PACHUCA.- Se acerca el Día de muertos y en Hidalgo celebramos esta fecha con diversas actividades en cada uno de los 84 municipios. Desfiles, convivios, concursos, obras y otras presentaciones toman lugar en esta festividad a las almas que yacen en otro plano. Una de las grandes tradiciones es la colocación de una ofrenda, o altar de muertos en cada uno de los hogares hidalguenses.
Estos altares simbolizan esa unión entre la vida y la muerte. Se dice que es en estos días cuando se abren los portales y nuestros seres queridos que han partido de este mundo terrenal regresan a visitarnos. Por lo tanto, en respuesta y gratitud por volvernos a reencontrar colocamos una ofrenda con todo aquello que a estas personas les gustaba y apreciaban en vida.
En la sierra y huasteca hidalguense es común ver que las familias llenan las mesas con comida y bebida para dar a sus muertos un gran festín. Incluso, es esta misma ofrenda que en algunos lugares se llevan al panteón el 1 y 2 de noviembre para degustar junto a la tumba de sus difuntos con música, baile y toda una gran fiesta.
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Aunque las costumbres y tradiciones van cambiando conforme pasa el tiempo, se espera que estas bonitas fechas se mantengan vivas por muchos años más. No obstante, en la actualidad es cada vez menos frecuente ver los altares tradicionales, sobre todo en las ciudades. Actualmente, un altar se vuelve más básico con algunos elementos como fotografías de los difuntos, flores y veladoras.
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Lo cierto es también, que esto se debe en parte a los elevados costos de los productos que se requieren para la elaboración de un altar tradicional. Tan solo, el gasto de la comida resulta excesivo para los bolsillos de las personas que en un sondeo rápido de LSR Hidalgo la gente optada más por comprar para comer en el día, que comprar para poner un altar.
Así los costos por altar
Para un altar de muertos sencillo con flores, velas, agua y algunas frutas de temporada las familias hidalguenses invierten en promedio de 500 a 600 pesos. “Los vivos tenemos hambre, ya los muertos como sea”, decía una pachuqueña, mientras juntaba de su bolsillo las monedas para pagar el pasaje.
No obstante, en los mercados principales del centro de la ciudad Pachuca se observa a los comerciantes ofertar los productos para los altares como la flor de cempasúchil que llega a costar hasta 50 pesos el ramo. En algunos puestos la ofrecen en macetas elevando su costo hasta los 100 pesos, pero según dicen “así dura más y le alcanza hasta el próximo año”.
De ahí, otro producto básico es la veladora. Estas varían su precio en cuanto tamaño, color y material en el que vengan. Las hay en vaso de vidrio de a 12 pesos o hasta 35 pesos cada una. Ya el resto de los productos es “un lujo” decía otra ama de casa, quien señaló “si acaso ponemos unas mandarinitas, plátano o los tamales, porque ya ve que luego lo que se queda en el altar se echa a perder y es un gasto que no tenemos”.
Respecto al precio de la fruta está en 25 pesos el kilo de la manzana, la mandarina hasta 35 pesos, la caña la encuentras en 2 kilos por 30 pesos, el cacahuate a 80 pesos el kilo, la guayaba en 20 pesos el kilo; tejocote en 40 y plátano o jícama en 20 pesos. Si quieres agregarle más adornos y poner el tradicional papel picado, se vende en 10 pesos la bolsita con 5 o 6 láminas. También es tradición poner las calaveritas de dulce o chocolate que también cambian de precio dependiendo de su tamaño y elaboración, desde 5 pesos hasta 100 pesos. También se pueden colocar piezas de pan de muerto. El precio igual es variado dependiendo del tamaño y la panadería. Recuerda que ya hay también rellenos de nata, dulce, chocolate. Cada pieza está entre los 45 a 100 pesos.
En promedio, cada familia estaría invirtiendo cerca de los 2,000 pesos para colocar un altar tradicional con comida, bebida, dulces, flores, velas, fotografías y papel picado.
¿Cuáles son los elementos del altar de muertos?
