PACHUCA.- Aunque el Día de Muertos ya pasó y con ello la posibilidad de vivir de manera más intensa las leyendas y secretos que posee México, eso no impide que se pueda disfrutar de esos lugares y ahora desde LSR Hidalgo te compartimos la historia del lugar donde el Diablo dejó marcadas sus costillas y la experiencia será al doble, pues resulta que es en un pueblo mágico que queda a menos de dos horas de Pachuca.
Se trata de una leyenda tan, pero tan aterradora, que pocos son los turistas que se atreven a comprobarla y ver por sus propios ojos la impresionante marca, pero los que sí lo hacen dicen que pasan un agardable día un lugar lleno de misticismo y hasta magia, dicen algunos, pues luego pueden ir al resto de atractivos que ese lugar ofrece, que es el consentido para algunos para viajes exprés fuera de la ciudad.
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Te hablamos de Tepotzotlán, uno de los pueblos mágicos que tiene el Estado de México, y que no te engañen, no es traición ir a otras encantadoras localidades que no sean las nueve que tiene Hidalgo, pues los son los aventureros los que descubren los mejores destinos para un fin de semana o unas vacaciones mejor planeadas y esta no es la excepción, pues ofrece un sinfín de actividades y sitios a recorrer.
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Aunque te advertimos que en Tepotzotlán no solo se cuenta una leyenda, pues sus pobladores afirman que es un lugar bastante aterrador y místico, ya que a algunos les han sucedido historias de seres fantasmales, brujas, espíritus, nahuales, duendes, lloronas, demonios y hasta aparecidos, por lo que prepárate para que conozcas la mejor de todas, según algunos turistas, y es la que da título a esta nota.
Esta es la leyenda de las costillas del Diablo
De acuerdo con los testimonios y dichos de los lugareños del pueblo mágico de Tepotzotlán, todo comenzó cuando el Diablo llegó hasta esa localidad con un solo objetivo, que era llevarse a su casa en el Inframundo la piedra más enorme y voluminosa que existiera, pero lo que no sabía es que se estaba sobrevalorando y fallaría de manera estrepitosa, y mejor aún, que dejaría una marca a la humanidad sobre su existencia.
Por lo que decidió poner manos a la obra y tras buscar por la zona logró encontrar a la candidata ideal y la que más le gustó de entre todas: una piedra de enormes proporciones que sería ideal para los fines que solo él sabía, pero pronto descubrió que era muy pesada para las fuerzas que tenía, pues moverla le era casi imposible y por ende le iba a implicar un enorme esfuerzo tan solo avanzar unos pocos metros.
Por lo que el llamado Señor de las Tinieblas comenzó a idear un plan para resolver el dilema que tenía enfrente, que era que o se las ingeniaba para mover la roca o regresaba resignado sin ella, por lo que no desistió y primero trató de rodar la piedra con mecates, pero sus esfuerzos fueron en vano, ya que no pudo siquiera moverse junto a su objetivo ni un centímetro, por lo que hizo muchos más intentos y en cada uno falló.
Hasta que desesperado, el Diablo trató de cargarla, pero cedió ante el pesado objeto que quería llevarse a su casa en los confines abajo de la Tierra y lo soltó de manera violenta, no sin antes, cuenta la leyenda, que dejó marcadas sus costillas por la cantidad del esfuerzo que hizo, por lo que al no cumplir su cometido abandonó la roca en el mismo lugar de donde la encontró, sin siquiera poder moverla ni un centímetro.
Estos son los otros atractivos de Tepotzotlán
Aparte de conocer la leyenda descrita líneas arroba, los turistas en Tepotzotlán tienen como parada obligatoria el resto de sus atractivos como el Museo Nacional del Virreinato, que está alojado dentro de una joya arquitectónica: el antiguo Colegio de San Francisco Javier, famoso por sus pastorelas anuales; o bien, la iglesia de San Francisco Javier que desde la explanada da muestra de su arte barroco y adentro destacan sus retablos.
Así llegas a la leyenda del Diablo y sus costillas
Para llegar al hermoso pueblo mágico de Tepotzotlán, que entre sus otros atractivos esconde el monumental Acueducto de Xalpa, es necesario recorrer 83.7 kilómetros de distancia desde Pachuca, lo que en promedio se traduce en un viaje en automóvil propio de una hora con 50 minutos, según Google Maps, pero a cambio se tendrá el mejor de los fines de semana entre hermosas joyas virreinales.
cem