PACHUCA.- El 7 de octubre de 2012, Heriberto Lazcano Lazcano fue capturado muerto por elementos especializados de la Secretaría de la Marina (Semar) en el municipio Progreso, en Coahuila, hecho que en ese tiempo fue difundido en medios noticiosos que se logró gracias a una llamada anónima que había revelado a los militares la ubicación precisa del líder criminal, quien al momento del operativo se encontraba en una cancha de beisbol amateur mientras transcurría un partido local.
El Lazca era conocido en el pueblo: Humberto Moreira
En ese sentido, una nota periodística de Milenio publicada en formato digital días después de la ejecución del Lazca o el Z3, como se conocía al capo nacido en Apan, Hidalgo, retomó varios testimonios sobre el hecho, como el del gobernador de Coahuila en ese año bajo el Partido Revolucionario Institucional (PRI) Humberto Moreira Valdez, quien refirió que el narcotraficante era conocido en Progreso, pero que mantenía un perfil bajo al nivel de hacerse pasar por un miembro más de la comunidad.
Cuando vemos gente extraña debemos conocerla, asevera edil
Ante las declaraciones de Moreira Valdez a Milenio sobre que el Lazca era conocido en Progreso, pero que además estaba coludido con empresarios dedicados a la extracción del carbón, el alcalde en 2012 Rubén Trejo García las desmintió al mismo medio nacional y se dijo desconcertado sobre las bases que tomó el exmandatario, pues el exfuncionario igual emanado del PRI aseveró que en las localidades que gobernaba todos eran conocidos y cuando llegaba alguien que no lo era debía saberse inmediatamente.
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De aquí no salió la llamada, todos son bienvenidos: testigo
En una fuente más tomada por Milenio en su nota, una mujer catalogó como mentira la versión oficial difundida por medios de comunicación sobre que desde Progreso había salido la supuesta llamada anónima que había alertado a la Marina de la presencia de Lazcano Lazcano en el partido de beisbol amateur y reforzó su dicho al contrastar que es era la pobreza que aquejaba a la población que ni si quiera podían costear teléfonos móviles, “como la gente en la ciudad con celulares en la mano”.
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“Aquí no somos de hacer esa clase de denuncias ni mucho menos porque nos… Aquí todos son bienvenidos, no tenemos por qué desconocer a nadie ni decir ‘hay, este viene a hacer males’ porque no es cierto”, expresó la mujer, quien reafirmó que desde Progreso, en Coahuila, no salió ninguna alerta hacia elementos castrenses, versión por la cual la ciudadanía temió ser blanco de una venganza por parte del cártel delictivo los Zetas, del cual el Lazca era su máximo regente luego de abandonar el Ejército.
Criminales aprovecharon e intentaron extorsionar
Otro testimonio recabado por el medio en su nota del 30 de octubre de 2012, un hombre habitante de Progreso en Coahuila confirmó que, tras el enfrentamiento entre la Marina, el Lazca y miembros de su cártel delictivo. sintieron temor y zozobra al pensar que serían víctimas de represalias por parte de los Zetas, pues como fue asentado líneas arriba la versión oficial apuntó a que la llamada de la ubicación de Lazcano Lazcano había salido de la localidad, por lo que se temía una vendetta.
“Entró en pánico la gente, como ve aquí es muy humilde y cuando empezó la noticia de que había sido una llamada anónima la gente tuvo un temor de que se tuviera una represalia con todo el pueblo, no con alguien en específico”, comentó el testigo; además de que hubo intentos de extorsión de otros criminales que amenazaban con tomar “medidas” si no se les daba una cantidad de dinero en efectivo, al responsabilizar a pobladores del municipio en Coahuila de la muerte del capo hidalguense.
Así ocurrió el operativo de la detención luego de que la “ciudadanía diera el pitazo”
Era la tarde del 7 de octubre de 2012, cerca de un campo de beisbol y supuestamente la ciudadanía había avisado sobre la presencia de hombres armados, por lo la Marina intentó detener un vehículo, pero sus dos ocupantes negaron detenerse y dispararon, con lo que comenzó un enfrentamiento. En la unidad murió el conductor, identificado como Alberto Rodríguez de 44 años; mientras que a 300 metros quedó otro cuerpo, pero no llevaba documentos y a su lado se encontraba un rifle R15.
Huellas digitales delataron la identidad
Al día siguiente, y luego de cotejar las huellas digitales del cadáver no identificado con los archivos criminales nacionales, fue confirmado que el individuo era el Lazca, máximo líder de los Zetas; aunque para entonces ya era demasiado tarde para presentar el cuerpo ante los medios, pues con una “hazaña inesperada” la madrugada del 8 de octubre de 2012 un comando armado ingresó a la funeraria donde se realizó la necropsia al Lazca y con el uso de la violencia sustrajeron los restos humanos sin que se supiera su destino.
cem