PACHUCA.- Van dos días desde que los estudiantes de Hidalgo regresaron a las aulas de forma presencial y con ello se retoma la costumbre del recreo, en el que cada niño o joven ingiere un lunch enviado por sus padres o comprado en la escuela.
Ante ello, LSR Hidalgo reunió la opinión de los expertos, quienes coincidieron que saltarse esa comida podría ser un riesgo de sobrepeso o bajo rendimiento académico, pero en cambio, poner raciones grandes o alimentos equivocados igualmente sería dañino.
Toma nota: son cinco comidas, no más ni menos
De acuerdo con especialistas, desde el primer año de vida deben realizarse cinco tiempos de comida y el lunch es la primera colación, por lo que es recomendable no saltárselo, pues los estudiantes están bajo mucha actividad física, intelectual, social y deportiva.
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Tal afirmación se complementa con datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) sobre qué comer de manera oportuna es esencial durante la edad escolar, pues no solo permite crecer, sino que aporta la fuerza necesaria.
La educación no es igual en todas las edades y la comida también
Ante lo anterior, especialistas asentaron que las necesidades nutrimentales varían según el ritmo de crecimiento, género, actividad física y edad, por lo que la ingesta de alimentos será diferente entre un estudiante de preescolar, primaria o universitario.
No solo es poner comida y ya, balancéala
Además de las diferencias de consumo, para un almuerzo sano deberán incluirse alimentos de todos los grupos: cereales, proteínas, grasas, frutas y verduras en porciones suficientes para saciar al estudiante en su receso y evitar que en la comida se exceda.
En México, los alimentos más consumidos en las escuelas son panes, tortillas, proteínas animales, frutas, galletas, frituras de maíz, productos lácteos, jugos, bebidas azucaradas y agua natural, pero no todos deben consumirse a diario o en demasía.
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Por lo que la alimentación estudiantil debe ser variada y equilibrada para promover su salud y prevenir enfermedades y se realiza al mezclar alimentos y que estos además contengan los nutrientes necesarios para que el organismo funcione bien.
Estos alimentos sí y estos no
Alimentos como el pan dulce o barritas solo aportan calorías vacías, es decir, que proveen mucha energía, pero pocos o nulos beneficios nutricionales y que no llenan a los estudiantes y después buscar más comida, caso contrario a las carnes, leche o huevo.
“Enviar un sándwich no es mala opción, pero que sea de harinas integrales. Más allá de las calorías, contienen fibra, que es un buen componente para una buena salud”, explicó Jaime Alfaro Bolaños, pediatra con subespecialidad en gastroenterología infantil.
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El Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) explicó que el almuerzo estudiantil debe cubrir entre el 15 y 20 por ciento de las recomendaciones diarias de energía; entonces, un estudiante de preescolar requiere cerca de mil 300 calorías.
Por lo que su lunch deberá aportarle entre 216 y 239; uno de primaria necesitará alrededor de mil 579 y su colación deberá estar entre 263 y 290; un adolescente precisa de 2 mil 183 calorías, por lo tanto, su lunch debe oscilar entre las 363 y 401.
“Se deben incluir alimentos preparados como un sándwich, quesadilla, mollete, tlacoyo o un pan con crema de cacahuate y en raciones según edades y escolaridad. Hay que mandar siempre frutas y verduras”, sugirió un experto a El Universal.
Sobre frutas, verduras y ultraprocesados
En el caso de frutos con alto contenido de azúcares como el plátano o mango, una mitad cubre la porción necesaria de ese elemento y mejor debe favorecerse el consumo de frutas con más fibra y menos calorías como uvas, fresas y aquellas que se parten.
Mientras que las verduras pueden comerse sin distinciones como las porciones y mejor deben evitarse las galletas y panes dulces y alimentos ultraprocesados, que pueden sustituirse por un yogur natural o bebible.
Aguas con saltar comidas a tus hijos
Ahora bien, saltarse una comida de las cinco diarias puede traer consecuencias a la salud a mediano o largo plazo como disminución en la energía, incremento de peso, alteración del metabolismo o cambios de humor, precisaron especialistas.
“El ser humano funciona con base en estructuras y rutinas, cuando se pierde un hábito se alteran las demás actividades y en los estudiantes se entra en un ayuno prolongado y comenzará a gastar sus reservas en su cuerpo”, alertó un pediatra.
Por lo que el lunch que se coma en el receso escolar nunca deberá reemplazar el desayuno y deberá servir como fuente de energía adicional que contribuya a que niños y adolescentes presten mayor atención y se concentren en clase.
“Si los estudiantes se saltan la hora del lunch pueden sentirse fatigados o con sueño durante el día. También. puede haber ausentismo y por eso es importante hacer los cinco tiempos de comida”, subrayó otro especialista a El Universal.
cem