PACHUCA.- La ciudad de Pachuca cuenta con varias leyendas que se difunden de oído a oído y una de ellas es la de Francisquito y su árbol Pirulito que se encuentran dentro del parque Hidalgo de la avenida Madero, historia que asienta que por las noches el niño y su amigo salen para jugar por todo el espacio.
De acuerdo con la narrativa de la leyenda, Francisquito era un niño pequeño que, como todos los días, asistía a la escuela y tras un lunes de honores a la bandera su profesor le indicó a él y sus compañeros de clase que realizarían una divertida actividad que consistía en plantar un árbol en un parque cerca de su escuela.
Para ello, el profesor colocó varios árboles en una mesa y de entre todos Francisquito eligió un pequeño pirul al que llamó Pirulito; junto a sus amigos, el menor acudió al parque Hidalgo donde eligió un lugar cerca de los caminos de piedra y con mucho cuidado y emoción plantó la especie vegetal.
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El consejo que se le dio a Francisquito y sus compañeros fue que debían cuidar de sus árboles y el niño hizo caso; en ese sentido, la historia dice que luego de sus clases el pequeño se detenía rumbo a su casa para visitar y regar a Pirulito, pero además platicaba y jugaba con el árbol. Para despedirse, siempre le daba un abrazo.
Con el tiempo, el pirul comenzó a crecer y Francisquito creó una bonita amistad con Pirulito. Pero un día, el niño y su hermana pequeña recibieron una triste noticia, que sus padres habían fallecido y quedado completamente huérfanos; por lo que tristes y desconsolados salieron corriendo de su casa.
La leyenda asienta que decidieron acudir con Pirulito para pedirle consuelo ante la enorme pérdida que habían sufrido. La historia narró que el árbol de pirul comenzó a hablarles y les ofreció sus ramas como hogar, por lo que los niños pasaron la noche acostados y abrazados sobre el árbol que ya era grande.
Sin embargo, al día siguiente de la triste noticia los niños ya habían sido absorbidos por Pirulito y quedado unidos a su tronco. Tras los años, la especie vegetal creció enormemente y se dice que por las noches los dos niños se desprenden del tronco de Pirulito para salir a jugar y junto al árbol recorren todo el parque Hidalgo.
Actualmente, el árbol de pirul está rodeado con una guarnición de concreto y una valla de reja metálica, y aunque no le puedes dar un abrazo como Francisquito se despedía de Pirulito, lo puedes visitar en el parque Hidalgo de Pachuca y escuchar leyenda que lo rodea, así como de tomarte una fotografía.
Así se veía el parque Hidalgo antes
De acuerdo con una fotografía del archivo digital México en Fotos, se retrató de manera cerrada la fuente del parque Hidalgo sobre la vía que conduce a Tulancingo y muestra una frondosa vegetación con muchos árboles, además de que al fondo luce una torre con reloj y un gran edificio.