Pachuca.— Jesús Santos, un camionero con 35 años de experiencia, comparte su testimonio sobre los desafíos y peligros que como él enfrentan cientos de transportistas al recorrer las carreteras del país.
Empezó como aprendiz de camionero pasando los 20 años de edad. Después de ocho meses comenzó transportando cargas secas, es decir, productos que no requieren refrigeración, específicamente cosecha de naranja que proviene de localidades huastecas de Veracruz y de San Luis Potosí, para llevarlas a centros de refrigeración en Ciudad de México, que a su vez son enviadas en cajas refrigeradas marítimas a Europa. En ocasiones también transportó productos alimenticios perecederos como queso, helado, leche y jugos.
“Este trabajo de contrastes me ha permitido sacar adelante a mi familia. Proveer educación a mis cuatro hijos. Conocer quizá más de la mitad del país. Las rutas que he trabajado son: México-Monterrey, México-Tijuana-Ensenada, México-Tapachula, Ciudad Hidalgo-Chiapas y México-Mérida. Durante ocho años las rutas constantes fueron de la Ciudad de México a distintos destinos como el sureste del país y la zona fronteriza: Monterrey, Nuevo Laredo y Tijuana, donde transporté productos lácteos, y en los últimos años algunas partes de Estados Unidos”.
Su experiencia en Estados Unidos, compartió, ha sido, además de gratificante, de aprendizaje constante ya que los protocolos de trabajo son distintos y rigurosos, ya que son monitoreados a distancia con supervisiones del funcionamiento de la unidad para corroborar que las jornadas laborales sean seguras y los conductores puedan tener periodos de descansos equivalentes al tiempo de trabajo, con mejores condiciones de seguridad, infraestructura carretera y salario.
¿Cómo es conducir en México?
En el país, menciona, persiste la mala condición en la red carretera por baches, socavones, topes y espacios carreteros reducidos que obligan a hacer paradas continuas, además de la falta de educación vial que incrementa la probabilidad de accidentes como unidades averiadas por falta de mantenimiento que no utilizan abanderamiento o sobrecupo en vehículos, además de los distractores.
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Detalló que en una considerable cantidad de carreteras no existen las bahías de emergencias (carril adicional) aunado a que muchos camioneros no respetan los límites de velocidad y rebasan la capacidad para trasladar más en menos tiempo; vicios que se dan en México a manera de cadena, desde la falta de mantenimiento carretero hasta los altos costos de combustible y casetas de peaje con un sistema que no se actualiza.
“Las diferencias laborales entre ambos países son totalmente dispares y es lamentable que en México se dejen de lado las condiciones de trabajo de un sector que forma parte importante para mantener activa la economía. Todos los productos que se consumen en casa, desde una golosina hasta herramientas, materiales de construcción y alimentos, son trasladados por nosotros y a pesar de ello no tenemos lugares adecuados, específicos, señalizados ni vigilados para poder desarrollar nuestro trabajo”.
¿Hay carreteras que no son inseguras?
Con sus más de tres décadas de experiencia, asegura que en el país no hay un trayecto seguro para camioneros y transportistas, ya que en cualquier ruta existen bandas criminales que arremeten en su contra, y a través de actos de violencia que van desde agresiones verbales hasta físicas son constantemente víctimas de robo.
“En la mayor parte del país vamos con temor porque de un momento a otro se nos empareja alguna o varias unidades y nos obligan a detenernos, en muchas ocasiones con detonación de arma para intimidarnos, pero si bien nos van, sólo nos amedrentan, nos dan algunas cachetadas y nos avientan en el monte amarrados en la noche mientras descargan la unidad”.
De acuerdo con Jesús Santos todos los tramos que salen de la zona metropolitana en la Ciudad de México son rutas que califica como peligrosas: la México-Puebla, México-Tulancingo-Golfo, México Querétaro, el Circuito Interior Mexiquense y Arco Norte, que por las condiciones de la carretera los conductores de cualquier unidad deben aminorar la velocidad y es la oportunidad que aprovechan delincuentes para interceptar autos, autobuses y camiones.
