefante
Sobre los secretos que esconde el cerro del Elefante el primero de ellos es que fue descubierto por lo menos desde el año 1000 después de Cristo por culturas indígenas, quienes decidieron honrar a su entonces dios, Tezcatlipoca de origen azteca, y construyeron un centro ceremonial del que aún perduran algunos restos.
Ya que, de acuerdo con datos del Museo Virtual de Tunititlán, en la década de 1980 fue organizada una excursión científica para realizar excavaciones en la cumbre del cerro Texcal y además de los antiguos vestigios se encontraron cráneos humanos y sedimentos o montículos de piedras.
Pero la importancia de ese centro ceremonial fue tal, que algunas culturas mesoamericanas, como los toltecas, siguieron haciendo uso de ese espacio y así logró mantenerse en pie hasta el siglo XVII. Fueron los habitantes modernos los que hicieron parte de los descubrimientos arqueológicos y se sorprendieron de ellos.
Por lo que decidieron ponerle a la localidad en Chilcuautla, Tunititlán, que deriva de la palabra hñähñu “n´thuni”, pues los primeros moradores relacionaron los hallazgos de cráneos y por ello decidieron ponerle ese nombre que aún se mantiene hasta la actualidad y es un lugar increíble para pasar el fin de semana.
Esto te espera en el cerro Texcal
Ahora bien, sobre lo que hay en el cerro Texcal, Tezcal o del Elefante, es la posibilidad de practicar deportes al aire libre como senderismo, observación de aves y hasta ciclismo de montaña; igual, para los más aventureros, pueden pasar una increíble noche bajo las estrellas en la cima en casas de campaña.
Para antes o después, turistea en Chilcuautla
Por su parte, el municipio de Chilcuautla cuenta con sus propios atractivos turísticos como el balneario Xindho con deliciosas aguas para relajarse, o bien, el campamento Tlao que se puede reservar de manera privada para descansar en sus 2 hectáreas de amenidades como albercas o talleres artesanales o hasta lanzarte por tirolesas.
Así llegas
Para poder disfrutar del cerro del Elefante, es necesario llegar hasta la localidad Tunititlán, misma que queda a una distancia de 70.3 kilómetros (km) desde Pachuca, que se recorre en una hora con 20 minutos; para los turistas de CDMX, las cifras suben a 142 km o 2.38 minutos de viaje en automóvil.
cem