Tula.— A escasos tres metros de la estación del tren en Bojay se encuentra el albergue El Samaritano, el cual luego de las medidas adoptadas por el nuevo gobierno de Estados Unidos ha registrado una disminución de visitas de personas de origen extranjero, principalmente latinos. De tal forma que sumaban tres días consecutivos sin atender a ninguna persona extranjera.
Los voluntarios María Elena Cruz y José Antonio García, que atienden lo días jueves compartieron con La Silla Rota que los días 27, 28 y 29 de enero no recibieron a ninguna persona y ellos consideran que se debe a las medidas adoptadas por Donald Trump, pues si bien hay personas que sin importarles las redadas, la persecución, se “avientan” a atravesar e intentan llegar a Estados Unidos, hay otras que se limitan y ya no se atreven.
El albergue recibe a personas de origen hondureño, colombiano, salvadoreño, venezolano, guatemalteco, nicaragüenses, entre otros, a veces viajan solas o acompañadas con sus familias, - la mayoría son varones -.
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Como voluntarios en el albergue les ha tocado vivir algunas situaciones, por ejemplo, ver que llegan amputados de alguna extremidad, sobre todo de los pies o piernas, pues abordar el tren es peligroso y un riesgo para su integridad.
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“Luego quieren aventarse desde aquí, pero yo les digo que no, que por lo menos se vayan a donde el tren va más lento, porque es peligroso y pueden perder alguna extremidad”, comenta María Elena, al tiempo que muestra que el tren es voraz y un perrito que visita el albergue también fue víctima y quedó amputado de un pie.
En el albergue se les ofrece comida, un espacio para cambiar de ropa, bañarse e incluso descansar por un rato, pero no se les permite dormir, pues conscientes de las condiciones en que viajan, José Antonio comenta que así como vienen personas buenas también vienen otras que salen huyendo de sus países por cometer algunas fechorías. Aseguran que no es posible pernoctar, por motivos de seguridad para los voluntarios y voluntarias.
No obstante, se les ofrece ropa limpia -misma que obtienen de benefactores-, comida, agua, un baño caliente, entre otras cosas.
Agradecimiento y muchas bendiciones, son las que los voluntarios de El Samaritano reciben cada vez que hay migrantes en la casa, aunque estos días haya disminuido la afluencia en relación a otros días que pueden ser desde dos personas hasta 20 por día.
Habitantes buscan a migrantes, son mano de obra barata
En la visita a El Samaritano, María Elena compartió que muchos ya saben o les comentan que ahí les ofrecen comida, por lo que llegan, y ya estando ahí, los lugareños acuden a buscarlos y les ofrecen trabajo, ella considera que es porque ven mano de obra disponible y a buen precio.
Durante la charla, llegó un automovilista que al pasar frente al albergue disminuyó la marcha y el conductor sacó la cabeza, como buscando algo o alguien, y fue que la voluntaria comentó que seguramente buscaba a algún migrante, pues luego se los llevan para que les hagan trabajos de albañilería u otros.
Solo son horas
A pesar de que sólo un corto tiempo el que se pasan en el albergue, los migrantes en agradecimiento dejan dibujos que han sido colocados en el muro del comedor, donde lucen, billetes de otros países con agradecimientos, banderas, dibujos, entre otros objetos que son colocados al lado de un gran mapa que señala la ruta del tren y la distancia que hay entre los países latinos y México.
“Dios siempre está con nosotros”. Lo escribió una persona originaria de Polonia. Sobre un billete de Lempiras se lee “Que Dios bendiga nuestro camino y también a las personas que los reciben en esta casa de dios. Amén”. “Para Dios, nadie es migrante”, escribió una joven venezolana.
María Elena comenta que de todas las personas que visitan el albergue se lleva un registro, el cual sólo es para control interno, pero han tenido que mostrarlo a algunas autoridades cuando se busca a alguna persona desaparecidas.
El albergue llevaba tres días sin migrantes, pero mañana será otro día y seguramente siempre habrá personas que buscan el sueño americano y están dispuestos a pasar por lo que sea para lograrlo.
sjl
