MES DEL ORGULLO

Vivir en la sombra: mujeres trans trabajadoras sexuales sobreviven entre exclusión laboral y abandono en salud

La activista Karen Quintero visibiliza la exclusión sistemática que viven las mujeres trans trabajadoras sexuales en Hidalgo, marcada por la falta de empleo digno, el estigma social y la nula atención médica especializada

Karen Quintero, activista de la comunidad trans.Créditos: LSR Hidalgo
Escrito en HIDALGO el

Pachuca, Hgo. - En el marco de Día Mundial de la Diversidad Sexual y del Mes del Orgullo, la activista Karen Quintero comparte su experiencia y la lucha desde el activismo para visibilizar una realidad que persiste en la sombra: la precariedad laboral y la exclusión sistemática que enfrentan las mujeres trans, particularmente aquellas que ejercen el trabajo sexual en Hidalgo.

“Empecé a los 14 años a ejercer trabajo sexual, poco después de terminar la secundaria”, recuerda Karen. Desde entonces, no solo enfrentó el estigma social, sino también una cadena de violencias institucionales que la orillaron a las calles.

“Nunca me consideré un chico gay, mi identidad desde entonces era la de una mujer, y entrar a la prepa significaba someterme al escrutinio y la discriminación”.

A falta de oportunidades laborales dignas y ante el rechazo constante de empleadores, Karen Quintero encontró en el activismo una vía para transformar su historia en resistencia colectiva. Hoy es una de las voces en la defensa de los derechos de las mujeres trans trabajadoras sexuales en el estado.

Trabajo sexual: entre la necesidad y la exclusión

Frente a escenarios de rechazo en empleos es establecimientos como tortillerías, tiendas y zapaterías, el trabajo sexual se convirtió en una de las pocas opciones para subsistir; sin embargo, señala que las condiciones en las que se ejerce esta labor continúan siendo de alto riesgo.

Como otras mujeres trans, Karen Quintero experimentó violencia física, discriminación y abuso, temas vigentes en la actualidad, solo que ahora las plataformas digitales han abierto nuevas formas de ejercer el trabajo sexual, brindando mayor control y cierta seguridad.

“Ya no es tan común ver a trabajadoras sexuales en las calles, muchas ahora se anuncian por internet y generan sus citas. Pero tampoco estas plataformas son garantía, muchas veces también son utilizadas para agredirlas”, advierte.

Desde la Asociación Transgénero Hidalgo, que preside, se contabilizan actualmente al menos ocho mujeres trans trabajadoras sexuales en municipios como Pachuca, Tulancingo, Tula de Allende y Tepeji del Río. No existen cifras oficiales, lo que vuelve aún más compleja la tarea de brindarles atención y protección.

Salud: un derecho aún negado

El acceso a servicios de salud especializados para mujeres trans también es una deuda pendiente en Hidalgo. Karen recuerda que muchas compañeras recurrieron por años al uso desinformado de hormonas, sin supervisión médica, lo que derivó en enfermedades graves e incluso muertes.

“Las juventudes ahora buscan hormonarse con mayor conciencia, pero pagar consultas con endocrinólogos y los medicamentos siguen siendo inaccesibles para muchas”, lamentó.

Señala que el único espacio accesible es el CAPASITS (Centros Ambulatorios para la Prevención y Atención en SIDA e Infecciones de Transmisión Sexual), enfocado únicamente en personas con VIH. “Para otro tipo de atención no existe nada”, señala, por eso, una de sus exigencias a nivel municipal y estatal es la creación de una clínica especializada en atención integral para mujeres trans en el estado.

A través del colectivo se ha iniciado una campaña de información y apoyo en distintos municipios. “Vamos a viajar para informar y brindar acompañamiento a mujeres trans que siguen siendo violentadas. Muchas no saben que tienen derecho a la rectificación de nombre y género, o que pueden estudiar, acceder a programas sociales y cercarse a asociaciones”, explica.

Otro tema urgente en materia de salud es el consumo de drogas entre mujeres trans trabajadoras sexuales, una problemática que requiere políticas públicas con enfoque de derechos y no punitivo. “Muchas no permiten el apoyo porque se sienten violentadas, por eso es fundamental generar iniciativas desde los municipios y desde el Congreso local”.

Dirección de Diversidad

En este sentido Luis Ángel Tenorio Cruz, responsable de la Dirección de Diversidad de la Secretaría de Gobierno de Hidalgo, dio a conocer que en vinculación con la Secretaría de Salud de Hidalgo, y delegados del ISSSSTE e IMSS Bienestar se establecen estrategias para la prevención y atención de salud integral de personas de la comunidad.

“Para la atención a personas con VIH y cargas virales se está trabajando para que existan módulos de servicio en todas las jurisdicciones sanitarias y ya no sea necesario el traslado a CAPASITS en Pachuca, también en la promoción y difusión de la PrEP (medicamentos antirretrovirales antes de la exposición al VIH para reducir el riesgo de infección) y la PEP (medicamentos antirretrovirales después de una posible exposición al VIH para prevenir la infección), así como en la capacitación a prestadores de servicios personal de salud para la atención de la diversidad, desde la atención primaria hasta la intervención”.

Informó que recientemente en CAPASITS comenzó el funcionamiento de la Clínica Trans donde se cuenta con servicios médicos básicos, psicología y sexología, pero que se busca fortalecerse con otras especialidades como endocrinología para poblaciones trans.

“El acercamiento a la clínica sin ser portadores de VIH es paulatino, porque aún se trabaja en la desestigmatización, y con las reuniones con titulares de otras dependencias se acuerda la difusión para que la información llegue a todos los rincones de Hidalgo”.

El derecho a un futuro digno

Karen Quintero reconoce que las nuevas generaciones trans tienen más oportunidades que hace una década, pero aún son limitadas. “Faltan opciones laborales, respeto, sensibilización e información. Los empresarios, incluso en pequeñas y medianas empresas, deben vernos como personas con capacidades, como cualquier otra”.

“El negar el trabajo es una violación de derechos. En Hidalgo no podemos decir que las mujeres trans estamos bien, a diferencia de gays y lesbianas que ya han logrado condiciones más dignas de vida, con empleos estables y acceso a salud”, sentencia.

Mediante el activismo diferentes asociaciones y colectivos no solo denuncian las violencias estructurales que persisten en la sociedad, sino que también propone rutas de acción para garantizar los derechos humanos de la comunidad LGBTIQ+.

“La población LGBTIQ+ existimos todo el año, pero este mes es la ocasión para enviar un mensaje fuerte y claro: derecho la salud y al trabajo para una vida digna. Todos tenemos el derecho de vivir en plenitud y libertad”.

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