Los robos institucionales, otro problema del transporte de carga
“La mayoría de unidades de carga cuentan con un sistema de rastreo satelital y cuando se activa la alarma uno ya no está arriba del carro porque ya nos bajaron. Una de las recomendaciones de las empresas es que las unidades no se detengan en sitios despoblados o tramos calientes (donde se han señalado el robo de unidades de carga), en horarios nocturnos y que, en la medida de lo posible, los traslados sean en convoy porque así al ladrón le cuesta más trabajo secuestrar los camiones, pero no siempre es posible, ya sea por desperfectos o por necesidades físicas son requeridas las paradas”.
Explicó que los conductores y unidades como tráileres y camiones de carga normalmente cuentan con un seguro que los ampara en caso de incidentes viales y, en teoría, todos los productos que se trasladan a partir de su carga también deberían contar con un seguro para que en caso de accidentes carreteros, robo o en accidentes donde se pierden los productos, éste les permita recuperar parte de las pérdidas, sin embargo, esto difícilmente se cumple y la responsabilidad recaer en el dueño de la carga.
“En este oficio hay muchas historias de retenes ilegales y de personas no autorizadas por el gobierno que piden cuotas, personalmente hace varios años me abordaron elementos de la extinta Policía Federal de Caminos, en el estado de Chiapas, para pedirme un ‘moche’ para poder pasar o que en la Ciudad de México, Monterrey, Tampico y otros estados muchos elementos de tránsito sólo nos observan y a pesar de llevar todos los papeles en orden, buscan una u otra manera para presionarnos hasta obtener un pago y lamentablemente caemos en ese juego que se hace una costumbre”.
Las carreteras más peligrosas del país
De acuerdo con la firma de seguridad Circulo Logístico, las carreteras más inseguras derivado de la presencia de grupos criminales en el país son: Circuito Exterior Mexiquense, México-Querétaro, México-Pachuca, México-Tulancingo, México-Texcoco, la México-Puebla, el tramo carretero Celaya-Salamanca, Puebla-Veracruz, Arco Norte, Toluca-México, la autopista Matehuala-Monterrey, Ciudad de Morelia-Puerto Lázaro Cárdenas y la autopista México-Cuernavaca.
Asimismo, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en el año 2023 se registraron 9 mil 181 asaltos en todo el país, de ellos 85.6 por ciento fueron con violencia. Este año, de enero a mayo se contabilizó un total de 3 mil 415 asaltos a transportistas, de los cuales 84.7 por ciento fueron con violencia.
Al respecto, el agente mayor de la Guardia Nacional, Arbey Jiménez calculó que al mes se reciben en promedio 35 reportes por robo a autotransporte federal y de unidades de carga como tractocamiones y cajas. En el estado han atendido asaltos a transportistas en el tramo que abarca desde la caseta del Tejocotal, del kilómetro 106 al 214, con límites con el estado de Puebla, por lo que se realizan operativos de vigilancia para disuadir los robos.
“Ahí se han atendido una serie de robos recurrentes y se ha identificado que es una banda la que opera, la mayor parte de atracos se realiza de 3 a las 5 de la mañana. Hay veces que se roban las unidades y se llevan a los operadores, esa es la situación más preocupante porque suelen abandonarlos en caminos alejados”.
Consideró que aunado al robo de unidades se suman hechos de tránsito por no atender las normativas y disposiciones de tránsito en carretera federal, lo cual deriva en accidentes, principalmente por factores humanos como viajar cansado, distraído, usar el celular mientras se conduce, no respetar los límites de velocidad, entre otros.
Insistió que la cultura vial y de denuncia es la mejor estrategia para prevenir y contrarrestar robos, lo cual se realiza a través del contacto 088 o 911 quienes se enlazan con las autoridades competentes para atender cualquier denuncia. “Como ciudadanos debemos tener la conciencia de evitar exponernos en lugares solitarios y situaciones de riesgo”.
Corresponsabilidad
Jesús Santos consideró que un trabajo en equipo entre empresas de transportistas en todo el país y los gobiernos federal y estatal sería una alternativa para mejorar la vigilancia en las carreteras, apoyar en la seguridad de conductores y mercancías.
“La tecnología nos permite ahora instalar cámaras de vigilancia, tener más y mejor iluminación en sitios considerados foco rojo para facilitar el trabajo de las autoridades y el nuestro, y en una corresponsabilidad a nosotros nos toca cumplir los reglamentos y evitar hacer paradas inadecuadas”.
sjl