1.- Arco floral
Colocar un arco de flores sean naturales o de papel representa la puerta de entrada para los difuntos al mundo de los vivos. En algunas casas, además de las flores de cempasúchil, diente de león o claveles, los adornan con frutas y golosinas. En la tradición azteca, la flor de cempasúchil representa el sol, que sirve de guía para alumbrar el camino de nuestros fieles difuntos, así como este aroma que desprende la flor.
2.- Papel picado
De origen azteca, con el tiempo se han incluido diversos colores, figuras y tamaños. El papel picado tradicional va de los colores morado (luto en el catolicismo), negro y naranja. Actualmente se caracteriza por tener siluetas de calaveras, ataúdes, catrinas, y otros aspectos del Día de Muertos.
3. Velas
Representan el fuego y la luz. Suelen colocarse en forma de cruz para los cristianos o señalando los cuatro puntos cardinales, según la tradición prehispánica, para orientar a los muertos. Hoy, algunas familias encienden una luz por cada una de las personas fallecidas.
4. Agua
En los altares se acostumbra a colocar un vaso o una jarra con agua con el fin de que el difunto pueda saciar su sed después del viaje hasta el mundo de los vivos. También es típico que las familias coloquen la bebida favorita de la persona; sin embargo, no debe faltar un vaso de agua natural para representar la pureza.
5. Alimentos
Los alimentos se colocan para representar la tierra. Se acostumbra a colocar semillas, frutos, especias, cacao, el pan de muerto, calaveras hechas de azúcar y aquellos alimentos que les gustaban a los difuntos.
6.- Figuras de calaveras
De chocolate, azúcar o de otros materiales diversos sean comestibles o de adorno, estas imágenes y figuras recuerdan que la muerte es parte de la vida. Es una manera de ver la muerte como algo dulce y no extraño o ajeno a la vida. La imagen de calavera más conocida o famosa es La Calavera Garbancera, de José Guadalupe Posada.
7. Incienso
Antiguamente, se empleaba el copal, pero hoy se hace uso del incienso, como elemento para purificar el espacio y atraer a los difuntos hasta el altar. El incienso se prende durante el momento de oración para así unir lo celestial con lo terrenal.
8. Sal
Es un símbolo para la purificación del alma de todas aquellas personas o niños que fallecieron sin haber sido bautizados, así como para evitar la llegada de espíritus malignos. La sal se coloca en vasos o en forma de cruz.
9. Imágenes religiosas
La festividad es una mezcla de tradiciones prehispánicas y católicas; por lo que se acostumbre colocar objetos y figuras religiosas como rosarios, santos, vírgenes, ángeles, cruces, y otros.
10. Objetos personales y retratos
Se acostumbra colocar los objetos que acostumbraba a usar el difunto o que más le gustaban. Entre estos pueden estar las prendas de vestir, juegos y otros objetos de uso personal. Lo mismo se colocan las fotografías de los difuntos.
EXTRAS
Los altares tienen diferentes niveles, que pueden variar de dos hasta siete niveles con el fin de representar lo celestial, el mundo terrenal y el inframundo. En algunos hogares se coloca la figura del xoloitzcuintle, perro de poco pelo que, según la tradición azteca, cuando una persona muere por razones naturales, es el encargado de acompañar el alma del difunto por el camino y cruzar el río Itzcuintlan, hasta llegar a Mictlán o lugar de los muertos.
¿Cuáles son las fechas en que llegan las ánimas?
La costumbre es colocar la ofrenda desde la noche del 31 de octubre y se retira hasta el 3 de noviembre. Aunque la tradición establece las siguientes fechas de la llegada de las almas:
- 27 de octubre: Es el día cuando las mascotas vuelven del más allá.
- 28 de octubre: Se recibe a las personas que murieron en un accidente o de forma repentina o violenta, así como a las ánimas solas.
- 29 de octubre: Es el día dedicado a los ahogados.
- 30 de octubre: Llegan las almas olvidadas o que no tienen familia que los recuerde.
- 31 de octubre: Se recuerda a los niños y niñas que están en el limbo (que no están bautizados) o que nunca nacieron.
- 1 de noviembre: Se dedica para recordar a las demás personas que fallecieron durante su infancia.
- 2 de noviembre: Se recuerda a todos los difuntos que dejaron el mundo cuando ya eran adultos y recordando a nuestros ancestros como abuelos o bisabuelos.
jgp