PACHUCA.- Si quieres comenzar a correr, necesitas hacerlo de manera progresiva para que el cuerpo se adapte a los cambios y notes los beneficios físicos y en la salud.
Sigue esta rutina básica para incursionar en esta disciplina y en solo dos meses obtendrás la resistencia y capacidad física de un corredor.
SEMANA 1
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Los primeros días realiza un calentamiento de 10 minutos, una caminata de seis minutos y comienza a trotar durante un minuto. Repite este bloque tres veces.
SEMANA 2
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Repite el calentamiento por 10 minutos. La caminata disminuye a cinco minutos y aumentas a dos minutos el trote. Son tres repeticiones.
SEMANA 3
Mantén el calentamiento durante 10 minutos. Reduce la caminata a solo cuatro minutos y comienza a trotar durante tres minutos. Para esta semana habrás ganado más resistencia, y por lo tanto son cuatro repeticiones de este bloque.
SEMANA 4
Realiza el calentamiento de 10 minutos, camina durante tres minutos y trota durante cuatro minutos. Mantén las cuatro repeticiones.
SEMANA 5
Estás iniciando el segundo mes de entrenamiento. Si has sido constante sigue con el calentamiento de 10 minutos y una caminata de menor tiempo, dos minutos, por cinco minutos de trotar. Solo por tres repeticiones.
SEMANA 6
En la sexta semana, el calentamiento es de 10 minutos, la caminata solo por un minuto y seis minutos para trotar. Son cuatro repeticiones.
SEMANA 7
En esta semana omitirás la caminata y después del calentamiento durante 10 minutos comienzas el trote por siete minutos. Tres repeticiones.
SEMANA 8
La última semana de esta rutina básica aumentarás el calentamiento por 20 minutos para trotar el primer día 20 minutos, el segundo día, 25 minutos y el tercer día 30 minutos. Mantén este ritmo en próximos días hasta ir en aumento progresivo.
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(Fotos: Ilustrativas web)
CAMBIOS EN EL CUERPO
Al finalizar la rutina habrás generado resistencia muscular. Con el ejercicio el cuerpo incrementa el número de mitocondrias en las células lo que provoca mayor resistencia y fortaleza.
En las articulaciones obtendrás mayor flexibilidad y elasticidad; mientras el contenido mineral que se encuentra en los huesos aumenta, para brindar mayor densidad ósea.
Si mantienes le hábito del ejercicio tu corazón y pulmones te lo agradecerán. Tu sangre transportará mayor oxígeno y tus pulmones se harán más eficientes y fuertes permitiendo oxigenar la sangre con mayor facilidad y una inhalación y exhalación mayor.
(Con información de Notimex)
jgp