PACHUCA.- Luego de la muerte del fundador y líder del cártel los Zetas, Heriberto Lazcano Lazcano, fue difundida la forma en la que el oriundo de Apan, en Hidalgo, actuaba y que replicaron miembros de su organización delictiva.
De acuerdo con periodistas en el tema de seguridad, el Lazca además de ser considerado uno de los criminales más peligrosos, poseía el mote del Verdugo, pues introdujo técnicas de tortura y venganza no vistas en las décadas 2000 y 2010.
Inspiración romana
De acuerdo con una narrativa del periodista mexicano Humberto Padgett, el mismo Lazca se encargaba de ejecutar a algunos de sus enemigos y entre sus métodos para eliminarlos estaba lanzárselos vivos a un tigre que tenía en una finca. Además, convirtió las decapitaciones en sello corporativo.
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Ordenó masacrar a 72 migrantes
Bajo la dirección del Lazca, los Zetas perpetraron varias matanzas como la de 72 migrantes en San Fernando, en el estado de Tamaulipas, entre los días 22 y 23 de agosto de 2010, considerada una “huella de dolor para Centroamérica”.
Las víctimas fueron personas de diversos orígenes, principalmente centro y suramericanos, que durante su tránsito por México rumbo a Estados Unidos (EU) fueron interceptadas por el grupo criminal.
A los 58 hombres y 14 mujeres se les asesinó por la espalda y sus cuerpos fueron apilados y abandonados a la intemperie, acelerando con ello su proceso de descomposición. El crimen ocurrió a menos de 150 kilómetros de la frontera con EU.
De acuerdo con las autoridades, los migrantes fueron secuestrados por el cártel de los Zetas y retenidos en un rancho donde, al negarse a trabajar para el grupo del Lazca, fueron asesinados. Al menos dos personas sobrevivieron.
Un año después, ordenó la masacre del casino Royale
Un año después del suceso anterior, el 25 de agosto de 2011, a Lazcano Lazcano igualmente se le atribuye haber dado la orden de ejecutar una masacre en el casino Royale, ubicado en un sector de la clase media de Monterrey.
De la embestida resultaron 52 personas muertas, entre ellas una mujer embarazada, y el incidente es uno de los ataques más letales contra la sociedad en México desde que el expresidente Felipe Calderón Hinojosa lanzó la llamada “guerra contra el narco”.
De acuerdo con registros hemerográficos, fue un grupo de entre 13 y 16 miembros de los Zetas que minutos antes de las 14 horas de dicho día causaron un incendio que hasta la madrugada del 26 de agosto había dejado al menos 52 muertos y 10 lesionados.
Ni los mismos zetas se salvaban de la crueldad
Entre los castigos que se cuenta ocurrían incluso a los mismos miembros de los Zetas, un caso fue un “traidor” al grupo, a quien lo llevaron a una hacienda donde lo ataron a un árbol, le destrozaron las piernas y lo dejaron para morir.
Incluso, en un entrenamiento del cártel en un campo clandestino, un narco se agotó por los ejercicios que se había ordenado y cuando se levantó sin permiso fue castigado con un balazo en el brazo por ser un “soldado perezoso”.
Representó la modernidad del narco
El periodista Diego Enrique Osorno explicó que el Lazca representaba “la modernidad del narco”, pues con los Zetas usó la violencia extrema como su forma de posicionarse, dijo el comunicador al describir la organización como “una empresa mercenaria”.
Asentó que Lazcano Lazcano refinó la organización de ese cártel, pues desarrolló un intenso entrenamiento en ranchos y contaba además con redes de comunicación muy desarrolladas y una estructura compleja que dificultaba la inteligencia policial.
“El Lazca, también conocido como el Z3 o el Verdugo, era uno de los criminales más peligrosos del país”, apuntó Calderón Hinojosa, quien destacó que el desertor del Ejército era responsable de “un sinnúmero de crímenes de alto impacto”.
cem